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Dean

—¿Cuánto papeleo te falta? —Preguntó Faith mientras el corazón me daba un vuelco, mentirle a la mujer que creía que era el amor de mi vida me hacía sentir como un maldito perro.

—No demasiado, tan sólo debo darle término a algo importante.

A cerrar el ciclo con Jess o contigo, en realidad. Pero no es que pudiera decirte eso.

—Algo importante—Levantó la ceja—Te he notado pensativo —Se acercó lentamente mientras rozaba la cuerina del sofá con sus manos

—Es mucha mierda administrativa a la que no estoy acostumbrado, ya sabes

Se acercó nuevamente y la tenía en mi regazo, de repente estabamos rozando entrepiernas, no es que pudiera negarle a mi esposa que se enganche en mi pero intenté controlar a mi maldito amigo, me niego a ser tan jodidamente egoísta de salir con Jess después de acostarme con Faith o ser infiel.

¿A cuál de las dos seria infiel para empezar? Necesito resolver mi mierda con Jess antes de esto, o de cualquier cosa.

–Suena estresante —Su mano comenzó a rozar mi pecho.

Joder.

—Lo es, nena.

–Ujum —Tomó mis manos y me las puso alrededor de sus caderas.

Maldita sea estoy tan en blanco que no me di cuenta que estoy tieso.

—Faith... No creo que...

—¿Qué? —Sus ojos verdes buscaron los míos y comenzó a acariciar mi rostro

Maldita sea, es tan hermosa como cuándo me casé y su cuerpo junto al mío irradia un calor familiar que me hace sentir en casa. Cedí ante el estímulo y la acaricie con cariño, ¿Debería intentarlo no?

—Nada, nena

—¿Quieres que te acompañe hoy? —Preguntó con un tono dulce y me hizo querer dar un paso atrás a lo que estaba a punto de hacer.

Verdaderamente ella lo estaba intentando, quizá yo debería hacer lo mismo

—Podría... No ir hoy honestamente...

Sus manos viajaron a mi barbilla y un beso dulce llegó a mis labios, el sabor a cereza llegó a mi, de nuevo me siento como en casa.

Quizá debería dejar las cosas así.

Dejar a Jess por la paz. Que haga su vida y yo estar aquí, no tiene porque ser tan malo si tan sólo los días fuesen así y nivelamos las peleas con amor y buen sexo.

Quizá no sienta el fuego, el imán, la aventura y la pasión que quema cuando tengo cerca a Jess... Pero Faith jamás dejará de hacerme sentir en casa, mi lugar en el mundo, 10 años de matrimonio tal vez no sean suficientes.

—Bueno, si no vas hoy acompañame a buscar escuelas de ballet para Hada.

—¿Ballet?

—Me contó que fue contigo a una obra de teatro del lado de los cisnes y está jodidamente encantada —Sonrió con emoción —Verdaderamente quiere empezar en eso.

Y lo que se me subió, bajó.

—Podríamos buscar... Supongo —Respondí

—¿No te emociona?

Lo malditos tutús y las mayas rotas de Jessica invadieron mi mente, pensamientos mas sexuales de hacerlo contra el espejo de la sala de ballet después de que todos se habían ido hicieron que mi erección volviera y el pensamiento hizo que mi cuerpo quemara.

Love on fireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora