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Jess

El día siguiente a nuestra charla pasó bastante rápido, fue un poco de todo. Trabajar, entrenar, esperar a Dean afuera de la estación, fuimos a cenar y cuando intentaba besarme yo me apartaba diciendo que debemos esperar hasta el momento en que nos convirtiéramos en novios. Aunque la realidad es que yo moría por sentir sus labios sobre los míos. Durante la noche nos pasamos viendo un maratón de "Station 19", por alguna razón nos encantaba ver series de bomberos y compararlas con la realidad, nos desvelamos hasta acabar la tercera temporada, teníamos muchas ganas de ver "Chicago fire".

No recuerdo en que momento me dormí, solo recuerdo sentir los labios de Dean sobre mis mejillas, barbilla y cuello, comenzó a darme pequeños besos, me estiré y lo miré con una sonrisa.  —Buenos días —susurró.

—Buenos días —sonreí mientras él hacía más profundo el beso sobre mi cuello, donde sentía mi pulso. No pude evitar alargar ligeramente el cuello. Me contuve.

—Deeeeaaan —reí.

—¿Aún no puedo?

—Nop —negué sentándome en la cama y él se incorporó, su rostro estaba a centímetros del mío.

—Alístate, ya son las 6.

¿Qué?, joder, ¿En qué momento dormí tanto?, miré a la ventana, nuestras cortinas eran oscuras. Había escogido ese color porque a veces Dean dormía hasta tarde y no es ni un poco cómodo dormir cuando entra el sol por la ventana. —Mierda.

—Te urgía tanto que llegara la tarde que dormiste todo el día, cariño. 

La realidad es que no pude negarlo, me bajé de la cama colocándome las pantuflas. —Me urge ser tu novia, sí.

Dicho eso, fui directo al baño y me di un baño rápido, el día de ayer mientras veíamos series yo ya había hecho todo mi ritual de belleza para verme bien para él: mascarillas, uñas, depilación. Fui a la habitación y me puse un vestido de satín rojo corto y unos tenis rojos con cordones negros, me maquillé ligeramente y fui con Dean, se estaba arremangando la camisa hasta los codos. —Te ves preciosa —sonrió.

—Gracias, tú también. Digo, te ves guapo —reí nerviosa.

—No me harás hacer la pregunta, ¿O sí? —rio.

—Obviamente.

Tomé mi bolso y él tomo una canasta de picnic, salimos, cerramos y nos dirigimos a la camioneta. Dean me abrió la puerta mientras colocaba la canasta en la parte posterior. Subió y manejó sin decir mucho. ¿Estaría nervioso?, ¿Lo estoy presionando un poco mucho?

Acerqué mi mano a la de él y entrelazamos nuestros dedos. —¿A dónde iremos, amor?

—Me llamaste amor, estamos progresando —me miró.

—Vete acostumbrando —sonreí.

—Me gustaría hacerlo —lo miré sonreír—  Iremos a un prado, es realmente alto y precioso, perfecto para ver las estrellas.

Asentí más que emocionada. —Ya quiero llegaaaar.

Dean rio. —No seas desesperada —hizo una ligera pausa— Quiero que esta noche seamos totalmente sinceros. Sí hay cosas que no sabemos del otro, quiero que las sepamos hoy.

Fruncí el ceño. —Está bien, aunque creo que he sido del todo sincera contigo. 

Y la verdad es que le había contado todo sobre mí, menos el porqué me divorcié.

—Hay cosas que no sé de ti. Como el porqué te divorciaste.

¿Lee la mente? Me alisé el vestido de forma nerviosa. —Está bien, cuando lleguemos te contaré.

Love on fireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora