Love on fire

23

Dean

Regresar a casa no se sintió tan gratificante como imaginaba, las cosas entre Faith y yo no eran ni remotamente lo mismo. Además si quería hacer esto debía renunciar a la estación de California y eso implicaba separarme definitivamente de Jess.

No hay día que no me pregunte si realmente tomé la decisión correcta. Terminar una relación no es nada fácil, y aunque no lo parezca no estaba acostumbrado a ello. Mi única pareja oficial había sido Faith hasta que me casé con ella y ahora Jess... La cuál no contesta mis mensajes y debe odiarme con justas razones. Ser el dejado de la relación no es nada fácil sin importar las razones ¿Qué es por mi familia? Ella jamás lo verá así, siempre pensará que es por Faith y me pregunto si estaría equivocada.
Joder.

—¿En qué tanto piensas? —Preguntó Faith sentándose a mi lado en el jardín, su cabello rojizo brillando con la luz del sol.

La respuesta inmediata en mi cerebro fue "la otra" pero no soy imbécil. Debería dejar eso atrás. (Aunque no quiero)

—Estaba pensando que debo renunciar a la estación y volver a pedir plaza aquí.

—Estarán muy contentos de recibirte de nuevo.

—No es que pueda jodidamente renunciar de un lugar y de repente estar mágicamente contratado en otro.

—No, pero te has ganado tu lugar en ambos lugares.

Ella tomó mi mano, su piel se sentía cálida contra la mía, pero no se comparaba con la mano incluso más pequeña de mi delicada Jess...

—Sí, supongo que sí

—Los niños están en la escuela —Ella jugó con mis dedos —Quizás deberíamos aprovechar y recuperar el tiempo perdido.

—Podemos ver una película.

—No me refiero a eso.

—¿Salir a comer?

—Dean –Ella rodó los ojos —Me has tratado como a tu prima desde que estás aquí y eras el ser más caliente sobre la tierra.

Ah.
Ah, aahhhhh.

—Pues... —Reí nerviosamente —Quiero ir lento y hacer las cosas bien, ir de lleno con eso no sería hacer las cosas bien ¿No?

—Solo si yo no quiero —Me miró, sus ojos verdes exigentes.

—¿Y quieres?

—Que pregunta tan tonta —Ella rió y negó con la cabeza —Olvídalo.

No es que la idea de tener sexo con mi esposa sea desagradable o un sacrificio. Pero simplemente se sentía mal si apenas terminé mi relación con Jess, aparte pensaría en ella... y eso no sería correcto.

—Lo siento... La verdad es que aún todo es muy reciente Faith.

Asintió —¿Cuándo ella dejará de ser reciente?
—Con sinceridad no lo sé, esto... fue inesperado.

—¿La amas? —Inquirió

Sí.

—No la voy a olvidar de un día para el otro Faith.

—Pues apresurate a hacerlo, yo no te voy a tener paciencia toda la vida.

—Estoy aquí ¿Si?

Aunque mi mente no.

—No, te quiero completo Dean. Si no, no quiero nada.

—No te pongas exigente cuando por ti terminé mi relación.

—No me lo saques en cara, si tanto te duele regresa con ella. —Respondió con enfado.

Hay mucho de por medio.

—No dije jodidamente eso, solo digo que no soy un puto robot que cambia el microchip y menos si te pones tan jodidamente exigente, mujer.

—Tengo derecho a ser todo lo exigente que se me dé la gana, Dean.

—No eres mi puta dueña —Respondí sin pensar y con el apellido ya bastante arriba.

—No solías decir eso antes, o todo ese "Soy tuyo" era palabrería.

—No era palabrería pero sé jodidamente comprensiva, ¿De qué mierda te serviría que te mienta? Pero si quieres lo hago.

—No quiero mentiras, pero si no lo solucionas rápido algo tendrás que hacer, me puedo hartar y estoy segura que no quieres eso ¿O si?

—Iré a la estación —Me levanté mientras guardaba mentalmente mi "vete a la mierda".

—Me avisas cualquier cosa.

Asentí de mala gana mientras tomaba mi chaqueta y mis llaves de la mesa, al salir subí a mi jodida camioneta cabreado por su actitud.

Tomé mi celular y como puto masoquista fui a revisar las redes sociales de Jess sin pensarlo demasiado. Ya había borrado nuestras fotos, y su estado civil era el de felizmente soltera.

Joder, tiré el celular en el asiento del acompañante y me pasé las manos por la cara.

¿Qué mierda estoy haciendo, Dios?