Jess
Al despertar me acurruqué nuevamente en la cama, sobre todo en el espacio donde Dean había dormido, aún seguía caliente y tenía un olor peculiar, una combinación de roble, hollín, era un olor bastante peculiar, pero agradable para mí.
Por fin era Sábado, me levanté, me quité la pijama y me puse un suéter largo, al ser Sábado es ley de vida bañarse hasta la noche o no bañarse, al bajar a la cocina, Dean estaba haciendo dos desayunos. —Buenos días. Eso se ve delicioso.
—Y es sano —me sonrió— O bueno, lo que siempre comes, también hice para tu hermano y Abril.
—Gracias —me senté y él se sentó a mi lado, el desayuno eran hotcakes de chocolate para ellos y hotcakes de avena para mí, los probé, realmente estaban buenos. —Empieza a desayunar —lo miré— No creo que ellos se levanten temprano y por cierto, están deliciosos.
—Especialmente hechos para ti.
Nuevamente me sentí apenada. —Me mandó un mensaje Chris, hoy iremos a buscar departamentos.
—Sobre eso...
—Ajá...
—Tampoco tengo donde vivir, así que podríamos compartir depa, si quieres.
Vale que sí, la idea de vivir con mi nuevo folla amigo era divertida, además ya tenía planeado proponérselo, no me gustaba mucho la idea de que viviera solo en la estación, me estoy sobre preocupando pero es la verdad, al menos en una casa podría supervisar que comiera bien o durmiera como es debido.
—Por supuesto que sí
—Pero, solo los dos
No supe a que venía su comentario, no esperaba estar con nadie, era un plus que él quisiera mudarse conmigo —¿A quién esperabas meter o que yo metiese?
—No lo sé —rio— Como sea.
—Está bien, hoy los veo y te aviso, ¿Te parece?
—Me parece perfecto
—Bien —me acerqué a él y le di un beso pequeño en la comisura de los labios.
—Cam tiene la alacena llena de muchas cosas gordas, que tortura para ti —comenzó a cubrir sus hotcakes con miel.
—Ni me digas, todo se me antoja —miré su desayuno, se veía sencillamente delicioso, me acerqué a él —¿Me das?
Se colocó un poco de miel en los labios, vaya, creo sí podría quedarme aquí por una buena temporada me acerqué a él y lo besé, de un momento a otro mientras el beso se intensificaba ya estaba sobre sus piernas acariciando su espalda. Me colocó un poco de miel en el hombro, haciendo un camino hasta mi cuello y lo recorrió de forma experta con su lengua, sentí mi piel erizarse y mi lívido incrementar. —Nos reto a hacerlo sin que nos escuchen —sonreí contra su cuello el cual yo también estaba comenzando a besar.
—Tu eres la ruidosa
Y de un momento al otro, éramos puro placer, se levantó cargándome mientras pegaba mi espalda a la primera pared de la cocina que encontramos. Sus besos, sus caricias y sus manos expertas me recorrían en lugares que me hacían enloquecer, de un momento al otro le bajé lo suficiente el pantalón y el bóxer. —Será rápido —susurró.
—Será tan rápido como quieras —bajé una de mis manos y aparté las bragas lo suficiente para que él pudiera penetrarme.
—Joder, de haberte conocido antes estaría perdido por ti.
Me besó nuevamente y en el instante que nuestros labios se unieron, entró en mí. Mi cuerpo se estremecía ante su tacto, acomodé las piernas a sus costados y lo besé profundamente evitando los gemidos que producía debido a la sensación de mi espalda al chocar con la pared cada vez que él me penetraba. Movíamos la cadera al mismo compás, se escucharon ruidos arriba. —Joder —susurró y se movió de forma más rápida.
ESTÁS LEYENDO
Love on fire
Teen FictionJessica Masterson cree que está en la peor etapa de su vida, divorciada y viviendo en casa de su hermano, Cameron Masterson. Sus días se resumen en trabajar, comer helado y deprimirse, hasta que conoce a Dean Hemsworth, un guapo bombero amigo de su...