Típico de Verónica. Era ella la que en teoría se estaba encargando de la fiesta, pero cuando Frank le dijo que la necesitaba esa tarde en el instituto para que le echara una mano, me rogó y rogó hasta la saciedad que fuera yo en su lugar. Hay que reconocer que la excusa no era mala. Su padre andaba muy molesto porque, desde que estaba con Kristen, pasaba poco por la casa. Prefería ahorrarse las "salidas innecesarias" y endosármelas a mí. Y allí estaba yo un jueves por la tarde, comprobando los permisos paternos para la fiesta de los alumnos más pequeños y haciendo recuento de entradas.
No había nadie. De pronto, fui consciente de que estaba sola en el instituto y esa soledad comenzó a pesarme. A través de la ventana, no podía ver nada más que el reflejo de los fluorescentes sobre la cerrada oscuridad y las pequeñas gotas de lluvia que resbalaban por los cristales de la sala de estudios. Me arrebujé en el abrigo. Ya había terminado y no tenía nada más que hacer, solo esperar a que Frank y Lauren volvieran de descargar los instrumentos para la fiesta. Hacía rato que se habían ido, aunque no sabría precisar el tiempo exacto.
Me invadió una repentina urgencia por salir de allí. Me coloqué la mochila en el hombro y me puse en pie con tanta brusquedad, que la silla chirrió con un quejido sordo que inundó toda la estancia. Cuando el silencio se hizo de nuevo, parecía que el repiqueteo de la lluvia al chocar contra el tejado de chapa se hubiera amplificado y martilleaba mis oídos. Abandoné el aula a toda prisa y me dirigí por el pasillo en semipenumbra hacia la salida. Iba todo lo rápido que podía, porque la pierna me seguía tirando, hasta que al final eché a correr torpemente. Tenía la angustiosa y a la vez absurda sensación de que alguien me seguía. Mi yo más racional me decía que no era más que una fantasía sacada de los cientos de películas de terror ambientadas en institutos con las que acompañé mis momentos de melancolía en Londres: pero el miedo es libre y no tenía valor de voltearme a ratificar que todo era una mala jugada de mi imaginación.
Al doblar el pasillo, escuché música en el salón de actos. ¡Habían vuelto!
Aunque respiré hondo e intenté tranquilizarme antes de abrir la puerta, la empujé con tanta fuerza que golpeó con violencia la pared. Lauren, que estaba sentada en el piano, dejó de tocar al verme, por lo que el estruendo del portazo se hizo aún más patente. Miré alrededor y no vi a Frank por ningún lado.
–¿Estás sola? -pregunté mientras dejaba la mochila en una de las butacas abatibles y me sentaba en otra. hacía tanto ruido con cada uno de mis movimientos que me sentía como un elefante gordo y torpe. Me exasperaba mi incapacidad para moverme ágilmente. Cuando era niña, me moría de envidia al ver que Bea bajaba a toda velocidad las escaleras del colegio sin hacer apenas ruido, como si sus pies nunca llegaran a posarse del todo. Y detrás, siempre iba yo, con toda esa inmanejable humanidad, haciendo un ruido atronador a cada paso que daba.
–Frank está en su despacho. Tiene que hacer no sé qué. Ahora bajará -apenas me miró al responder. Cerró la tapa del teclado. Era evidente que la había interrumpido, pero pesaba más mi reticencia a volver a casa sola en esa noche lluviosa que el hecho de que mi presencia no fuera bienvenida.
–No lo dejes por mí. Toca algo, anda.
–Paso. Me da pena.
–¿Qué te da pena? ¿Y qué se supone que vas a hacer en la fiesta?
–Es distinto. En los conciertos hay gente, en abstracto; pero así, de tú a tú, me da vergüenza. Además lo mío es la guitarra.
Aunque parecía seria, el brillo burlón de sus ojos me hacía dudar si estaba bromeando. Desde luego, al entrar, no me había dado la impresión de que se le diera nada mal el piano.
Nos quedamos en silencio. Resultaba incómodo estar a solas con ella sin saber qué decir. Aún teníamos una conversación pendiente, pero ni loca iba a ser yo quien la sacara a relucir.
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Pero a tu lado || Camren ||
FanfictionCamila es una estudiante de segundo de Bachillerato. Es divertida, inteligente y tiene muchos amigos. Pero su vida amorosa no está al mismo nivel. En realidad, ha sido bastante decepcionante hasta el momento, así que este año Camila ha decidido cent...