Tal como esperaba, los días que siguieron fueron bastante anodinos y mi estado de ánimo tampoco propiciaba que mejoraran. Según terminaban las clases, me marchaba corriendo a encerrarme en casa. Tenía bastante que estudiar y me había propuesto a mejorar las notas del trimestre. Además, en el instituto no había quien parara, porque el sistema eléctrico no hacía más que fallar cada dos por tres y nos quedábamos sin luz. Si seguíamos así muchos días, nos iba a quedar más difícil todo de lo que ya es.
A Vero casi no la vi, porque cada hueco que tenía se escapaba a ver a Kristen. Les había dado fuerte, estaba claro. Con Bea no me crucé hasta el jueves. Fue en el pasillo de la entrada y solo me dirigió una mirada que no pude descifrar. Podría ser como la que le dedicaría a cualquier extraño con cuyos ojos se encontraran en plena calle. Luego, siguió su camino, sin más. No sé qué esperaba que hiciera, por lo que decidí mantenerme alejada, casi invisible. Tal vez no fuera lo más adecuado, pero me parecía la mejor opción. Continuaba sintiéndome fatal por todo lo ocurrido: triste por Bea, indignada con Jacob y enfadada conmigo misma.
Al fin, llegó el viernes. Había llovido mucho durante la noche, aunque no lo suficiente como para que inundara todo y quedarme en casa. Me puse una sudadera con capucha y caminé hacia el instituto, casi arrastrándome bajo las gotas de lluvia. Antes de pasar a clase, entré en el baño para secarme un poco con el secamanos. Me encontré de nuevo con Bea, que estaba allí, tratando de hacer lo mismo. Esta vez me miró a través del espejo y pude percibir una gran amargura en sus ojos. Antes de que pudiera reaccionar, había desaparecido.
Las clases me parecieron insufribles y lo único que quería era volver a casa y encerrarme en mi habitación durante algunos meses. Por suerte, una vez más saltó la luz, aunque ya ni siquiera las lámparas de emergencia se encendieron, por lo que Chivo dio por terminada la jornada. El sol parecía haber desaparecido tras un manto de nubes negras y apenas nos permitía adivinarnos las caras. Todos mis compañeros se levantaron rápidamente de sus mesas, contentos por acabar mucho antes de lo previsto; pero yo aún tardé un rato en ponerme en marcha. Al final conseguí guardar todo en la mochila, colocarme la sudadera y salir de clase. Estaba tan abatida que me costaba hasta moverme. La gente se arremolinaba en el pasillo y resultaba imposible avanzar hacia la salida, así que opté por apartarme un poco y esperar a que el camino estuviera libre junto a la puerta de acceso al patio.
Allí estaba Lauren, avanzando hacia la puerta, con las manos en los bolsillos y esa característica oscilación suya. Tampoco la había visto desde el concierto. Su pelo estaba recogido con una colita de caballo a medio hacer y por un instante imaginé cómo se vería con unos años más. Entonces me vio y sonrió. Esta vez el verde de sus ojos era cristalino y dejaba traspasar una mirada amistosa. Al menos, algo amable y menos frío para terminar la semana.
–Hola, ¿por qué estás tan abrigada?
–Pues todavía tengo frío, el aire que hace está congelado -le tendí una de mis manos.
–No, no, que me enfrías las mías. ¿Vas para la casa? Tengo que ir a devolver un libro a la biblioteca pero, si me esperas, nos vamos juntas.
–Si no tardas...
Me quedé esperando tras el cristal de la puerta de salida. La lluvia cubría todo. Lauren regresó enseguida y salimos a la calle. El aire frío y la lluvia me golpearon en la cara y tuve que medio taparme con las manos. Aunque me hubiera gustado avanzar más a prisa, la lluvia, que caía cada vez a mayor ritmo, y la inseguridad que me inspiraba el terreno húmedo me lo impedían. Ella caminaba a mi lado, en silencio. Al llegar al cruce, un coche nos pitó. Era Frank.
–¡Eh, pareja! Suban, que las acerco a casa.
Noté que vacilaba un momento, pero al ver que yo me dirigía decidida hacia el coche y me sentaba junto a Frank, me siguió y tomó el asiento de atrás.
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Pero a tu lado || Camren ||
FanfictionCamila es una estudiante de segundo de Bachillerato. Es divertida, inteligente y tiene muchos amigos. Pero su vida amorosa no está al mismo nivel. En realidad, ha sido bastante decepcionante hasta el momento, así que este año Camila ha decidido cent...