Una madrugada a principios de noviembre, en un lugar de esa ciudad...
Resopla mientras intenta cerrar la cremallera. Es casi imposible cerrarla. «Maldita maleta, si costará de cerrar», piensa Paco hasta cumplir con su objetivo. Hacía años que esas maletas que estaban guardadas en un armario no salían a la luz. ¿Cuánto hacía que no se iba de viaje? Lo recuerda, pero hace ya muchos años de eso, para ser exactos fue un año después de casarse, o lo que es lo mismo, desde que abrió su tienda de embutidos. Desde entonces, lo más importante fue el dinero, después el resto.
El sol todavía no se deja ver por la ciudad. Su mujer ya lo tiene todo preparado. ¡Casi ni se lo puede creer! ¿Quién le iba a decir que su marido había improvisado esta sorpresa? El mismo que hasta hace nada solo sabía quejarse de la vida y la gente que le rodea. El mismo que valoraba más el dinero que cualquier otro detalle. El hombre se dirige hasta la cocina. Parece que todavía tiene algo que recoger. Es entonces cuando pasa por la habitación de su hija. Estará durmiendo pues ella tiene clase en menos de una hora y media, y a su despertador todavía le quedan varios minutos para que haga su función. Coloca su mano en la puerta. Suspira y se siente orgulloso de la hija que tiene. Nunca se lo ha dicho, y en todo este tiempo apenas ha tenido interés en conocerla, pero desde hace unos días las cosas han ido cambiando y sabe que tiene una hija maravillosa. Una persona con ilusiones, con sueños, con miedos, pero que se esfuerza por conseguir todo aquello que se propone. Y no solamente eso, también está dispuesta ayudar a todo aquel que tiene a su lado. Pero, ¿quién le habrá educado así? Sabe que no ha sido mérito suyo, sino de su mujer y, por eso, espera recuperar todo el tiempo perdido con ellas, con su hija y su mujer.
—¿Estás seguro de que nos vamos? —Es la voz de su mujer que ha pillado a Paco desprevenido.
—Sí, sí. Claro que estoy seguro.
—Luego no me vengas preocupado por cómo va la tienda.
—Estoy tranquilo por ello. El chico que estará por las mañanas lo hará bien. Reconozco que no le veía del todo responsable. La primera impresión me hizo dudar. Su cabeza rapada, sus andares... me transmitían cierta prepotencia. Pero luego... me volví a equivocar. Puso interés en aprender, y ha dedicado algunas horas a observar todo lo que iba haciendo. Creo que merece una oportunidad.
—¿Y por las tardes?
—En lo que estamos de viaje permanecerá cerrado. Luego ya veremos... Ahora vamos a disfrutar que ya nos toca a nosotros.
Y, desde luego, es una de las ideas más acertadas que ha tenido. Darse unas vacaciones por primera vez después de mucho tiempo. Y no importa ni el día de la semana ni el mes en que nos encontramos. Porque la vida lo tiene todo. Junto a los días de esfuerzo, trabajo y sacrificio también están los días de descanso, vacaciones y momentos que hacen a uno sonreír, viajar y disfrutar del verdadero sentido de la vida.
El matrimonio sale por la puerta cargado con maletas e ilusiones. Su próximo destino será Italia. A través de Internet y una página de viajes han encontrado una oferta con la que podrán visitar grandes ciudades como Roma, Venecia o Florencia. Sus respectivos hoteles ya está reservados, lo demás será todo una aventura. Bajan lentamente las escaleras a causa del peso de las maletas. Pero, nuevamente, Paco vuelve a pararse en una puerta. Sus ojos se vuelven cristalinos por unos instantes, lo que tardan sus recuerdos en regresar a aquella trágica escena. Lo que daría por no haber visto ese suceso o, mejor, porque nada de esto hubiese pasado. Aquel día falleció un niño de tres años, y posiblemente también se fueran aquel día dos personas que por encima de todo amaban a su hijo. Sus padres siguen en este mundo, aunque jamás vuelvan a ser las personas que fueron. Por el contrario, Paco ha resucitado. Ha conseguido abrir los ojos para darse cuenta de que está en esta vida, que no todo es trabajo, sino que también hay tiempo para disfrutar y sobre todo días para hacerlos únicos. Se va alejando de esa puerta que le cambió la vida. Una puerta que, como muchas más, no siempre sabemos lo que hay detrás, pero en este caso tanto en el interior como en el exterior abunda una palabra que todos necesitamos: vivir.
![](https://img.wattpad.com/cover/345170542-288-k773784.jpg)
ESTÁS LEYENDO
"Yo también" no es decir te quiero
Romantizm¿Sabes? He estado observando esta mañana desde mi ventana. Algunos caminan cabizbajos, otros corren apurados de un lugar a otro como si se les fuese a ir la vida. Los hay que van a un bar en busca de una cerveza a falta de sonrisas. ¿Pero...? Todos...