Una tarde a principios de noviembre, en un lugar de esa ciudad...
Guillermo agita la cuchilla contra el agua caliente del lavabo. Su cara está recubierta de espuma. Y aunque su barba sigue sin ser del todo espesa, ha decidido afeitarse para estar perfecto para ella. Sí, Lucia es quien se merece estar a su lado. Lo ha seguido meditando en estas últimas horas, pero finalmente se convenció de que los dos se merecen una oportunidad y volver a ser felices. Y eso es lo que tiene el amor. Es el sentimiento que nos cambia todo. Porque el amor nos hacer reír, vivir, trabajar, llorar e incluso odiar. Sentimientos que giran a nuestro alrededor donde el amor es el más reclamado. Además, está lleno de sorpresas. Tal vez por eso un lunes lo hagan convertirse en un sábado. Ya se lo dijo Lucía. Sí, fue la primera vez que entró a su casa donde entre palomitas y una manta intentaron ver la película La última canción, sin embargo entre giros inesperados quedó de lado la película y surgió el primer intento de su primera vez. También recuerda cómo se escondió minutos después el estudiante, cuando in fraganti llegó su madre antes de la hora esperada y todavía no sabe cómo consiguió escapar sin que la mujer se enterara. Así, entre recuerdos, vuelve a sonreír Guillermo. Porque su mente crea las imágenes de su primera cita en aquel centro comercial donde merendaron en el Starbucks, cuando tan solo eran dos desconocidos que se estaban descubriendo el uno al otro. O cuando una madrugada le esperó la universitaria en el instituto para improvisar un nuevo sábado. ¡Sí! En eso consiste el amor. El amor no es otra cosa que improvisar sábados.
El joven termina de ducharse aunque no ha conseguido relajarse del todo. Son muchas las cosas que tienen que hablar: situación sentimental, celos, y lo que más le preocupa al joven, Inma. No le parecería justo ocultar a Lucía aquella conversación que tuvieron Inma y Guillermo cuando la chica expresó sus sentimientos. Aunque también es cierto que él en ningún momento le ha dado ilusiones. Y, obviamente, no tiene la culpa de nada. Ha ensayado mil veces el inicio de la conversación, aunque sabe que por más que se prepare un guión es difícil que salga como él quiera.
Cuando llega a su habitación mira el móvil. Tiene un wasap. ¿Será Lucía? Posiblemente. Lo comprueba pero esta vez se equivoca. En el grupo de "Los Pumas", es su amigo Rafa quien ha iniciado la conversación.
«¡Hola chicos! ¿Sabéis algo? Me acaban de llamar para hacer una reparación. Por lo que me han podido decir por teléfono creo que ya sé lo que es. Mañana os cuento cómo ha ido. Además, el anuncio está teniendo un montón de visitas. Muchas gracias Álvaro por la idea. Sé que todavía queda trabajo por delante pero me está ilusionando la idea. Gracias también a ti Guille. Tú también me has ayudado mucho».
La conversación la sigue Álvaro, que solo ha tardado dos minutos en leer el mensaje de su amigo.
«No sabes cuánto me alegro, de verdad. Te mereces eso y mucho más. Estoy seguro de que esto es tan solo el comienzo. ¡Mucha suerte Rafa! Por cierto Guille, ¿qué tal vas con Lucía? ¿Alguna novedad?».
Y tras esa pantalla que está completamente iluminada, hay el reflejo de una sonrisa sincera que se alegra de lo que sus ojos están leyendo. Luego, responde:
«¡Rafa! ¡Me alegro muchísimo! Demuestra lo que sabes. Estoy seguro que el boca a boca hará mucho. Tuviste una gran idea Álvaro. Sí, chicos, hay novedades. Esta noche he quedado en su casa para cenar. ¡Lo vamos arreglar!».
Y la conversación continúa en ese grupo de WhatsApp donde siguen los mensajes de ánimo para Guillermo. Y entre palabras resaltan risas, emoticonos felices e incluso alguna imagen que manda Álvaro con un guiño picante. Guillermo se distrae de la conversación cuando tocan a la puerta. Es Leire que entra sin pedir permiso, algo que los hermanos hacen de costumbre.
ESTÁS LEYENDO
"Yo también" no es decir te quiero
Romance¿Sabes? He estado observando esta mañana desde mi ventana. Algunos caminan cabizbajos, otros corren apurados de un lugar a otro como si se les fuese a ir la vida. Los hay que van a un bar en busca de una cerveza a falta de sonrisas. ¿Pero...? Todos...