•En donde JungKook es un mafioso que está obsesionado con Park JiMin, y hará todo lo posible para que sea suyo, a tal punto, de s2cuestrarlo
•O en donde JiMin está enamorado de JungKook, y es un completo masoquista que ama lo posesivo que JungKook...
📞• Oh, jungKookie... Que bueno que contestas. Debes estar muy asustado, seguro te da miedo que algo le pase a tu amado... Una lástima, que ahora tengo unas ganas bien inmensas de follarmelo cada vez que se me antoje, y cuando me aburra, mandarlo a el otro mundo. Aunque, claro... Si no quieres que eso pase, vas a tener que escucharme muy claro.
Con tan solo escucharlo unos segundos, se llenó de ira, quería insultarlo de todas las formas posibles, buscarlo en ese instante y matarlo. Fue entonces, cuando TaeHyung le hizo señas, lo conocía tan bien, como para saber que él no pensaría bien las cosas en ese instante.
—Siguele la corriente —dijo bajito.
JungKook asintió, prefería hacerle caso a TaeHyung, que ponerse a decir cualquier cosa que arruinara todo.
—¿Qué es lo que quieres?...
📞• Me encanta que seas tan obediente. Deseo muchas cosas, no sé ni por dónde empezar. ¿Sabes? Te pediré lo primero de mi larga lista, si quieres recuperar a esa zorra, tendrás que hacer todo lo que yo te diga, y cuidado con querer pasarte de listo, porque al primer intento, lo mato.
—Ya dime de una puta vez qué es lo que tengo qué hacer.
📞• Tranquilo viejo... Tendrás que depositarme la mitad de todo tu dinero. No quieras hacer trampa, porque sé exactamente cuánto tienes. Ya cuando lo hagas, te diré lo siguiente que tendrás que hacer. Tendrás 24 horas para eso. ¿Estás dispuesto a hacerlo?
—Estaré dispuesto a hacer todo lo que tú me digas, porque lo único que quiero es salvarlo, así tenga que perder todo, no me importa.
MinGi colgó la llamada, a lenguas se notaba que esa lista era para llevarlo a la ruina y joderlo, hacer que se quedase sin nada. Incluso, sería capaz de hacer todo lo que le dijera, si eso significaba salvar a JiMin de sus garras.
—No harás nada de lo que te dijo. Pero ahora tenemos que hacerle creer, que tú harás todo lo que él te diga, para así no levantar sospechas. Tu respuesta fue perfecta, entendiste rápido.
—Hay que darnos prisa, si le pone una mano encima me voy a volver loco.
Ambos observaron las grabaciones en el computador. Se veía como JiMin salía del hospital con ese tal Woong, se montaron en su auto y se fueron por la ruta que les había mencionado YuQi. Siguieron todo el rastro, fue difícil, pero lograron ver por dónde se fue. El imbécil se lo había llevado muy alejado de la ciudad, a tal punto que después, las grabaciones se acabaron y no lograron ver a dónde se fueron, porque por esos lugares ya no habían cámaras.
—Lo perdimos... No podremos salvarlo, tendré que hacer todo lo que me diga ese imbécil.
—Oye, calmate... —cerró la computadora—. Miremos el lado positivo, tenemos el rastro y la carretera por donde se fueron solo es una. Vamos a ir, seguro veremos algo.
