•En donde JungKook es un mafioso que está obsesionado con Park JiMin, y hará todo lo posible para que sea suyo, a tal punto, de s2cuestrarlo
•O en donde JiMin está enamorado de JungKook, y es un completo masoquista que ama lo posesivo que JungKook...
Desde la ida de MinGi todo transcurrió con normalidad, en ningún momento el trató de atacarlos directa o indirectamente, lo cual era bastante extraño. Aún así, JungKook nunca bajó la guardia, aumentó la seguridad de su casa por si cualquier cosa llegaba a pasar.
Por su lado, JiMin se sentía más tranquilo ahora que ese tipo no estaba ahí.
Durante esos días, no pudo dejar de pensar en cómo era su vida antes. Quería volver a ir a la universidad, no era tan entretenido ver clases desde casa, además, hace mucho tiempo que no salía, a diferencia de HoSeok, que se la pasaba en salida en salida con YoonGi, o él lo dejaba ir con sus antiguos amigos. Deseaba mucho salir a otro lugar que no fuese el jardín de esa casa...
Suspiró y siguió horneando los macarrones que se les había ocurrido hacer, ya que, estaba aburrido. Igual, también quería darle a JungKook un poco de esos. Se sentó en una silla, esperando por el mayor, odiaba que estuviese metido casi todo el día en el trabajo, ahora que se había hecho tan "famoso" era solicitado por muchas personas que estaban mentidas en el mismo mundo que él.
—JiMin...
Al escuchar la voz ronca de JungKook, JiMin salió corriendo hasta la sala, recibiendolo con una dulce sonrisa.
—Hola, ¿cómo te fue hoy?
—Como todos los días, estoy súper cansado —dejó su saco en el sofá.
—Oh, bueno, esperame en la habitación, tengo algo para ti, y también quería platicarte sobre algo.
—Ah, me da mucha curiosidad.
JungKook se va hasta la habitación y JiMin vuelve a la cocina, para servir los macarrones listos en un plato pequeño. Se fue de nuevo tras él y entró al lugar.
—Macarrones de maracuyá, espero te gusten...
Deja el plato en la mesita de noche y se sienta en la cama.
—Seguro que sí.
JungKook agarra uno para comerlo, si bien no le gustaba tanto el dulce, lo comería todo el tiempo si eso significaba ver a el rubio con los ojos brillando por la emoción que eso le daba.
—Mmm~ están deliciosos —asegura—. ¿De qué me querías platicar?
—Espero no te moleste lo que te quiero pedir —aparta la mirada—. Es que... Me siento demasiado solo, incluso HoSeok se alejó de mí, está muy ocupado con esos, ya sabes quiénes —suspira—. Solo estoy aquí encerrado todo el día sin hacer nada y...
—Puedo contratar a alguien para que te dé clases privadas de lo que tu quieras —interrumpe—, puede ser de arte, algún instrumento, cualquier cosa.
