•En donde JungKook es un mafioso que está obsesionado con Park JiMin, y hará todo lo posible para que sea suyo, a tal punto, de s2cuestrarlo
•O en donde JiMin está enamorado de JungKook, y es un completo masoquista que ama lo posesivo que JungKook...
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TaeHyung vio a JiMin a lo lejos, corriendo, al parecer tratando de escapar, sería algo que definitivamente no le permitiría, porque si eso pasaba, a JungKook seguro le daba un paro cardiaco al enterarse y lo mataría. Rápidamente salió de la casa y se fue detrás de él, por suerte, era mucho más rápido, por lo que en cuestión de segundos, pudo alcanzarlo y lo agarró del brazo.
—¿A dónde crees que vas?
—Sueltame —trata de safarce—. Dejame en paz, no es tu problema lo que yo haga.
—Sea mi problema o no, igual vas a venir conmigo, porque no voy a permitir que te vayas cuando Jeon te dio la orden de que te quedaras. Ah, y creeme, no le va a gustar para nada saber que te intentaste ir.
—¡Eres un chismoso! —reniega—. Por eso HoSeok no te quiere, por sapo y metiche.
TaeHyung no le hizo caso, lo cargó como costal de papas y lo llevó de regreso a donde de verdad tenía que ir.
—¿Sabes qué? No me importa si JungKook se entera de esto, el que se va a enojar de verdad soy yo, por privarme de mi libertad.
—Debería dejarte escapar para que te secuestren y te hagan de todo, a ver sí así te callas y dejas de ser tan terco.
—Ashh, no te soporto.
Apenas estuvieron dentro, JiMin se fue hasta su habitación. Estaba muy enojado porque su plan de escaparse a la casa de su amigo no funcionó. Tratando de parecer indiferente, se acostó a escuchar música toda la tarde, su atención abandonó el mundo real y su cuerpo se relajó, ignorando cualquier cosa existente a excepción de la música.
Al pasar las horas, JungKook se enteró de lo que pasó, TaeHyung se lo hizo saber cuando aún estaba trabajando. Se sentía decepcionado, porque creía que JiMin al fin entendía que estaba en peligro y que no lo hacía por celos como el creía, de verdad quería protegerlo de todo mal, porque si a el le pasaba algo, se moría. Mantuvo la calma, para poder entrar y hablar con JiMin, sin que este se sintiese atacado o se pusiera a la defensiva.
—Mimi, bebé... —se sentó en una esquina de la cama.
—¿Qué quieres?
El rubio al notar su presencia, le dio la espalda, mientras miraba a la nada.
—Primero que todo, quiero que sepas que lo que te voy a decir no es para regañarte o hacerte sentir mal. ¿Sí? Solo quiero que me escuches.
Como no obtuvo respuesta, siguió hablando.
—No puedes irte así como si nada, sin la protección de alguien, cualquier movimiento en falso hubiese sido peligroso para ti. Entiendo que quieras juntarte y pasar tiempo con ese amigo tuyo, sin embargo, es muy arriesgado... Perdón si pensaste que actué como un completo tóxico, no es así, lo que hice fue por tu bien y para que veas que no soy malo, puedes traerlo a la casa, pero que tenga cuidado, porque cualquier cosa que rompa aquí, vale más que todo lo que va a ganar en su vida.
