•En donde JungKook es un mafioso que está obsesionado con Park JiMin, y hará todo lo posible para que sea suyo, a tal punto, de s2cuestrarlo
•O en donde JiMin está enamorado de JungKook, y es un completo masoquista que ama lo posesivo que JungKook...
JungKook miró al chico parado en frente de él. Tenía muchas ganas de levantarse y echarlo a patadas de su oficina, pero no podía, no le convenía.
—Seguro me extrañaste mucho —dijo, con una sonrisa burlesca—. Antes de que te quejes, ya mandé mi equipaje a tu casa, me quedaré hasta que mi papá me ordene irme.
—¿Por qué estás aquí? —arquea una ceja—. Ustedes dos solo se acuerdan de mí cuando necesitan favores.
—Owww, no digas eso primito —finge estar ofendido—. ¿Quieres saber por qué estoy aquí? Tal vez... Me metí en problemas, o sea, no es para tanto, las personas son tan exageradas.
—¿Ahora qué hiciste? Sinceramente ya nada me sorprende, eres tan predecible.
—Y tú eres tan egocéntrico. ¿Sigues pensando que tienes la razón en todo, no? —sonríe—. En fin, hace unos tres días me fui a jugar con el mayor enemigo de mi padre a un casino. Hice un poquito, pero un poquito, de trampa para ganar. Es que, Dios, ¿por qué hoy en día la gente se escandaliza por cositas?
JungKook lo fulmina con la mirada, no lo soportaba. Desde que lo conoció desde pequeño, siempre se ha metido en problemas, le encantaba formar desastres y llevarse la atención de todos por eso. Lo más seguro, es que su padre lo envió con él para esconderlo, no tenía dudas de que lo estaban buscando para matarlo.
—Pero bueno, me voy, tu esclavo me va a llevar —dice, refiriéndose a YoonGi.
—En primer lugar, no soy su esclavo, y en segundo lugar, no te voy a llevar a ningún lado. Vas a tener que buscar la forma de irte tú solito, porque yo trabajo para JungKook, no para ti.
MinGi lo miró ofendido.
—Oye, primito. Dile que me lleve, no seas malo, ya me duelen los pies.
Jeon suspiró pesado.
—Yoon, ¿puedes llevarlo? Por favor, luego hablamos de esto.
—Bueno, esta bien...
YoonGi salió y llevó a MinGi hasta la casa. Unas dos horas después, estaba de regreso con JungKook otra vez.
—¿Y bien? Te esucho, es extraño que cedas tan rápido a una petición, sobretodo viniendo de alguien que no te cae del todo bien.
—Bien... —asiente—. Sé que te va a parecer estúpido, pero para mí es muy significativo del por qué lo hago.
—Dilo sin rodeos, no te voy a juzgar.
—Le prometí a mi madre que lo iba a cuidar siempre. Ella me dijo que MinGi no es una mala persona, no sé si lo dice porque ella de verdad lo adoraba, era como su segundo hijo —suspira—. Hago lo que pienso que a ella le gustaría que hiciera.
