Pasaron los días, los exámenes fueron todos terminados y las tareas todas entregadas por lo que podríamos disfrutar de unas largas vacaciones. Me encontraba haciendo la maleta ya que Tatsuya llegaría pronto a mi casa, mi madre era la que me elegía la ropa para que me llevara. A ella le hacía mucha ilusión de que me fuera con Tatsuya a algún lugar, bueno más bien le gustaba que pasara tiempo con Tatsuya, ya que aún no se le había quitado de la cabeza lo de que él y yo nos casáramos.
Cuando por fin terminamos mi madre me entregó mi maleta y me sonrió.
— ¡A por todas Goiri! — Al oír aquello me extrañé, pero al segundo lo relacioné con que ella quería que siguiera enamorando a Tatsuya o algo parecido.
— ¿Sigues con eso? — Suspiré mientras dejaba la maleta en el suelo y la agarraba del asa.
— Por supuesto, debo asegurarme que mis hijos estén con alguien con educación y dinero. Ya que después de todo mis hijos merecen todo lo mejor. — Dijo con cierta exaltación, parecía estar orgullosa de que fuéramos fuertes y estudiosos... Creo.
Después de 20 minutos Tatsuya llegó a la casa, me ayudó a sacar la maleta y a meterla dentro de su coche (auto, automóvil, carro), una vez que se guardó todo dentro me despedí de mi familia, Tatsuya hizo lo mismo, fui la primera en entrar en el coche mientras él seguía hablando con mi madre, una vez que terminaron de hablar él entró al coche y nos fuimos de allí.
— ¿Cuál será el primer destino? — Pregunté mientras miraba las fotos de los distintas destinos a los que iríamos.
— Tenía pensado ir primero a las islas vacacionales, tienen un parque de diversiones además de muchos lugares turísticos. — Dijo mientras conducía, podía notar una sonrisa en su rostro, al parecer él también estaba impaciente por las vacaciones de verano. — Por cierto, el hotel donde nos alojaremos pedí que nos dieran una habitación con dos dormitorios, en vez de dos habitaciones distintas. —
— Me parece bien. —
El viaje en coche fue entretenido, ya que la música en la radio nos entretenía además que solíamos cantar de ve en cuando. Al llegar al lugar sacamos las maletas y una vez que vieron a Tatsuya agarraron sus maletas y las mías, sin decir nada nos subieron directamente a la habitación que nos pertenecería.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
No tenía palabras para describir lo impresionada que estaba. Dejé mi maleta a un lado y salí al balcón, podía ver las vistas al mar, al parecer este hotel tenía playa privada. Por un momento me quedé con la mirada perdida en el mar, al menos hasta que Tatsuya me abrazó por detrás.
Al sentir su abrazo por un momento me sorprendí pero a los segundos me relajé un poco, estar en esa posición me hacía sentir algo nerviosa pero no estaba incómoda.
— Ya casi es hora de comer, que tal si primero comemos y luego vamos a la playa, o también a la piscina. — Dijo apoyaba su cabeza en la mía.
— Me parece bien. —
.
.
.
Pasamos el día entre risas y juegos, en la playa el se la pasaba sujetándome como una princesa o tirándome agua, pero él sabía que a eso no me ganaría después de todo era más fuerte que él. Cuando llegó la hora de irse a cambiar para poder dormir estuve buscando en la maleta alguno de los cuantos pijamas que mi madre me guardó.
Vi uno en especial que parecía como si quisiera algo... Lo descarté al segundo, me puse uno que consistía en una camisa blanca y un pantalón corto gris, era sencillo y para nada atrevido como lo que quería que me pusiera mi madre. Aquél pijama de satén rosa con bordes negros y bastante atrevido era algo que no pensaba ponerme durante este viaje.
Al cambiarme cerré la maleta y seguido, fui directa a la cama, estaba totalmente reventada de tanto jugar, comer y reír. Solo quería descansar, al tumbarme en la cama y cerrar los ojos, sentí como Tatsuya se acercaba a mi habitación.
— ¿Ya te vas a dormir? — Dijo mientras abría la puerta.
— Sí, estoy especialmente cansada. — Mientras decía esto él se sentó en el colchón de mi cama.
— Bien, entonces te dejo dormir tranquila. — Me dio un beso en la mejilla antes de irse lo cual acepté.
Después de aquello el tiempo empezó a pasar mientras yo dormía, hasta que sentí cierto ki, un ki que logró despertarme al segundo al notar su subida de potencia. Me asomé corriendo al balcón para poder ver en que dirección se encontraba aquél ki, la curiosidad y mi sangre de saiyajin pidiéndome pelear salían a flote. Dejé una nota por si él se llegara a despertar y viera que no estoy.
Nada más dejar la nota encima de mi almohada fui hacia mi balcón y salté, era un último piso por lo que cuando empecé a soltar ki aún quedaba una gran distancia entre el suelo y yo. La dirección en la que sentí el ki era en lo bordes de la isla, en dirección al oeste. Cuando llegué allí intenté disminuir mi ki lo máximo que pude y me acerqué poco a poco al lugar donde sentí ese ki, pero con cierta cautela.
Al llegar allí vi una especie de nave con un extraterrestre saliendo de ahí, su apariencia no era humanoide, más bien era asquerosa, piel como la de un lagarto con su cola, ojos amarillos saltones, cráneo bastante largo hacia atrás. Su cuerpo estaba cubierto de una especie de moco verde, realmente se veía asqueroso, opté por la vía rápida.
Saqué mi teléfono y le saqué una foto, seguido se la envié a mi padre y como no sabía si iba a responder le llamé.
LLAMADA
— ¿Goiri? ¿Ocurre algo? ¿Por qué me llamas tan tarde? —
— Te he enviado una foto, mírala y dime si lo conoces. — Dije en voz baja.
— Espera que miro...... ¿Qué es esa cosa? — Por el tono de su voz parecía extrañado.
— Puedes venir, algo en mí me dice que no es alguien amistoso. — Dije preocupada.
— Voy para allá. — Dijo contento. Al oír su tono de voz tan emocionado algo me decía que se estaba cambiando de ropa lo más rápido posible para poder luchar contra este individuo.
