Capítulo 28

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Mi padre estaba muy sorprendido por reencontrarse con sus antiguos amigos, yo en cambio me quedé viendo cómo él reía y sonreía junto con los demás aldeanos.

Tatsuya que se había acercado a mi se quedó sonriendo también al ver aquella escena.

— Quieren mucho a tu padre. — Dijo mientras me veía de reojo.

— Sí, son viejos amigos que llevan sin verse desde hace más de 25 años, normal que estén tan felices. — Dije mientras le sonreía a él de vuelta.

— ¿Los dejamos solos? Tengo sueño. — Dijo mientras bostezaba.

— Despidamos a mi padre y vayámonos a dormir. — Nos acercamos los dos a él y nos despedimos para ir a dormir, la gente del pueblo nos querían agradecer pero nosotros nos negamos ya que 1: Teníamos sueño, 2: Realmente quería golpearlos, 3: Me daría vergüenza que todo el mundo me estuviera agradeciendo.

Los dos volvimos a nuestra habitación, en el momento en que me acosté en mi cama sentí que Tatsuya se acercaba a mi habitación, por lo que sentí, parecía nervioso...

En el momento en el que abrió la puerta y entró en la habitación este se sentó en el borde de mi cama y suspiró.

— ¿Qué debería hacer? — ¿Acaso pasaba algo? — Yo... Siento que cada vez que estoy cerca de ti mi corazón late demasiado rápido, es extraño ya que nunca sentí esto por nadie... — ¡¿Me está expresando sus sentimientos mientras que estoy "dormida"?! — Cuanto tiempo... Cuanto tiempo tendré que esperar para que nos casemos. — ¡¿Perdona qué?! ¡¿CASARNOS?! — Definitivamente me casaré contigo. Yo no me rendiré. — ...... Si él pudiera ver mi rostro en este momento se daría cuenta de lo roja que estaba. Aún faltaba tiempo para que los dos fueramos mayores de edad pero él ya... Ya estaba pensando en eso.

Después de aquellas palabras se acercó a mi lentamente, intenté fingir lo máximo que pude, mi respiración, mis pulsaciones, todo debía calmarse. Depósito un beso en mi mejilla y seguido se fue con una sonrisa y un rubor en sus mejillas.

En cuanto cerró la puerta me reincorporé en la cama, inconscientemente toqué la mejilla que él me besó.

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Después de las vacaciones que tuve con Tatsuya estuve entrenando arduamente con mi padre, mi hermano Goten también entrenaba ya que no le quedaba de otra ya que nuestro padre no quería que Goten bajara su condición.

Una noche después de cenar decidí dar un paseo por lo que salí de casa no sin antes avisar a mi padre, en cuanto salí de la casa empecé a volar, esa sensación de el aire en tu cara, la adrenalina de no estar tocando el suelo...

Me quedé viendo la Luna mientras volaba, mientras la miraba recordé lo que me dijeron. Si miras la Luna llena teniendo la cola te convertirás en un mono gigante.

Al llegar a la ciudad me quedé viendo las luces, se veía hermoso. Mientras sobrevolaba vi a mi ex-madre ella estaba caminando por la calle con una bolsa en mano.

Me quedé extrañada pero no le di importancia. En el momento en el que me di la vuelta la oí gritar, cuando mi vista se puso en ella vi a unos hombres sujetándola para robarle todas sus pertenencias.

En cuanto vi eso volé hasta ellos y los golpeé, en cuanto ella me vió hacer eso ella lloró.

— Seiya... — Ella quería abrazarme pero no me dejé.

Saqué mi teléfono y llamé a Krilin para que viniera junto con los demás agentes de policía.

— Por favor, sé que nos equivocamos pero eso no quiere decir que no te quisiéramos. Te quisimos mucho Seiya, te criamos como si fueras nuestra propia hija... Sé que debimos haber buscado a tus verdaderos padres pero... Después de perder a mi hija y que de repente llegará otra con los recuerdos perdidos, pensé que Dios me estaba dando una nueva oportunidad, por eso decidimos cuidarte nosotros. — Dijo mientras lloraba.

— Estoy agradecida de que me cuidarais pero nunca debisteis hacer eso, hicisteis que mi familia pensara que estaba muerta durante todo este tiempo. Siempre me sentí fuera de lugar estando con ustedes por ello cuando encontré a mi familia por fin me sentí cómoda. — Al decirle todo esto mi mirada no apartó la suya.

En cuanto terminé de decir aquello atendí a Krilin que estaba esperando en la llamada.

LLAMADA

— ¿Puedes venir a donde me encuentro? —

— ¿Ocurrió algo? Por lo que he oído... —

— No tiene nada que ver con eso. Mientras que volaba vi a unos tipos asaltar a la persona que me crió por eso la ayudé, y por eso te estoy llamando. —

— Ya veo, tardo 3 minutos desde donde estás. No los pierdas de vista. —

— Tranquilo, los he noqueado. — Dije mientras los veía a los tres tirados en el suelo.

— Bien, no tardo. —

FIN DE LA LLAMADA

Después de la llamada con él esperé junto con mi madre adoptiva a que Krilin viniera. Ella no dejaba de mirarme, además de seguro ya había contactado con su hijo y marido.

En cuanto Krilin llegó le señalé donde se encontraban aquellos tipos, sus compañeros agentes se encargaron de esos tres mientras que yo veía como se acercaban mi padre adoptivo y Rei.

— Seiya... — Rei intentó acercarse a mi.

— Solo pasaba por aquí y vi todo. — Dije mientras daba un paseo hacia atrás.

— Hija por favor... —

— ... Krilin, yo me iré ya ¿Si? — Dije mientras pasaba mi mirada en él que se había quedado como estatua ante la situación.

— Si claro, gracias por tu ayuda. — Posé mi mirada en el y le sonreí.

Me separé de ellos y empecé a flotar delante de todos, toda persona que me hubiera visto estaba sorprendida.

— ¡Seiya! —

— ... —

— Mañana a las 11:00, en la cafetería nueva que han abierto en la calle 62. ¡Por favor ven! —

SeiyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora