Capítulo 14

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Una semana después de lo ocurrido nuestra vida volvió a ser normal, yendo al instituto, estudiando en casa y en el instituto y por último los entrenamientos con mi padre.

Era difícil poder compaginar todo, me despertaba desayunaba rápidamente y me iba junto con Goten volando, vamos a las clases y una vez que terminan vuelvo a casa pero la vuelta lo hacemos como una carrera de obstáculos... Usábamos las montañas, los árboles, cualquier cosa que nos toparamos en nuestra vuelta a casa.

Era una forma de entrenar el vuelo y sus movimientos. Al llegar me cambiaba y entrenaba con mi padre, luego cenamos, ducha y me pongo estudiar.

Así todos los días... Mi cuerpo se sentía agotado a pesar de que ya había conseguido acostumbrarme al entrenamiento de papá.

Me encontraba en clase de gimnasia, estábamos jugando al béisbol por petición popular. Mi hermano y yo estábamos en grupos diferentes por lo que cuando a él le tocó batear hizo un home run, él iba corriendo como si nada hasta que se detuvo al oír la voz de asombro de todos.

Este alzó la mirada al ver que todos lo hacían, fue entonces que me divisó a mi que había atrapado la pelota en pleno vuelo. Este se quedó viéndome con la boca abierta, yo al ver que todos me estaban observando cuando volví al suelo el entrenador se acercó a mí sorprendido.

— Vaya señorita Son, usted ha dado un salto de 8 metros de altura... No sabía que fuera tan buena. — Dijo sorprendido.

— Bueno... Es que he estado entrenando con mi padre. Él fue también campeón de las artes marciales según tengo entendido el réferi de allí conoce a mi padre desde que era un niño de 12 años. — Dije la verdad, porque me iba a costar decir una mentira.Todos estaban sorprendidos incluso mi hermano se acercó corriendo por si necesitara de su ayuda para salir de esta.

— ¡¿Tu padre fue campeón de las artes marciales?! ¡¿Como se llama?! Yo solía ver las artes marciales desde que era niño. — dijo mientras sonreía.

— Son Goku... —

— ¿Son Goku?.. Cuando era niño recuerdo haber visto a un niño bajito participar con ese nombre. — Parecía pensativo.

— Si nuestro padre era bastante bajito cuando era joven, no pegó el estirón hasta los 18. — Dijo Goten mientras ponía un brazo por mis hombros.

— Si... ¡Ahora lo recuerdo! Vuestro padre hacía unas técnicas muy increíbles incluso podía hacer el kame hame ha del legendario maestro roshi. — dijo mientras ponía una mano en mi hombro y la otra en la de Goten. — ¡¿Vosotros también podéis?! —

— Si... — dijo Goten al ver que este estaba muy emocionado.

— Yo llevo poco tiempo entrenando pero puedo algo. —

— ¡¿Podríais hacer uno?! — Nos miraba con ojos de cachorrito.

— Hazlo tu Goten, aún estoy entrenando. — dije mientras desviaba la mirada.

Goten me miró fijamente, luego miró a todos los que estaban allí los cuales estaban expectantes. Todos querían ver esa técnica de un maestro legendario de las artes marciales.

Goten suspiró por qué no le quedó de otra. Empezó a hacerlo, me quedé viendo bien como su ki salía rápidamente y se comprimía para luego soltarlo. Al hacer la técnica todos se sorprendieron, veíamos que todos estaban con la boca abierta.

— Oye Goten... ¡Eso fue increíble! ¡¿Cómo lo hiciste?! — Los amigos de Goten se acercaban a él rápidamente para preguntarle cómo, en cambio el profesor parecía estar mirando la trayectoria del ataque.

— Hermanos Son, dijisteis que vuestro padre os enseña esto ¿No? —

— Si... — Dijimos a la vez.

— ¿Ese ataque cualquiera puede aprenderlo? —

— Bueno... Primero debes tener un entrenamiento físico, después debes aprender a manejar el ki solo entonces podrás hacer esta técnica y otras muchas. — Dijo Goten mientras veía como empezaban a rodearme a mi también.

— ¡¿Eso quiere decir que pueden enseñarme a como utilizarlo?! ¡Siempre quise poder hacerlo! — dijo el profesor mientras sus ojos brillaban.

— Bueno... — De repente, sentimos el ki de nuestro padre el cual había aparecido de la nada.

— Goten ¿Por qué de repente utilizaste tu ki? Te sentí mientras estaba entrenando. — Todos se sorprendieron al ver a mi padre aparecer de repente.

— Lo siento, es que el profesor me pidió hacer el kame hame ha ya que te vio utilizarlo cuando eras niño en lo de las artes marciales. —

— Oh ya veo. — Como si nada mi padre reía. Mi maestro veía a mi padre como si de repente de un ídolo se tratara.

Al parecer la clase se gimnasia se había suspendido ya que el profesor se dedicó a charlar con nuestro padre. Los compañeros estaban alrededor de ellos dos oyendo todo... Seguramente ellos también querían aprender eso.

— Parece que tenemos la última hora libre Goten. — Dije mientras me cruzaba de brazos.

— Esto... Se nos fue de las manos... —

— Si... —

— Y como no paremos a papá se saldrá de la lengua... — Este me miró de reojo, los dos asentimos con la cabeza a la vez pues a pesar de que habíamos estado separados por mucho tiempo los dos cuando nos miramos solemos pensar lo mismo.

— ¡Oye papá! ¿No se supone que deberías estar trabajando? — Dijo Goten con los brazos cruzados.

— ¡¿Eh?! Bueno... —

— ¿Mamá sabe de esto? — Dije mientras me hacía la extrañada.

— ... — Este se acercó en un segundo a nosotros. — No le digáis ¿Si? —

— Pues espera en la entrada del instituto y no aquí. — Le susurraba Goten en el oído a nuestro padre.

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