Solo necesitaba llevarme la ropa y mis cosas, por los muebles ya nos ocuparíamos estando allí. Después de haber estado sacando ropa y guardándola en cajas, cerrarlas y sellarlas, y por supuesto hacer lo mismo con los objetos y cuadros... Lo único que si iba a llevarme a pesar de todo era el álbum de fotos que tenía yo en mi habitación.
Cuando guardamos todo, ellos fueron bajando las cajas bajo la mirada de mis padres. De repente cuando habíamos sacado todo de la casa Rei llegó, él estaba confundido pero al ver a mi padre supuso de que se trataba. Vio como me quedaba mirando a mi padre y al señor Piccolo atar las cajas.
— Veo que ya has tomado una decisión, Seiya. — Rei me miraba fijamente.
— Alguien ayudó a que tomara esa decisión. — Dije mientras lo veía de reojo.
— .... — Este desvió la mirada. Sabía a que me estaba refiriendo, después de todo fue él quien aceleró las cosas.
Después de haber atado todo vi como mis padres adoptivos me miraban fijamente mientras derramaban lágrimas, hice una reverencia y en esa posición dije aquellas palabras "Gracias por haberme cuidado todo este tiempo, en estos momentos no tengo intención de establecer de nuevo una conexión con vosotros pero puede que en el futuro os perdone las acciones que hicieron". Después de decir aquello llamé a la nube voladora, esta al llegar dejamos dos cajas encima de ella y seguido subí yo.
Mi padre y el señor Piccolo llevaron las otras dos, al despegar vi de reojo como mis padres se abrazaban mientras lloraban mientras que Rei veía como me alejaba. Posé mi mirada al frente y suspiré, mi nueva vida como Goiri iba a empezar de nuevo.
Mientras volábamos sentí mis ojos humedecerse, era algo difícil pero me habían mentido... Y no para protegerme sino para ocupar el lugar de su hija...
Mi padre se dio cuenta de que me sentía triste, él podía entender por una parte el como me sentía pues después de todo ellos me habían criado, pero lo que hicieron no estuvo bien... Eso era un secuestro.
— Tu abuelo ha decidido pagar por los muebles de tu habitación. — Dijo mi padre de la nada.
— ¿Mi abuelo?.. Supongo que mi abuelo materno. — Dije algo pensativa, además de que me había acordado de que mi padre era de otro planeta.
— Si, tu abuelo quería hacerse cargo de pagar eso. Cuando se enteró por parte de Chichi estuvo comprando muchos muebles y los traía hoy. — Dijo mientras sonreía.
— Ya veo, así que habrás que armar primero todo. — El camino se hizo corto ya que mientras volábamos oía las historias de mi padre y del señor Piccolo.
Cuando llegamos a la casa mi abuelo ya se encontraba allí, al verme fue corriendo a abrazarme. Me levantó por los aires como si fuera una niña chica y me estuvo sonriendo mientras soltaba lágrimas.
— Hola abuelo. — Sonreí para que dejara de llorar pero al parecer eso solo provocó que quisiera abrazarme más fuerte.
Mientras que mi abuelo no dejaba de abrazarme mi padre y el señor Piccolo llevaron mis cosas a lo que sería ahora mi habitación. Cuando ya se calmó nos dirigimos a mi habitación en la cuál mi padre y el señor Piccolo estaban mirando las instrucciones de como armar los muebles. Los cuatro nos pusimos a armar los muebles, cuando el armario ya estaba armado me centré en ir dejando la ropa en él mientras que ellos seguían armando las estanterías y las mesitas de noche.
Cuando había conseguido colgar toda la ropa en las perchas, ellos ya estaban colgando una de las estantería pequeñas junto al escritorio. Algunas pequeñas estanterías ya venían armadas por lo que solo tenían que colocarla en la pared.
El armario que mi abuelo me había comprado era bastante largo además de que tenía varios cajones por lo que era un armario/cómoda/estantería. Una vez que había podido guardar todo en el armario me fijé que mi padre y Piccolo ya había terminado todo, en cambio mi abuelo se encontraba hablando con mi madre que acababa de llegar junto con un nuevo uniforme escolar.
— Cariño este es tu nuevo uniforme. Además Krilin ya se encargó de todo tu papeleo por lo que te hemos matriculado con tu verdadero nombre. — Dijo mientras me entregaba el uniforme. Ella había comprado varios uniformes por lo que ya podía tirar el anterior el cual era de un color marrón horrible.
El uniforme actual de la escuela a la que iba a asistir junto con Goten y Trunks, era de un color azul la chaqueta, corbata y falda a cuadros roja, y la camisa blanca. Los jerseys que había para el uniforme de invierno también era de un azul además de que tenía el logo de la escuela en el lado izquierdo.
Guardé el uniforme mientras mi madre me mostraba las medias, me preguntaba el como de largas las quería. Le dije que en invierno serían altas y en verano serían por la debajo la rodilla, ya que ya estaba acostumbrada a eso.
Después de unas horas llegó Goten, al verme me abrazó mientras que me comentaba que había visto a nuestra madre en la escuela, por lo que él y Trunks habían sido testigos de como me matriculaban y estaría en la misma clase que Goten. Con el paso de las horas el señor Piccolo y el abuelo se fueron, quedando nosotros cuatro en casa, la cena era algo bastante particular por los montones de comida que había.
Cuando vivía con mi anterior familia siempre tuve que contenerme con la comida, ahora no tendría que contenerme. Cuando llegó la hora de dormir me dirigí a mi nueva cama y me quedé frita, realmente me quedé dormida en pocos minutos.
La alarma de mi despertador sonaba, ese maldito sonido de nuevo. Debía de cambiar el sonido ya me estaba cansado de oír el mismo. Me levanté algo cansada, cogí (agarré) el teléfono y miré la hora, suspiré mientras me levantaba de la cama. Agarré mi cabello en un moño y me dí una ducha rápida para despertarme.
Al salir me di prisa para ponerme el nuevo uniforme, como estábamos por octubre el frío ya empezaba a notarse por lo que me puse las medias largas, se quedaban a la altura del muslo y por debajo de la falda.
Al terminar de cambiarme y arreglarme el cabello el cual dejé suelto puse mis libros los cuales eran los mismos que había utilizado anteriormente en mi cartera nueva. Una vez lista bajé al comedor donde mi hermano y mi madre ya estaban esperando, Goten se acaba de sentar para desayunar por lo que me senté a su lado ya que mi madre había puesto mi desayuno a su lado.
Una vez que los dos terminamos de desayunar nuestra madre nos entregó nuestras fiambreras para guardarlas dentro de nuestras carteras. Cuando los dos salimos de la casa me disponía a llamar a la nube pero Goten me detuvo, según él llegaríamos más rápidos si él mismo me llevara por lo que decidí hacerle caso. Mi madre se despidió al igual que mi padre que aparecía por la puerta bostezando.
Goten me tomó en brazos y salimos de allí volando, poco a poco iba aumentando la velocidad para que yo no me asustara.
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Seiya
FanfictionNuestra prota Seiya sabía que era diferente pero no sabía que iba a ser tanto.