Destiny Blood (Kookv)

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- ¿Irás otra vez?

- Necesito acercarme a el, no sé cómo explicarlo, sólo debo hacerlo.

- Ten cuidado Tae, ya viste que no es como los otros, eso lo hace más peligroso para ti.

- Y más excitante - aclaró - hace que sienta curiosidad... Además se de quién se trata, es la primera vez que lo veo en persona pero se que es el... el chico que anduvo en mis sueños, al que nunca le vi el rostro.
No me preguntes como lo se, solo lo siento así.

- El vampiro que podría tener a quien quisiera a su lado, está embobado por el único rarito al cual no le puede controlar la mente.

Era verdad que Taehyung podía tener a cualquier humano que se le plazca, con solo chasquear los dedos apareceria alguien dispuesto a darle el placer que  pidiera, pero solo quería al pelinegro, al que huyó de su embrujo y el cual se atrevió a decirle lo que había visto, sin ninguna pisca de temor ni de vergüenza.

Era distinto ante sus ojos, sin contar que llevaba soñando con aquel chico más de lo que debería.

Por días comenzaba a odiar ser mestizo, Tener que dormir era lo que más le desagradaba, se sentía frustrado de no lograr ver sus rasgos cada vez que se internaba en sus sueños.

Si bien soñaba con este chico, se podría decir que esos eran los sueños más agradables que tenía, ya que generalmente solo eran fragmentos de tiempos pasados, tiempos en los que el aún no aceptaba su naturaleza y tiempo en los que fue el objeto de burlas y maltratos por parte de los de su especie.

Ni siquiera acabar con ellos le trajo a su mente la tranquilidad que necesitaba.

Ni si quiera eso logro erradicar el odio y el recelo que sentía hacia los otros vampiros.

Últimamente ese humano era el encargado de mitigar los pensamientos, se colaba en sus sueños constantemente y hacia que su mente respirara un momento, que se sintiera menos agobiado con todo lo que lo mantenía con ese odio hacia los que ya no están.

Aunque soñar con el tenía sus desventajas.

Por alguna extraña razón, su apetito sexual era inagotable.
Las ansias de sexo se multiplicaban, nadie era suficiente para apaciguar el fuego que había en su interior y sabía perfectamente que solo se calmaria cuando fuese el, quién estuviese entre sus piernas.

Cuando fuese ese humano el que estuviese follandolo intenso y profundo.

Por lo mismo esa noche decidió volver al bar, tal vez con algo de suerte podria verlo y averiguar más de el, saber que es lo que lo hace diferente al resto y porque se siente tan atraído con solo haberlo visto en persona una vez.

Además tampoco fue que hablaran mucho, fueron unas cuantas palabras, pero fueron suficientes para hacer que Tae quisiera más.

- Tengo curiosidad Yoongi, necesito saber porque siempre está en mis sueños y por qué se siente distinto a los demás humanos.
¿Estarás para mi si algo sale mal?

- Estaré para ti siempre Tae, lo sabes.

Las palabras del pálido le daban tranquilidad, lo hacían sentir más seguro con lo que haría.

Yoongi tenía ese efecto sobre el desde hace mucho, desde cuándo era humano y fue la razón por la cual lo convirtió en vampiro, sintió la necesidad de tenerlo a su lado.

El tampoco temió del vampiro, fue la primera persona que no lo vio con miedo y eso le hizo querer mantenerlo como su amigo.

Aún recuerda cuando le propuso a Yoongi el cambio, Pensó que le gritaría o se enfadaría, pero no fue así.