Respiró profundamente, reteniendo el aire en sus pulmones, para después soltarlo todo por la boca; antes de iniciar siempre un en vivo, JiMin se tomaba el tiempo para meditar, para que la pesadez y vibras negativas que tenía en su cuerpo salieran, quería estar en completa relajación para dar un buen espectáculo a sus fans.
Era inicio de semana y JiMin iba con toda la actitud a trabajar luego de que su fin de semana fuera extraordinario, conoció al hermano de Yoongi, JungKook era la persona más hermosa y amable aunque su apariencia dijera todo lo contrario, se habían llevado muy bien, tenían muchas cosas en común, entre ellos, sus gustos por los hombres mayores y que hablan hasta por los codos, tenían a Yoongi aburrido porque desde que se vieron no pararon de hablar de cosas que ni él entendía y prefería no preguntar.
Para cuando llegó la noche, JungKook lo invitó a un club que era propiedad de Yoongi, allí estuvieron hasta el amanecer bebiendo y bailando al ritmo de la música en compañía de los stripper que al final casi le dan su final feliz de no haber sido porque los guardias llegaron y se los llevaron, ambos habían acabado muy borrachos a tal punto de no acordarse que fue lo que pasó la noche anterior.
Volvió a tomar un respiro y finalmente abrió sus ojos, encendiendo la grabación.
— ¡Hola chicos! — saludó alargando la penúltima palabra. Hoy lucia un poco diferente, iba a transmitir con ropa y sólo usaría sus manos y boca para entretener al público, la parte baja de su espalda todavía dolía, no tanto como ayer —que ni daba para caminar— pero no estaba listo para meterse un pene de goma en su culo. — tenemos el pvt abierto por si alguno de ustedes quiere ir a privado.
Avisó mordiendo sus labios, la puerta de la habitación se abrió, dejando a la vista a un chico que jamás en su vida había visto. Lo observó con una ceja alzada, preguntándole con su expresión qué hacía ahí.
—Detén la transmisión y sal de la habitación— dijo poniendo sus cosas en la cama, se quitó la bata dejándola en la silla y caminó hacia JiMin en completa desnudes, teniendo sólo en sus muslos unas ligueras.
— ¿Disculpa? — preguntó tras no entender nada, miró el monitor y sin evitarlo soltó una risa que no tenía gracia —, por si no te diste cuenta estoy transmitiendo.
— Disculpa aceptada — sonrió sentando se en la punta de la mesa, viéndolo con sus brazos cruzados —. ¿Qué no te enteraste o SeokJin no te lo notificó?
— ¿De qué me tengo que enterar? — cuestionó con una ceja alzada, levantó su mentón y le echó una rápida mirada de pies a cabeza, era uno de los modelos que fue transferido el día de ayer; El_capitxn.
— SeokJin decidió darme esta habitación y este turno — añadió con orgullo, como si hubiera ganado el premio mayor — ahora yo soy quien pertenezco a la habitación morada ¿Y tú? Quien sabe.
— Espero que esto sea una jodida broma y una de muy mal gusto — espectó con molestia, apagando la transmisión con 2798 espectadores. Se puso de pie enfrentando al hombre, su mirada sombría lo observó con intensidad, el enojo plasmado en su rostro hizo retroceder un par de pasos a Jang Yi Jeong y pasó por encima de él llevándose su cuerpo con su hombro.
SeokJin lo estaba hartando y hasta que el día en que JiMin explote por todos los tratos injustos que tenía hacia su persona, ese día lo dejará en paz, porque sabrá que no es una dulce paloma así como lo pinta.
Salió de la habitación azotando la puerta con rabia, Jang Yi Jeong lo siguió por atrás. Las miradas curiosas se pusieron sobre ellos y el bullicio no se hizo esperar, todos preguntándose del por qué uno va enojado y él otro desnudo luciendo asustado. Estar desnudo por toda la casa era lo más normal, SeokJin trabaja con personas que no fueran hetero para crear un ambiente seguro por parte de las mujeres, donde se sintieran libres y fuera de las miradas perversas, lujuriosas y morbosas de los hombres.
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𝐖𝐞𝐛
FanfictionLa necesidad lo llevó a trabajar como modelo Webcam, pero la lujuria lo llevó a enredarse con el mafioso más poderoso y despiadado. JiMin no tenía ni idea en lo que se había metido, lo único que sabía era que su vida pasó de ser aburrida a una fantá...