Movió su cabeza tratando de escuchar algún ruido a su alrededor, su corazón latía a mil por segundos, su respiración era pesada y sentir su aliento chocar en su nuca lo hacía erizar de pies a cabeza.
En esos casos solo podía confiar en tres de sus cinco sentidos, sus ojos estaban vendados por una cinta roja, sus brazos estaban sujetados a una soga que colgaba del techo junto con uno de sus pies, el otro lo tenía colgando y solo la punta de sus dedos tocaban el frío piso de la habitación.
Estaba haciendo un split perfecto.
Su desnudez, sus curvas y su rostro con una bonita mueca de satisfacción estaban sacando de quicio a Min Yoongi ¿Como mierda podía resistir tanto sin hacerlo suyo? Estaba a disposición suya, con sus piernas abiertas; mostrándole su agujero palpitante, ansioso de que se la metan hasta el fondo.
Gimió dejando caer su cabeza hacia atrás, sentir como el líquido caía desde su clavícula hasta perderse en su abdomen fue doloroso, estaba tan frío que lo quemó, haciéndolo sollozar, tenía su piel sensible, anteriormente utilizó cera y cada gota iba acompañado de un azote. Su cuerpo entero estaba rojo y ardiendo, Yoongi no era de los que pegaban suave, cada azotada era más fuerte que la anterior, dejándolo con ganas de más, era el tipo de dolor que quería seguir sintiendo por lo bien que se sentía.
— No sabes como esa vista me pone duro — confesó con sus manos en su cintura. Sacó su lengua y la pasó por su vientre, viendo como su estómago se contraía a medida que iba subiendo. JiMin estaba aguantando la respiración en sus pulmones, removiendo se en sus brazos — cariño mío — lo llamó en un suspiro, besando sus labios. — ¿Te gusta el chocolate, no?
Asintió relamiendo sus labios, queriendo decir algo pero fue callado por la boca de Yoongi, su lengua paseándose por toda su cavidad lo hizo marear y sentir tonto, no podía seguir el ritmo porque el éxtasis le nubló sus pensamientos.
Se separó, el hilo de saliva se vino con sus labios, sonrió, viendo lo hinchado y rojo que estaban los labios de su compañero, estaba obsesionado con JiMin, amaba besarlo y JiMin no se negaba, le gustaba que su pareja lo estuviera bese y bese a cada segundo.
Besando sus labios por milésima vez, pegó su pelvis con la de JiMin, sosteniendo su pene contra el abdomen de su pareja. Con su otra mano agarró el frasco y vertió el líquido en su glande gordo, empapando la barriga de JiMin.
Estaba frío, sintiendo como su miembro llegaba hasta su ombligo, ¿Cómo podía ser tan grande? Se cuestionó soltando un suspiro entrecortado.
— Oh~ Yoon-gi — jadeó enroscando los dedos de su pie, sintiendo como su pene se abría paso en su interior, podía sentirlo todo por la posición en que estaba. — espe-ra, duele.
— Bendita flexibilidad tuya, JiMin — negó mordiéndose su labio inferior, deslizándose con fervor en su interior, ver el líquido marrón alrededor de su ano, empapando sus bolas lo calentó, había utilizado el chocolate como lubricante. — Oh — sonrió enloquecido por como se sentía, su pene siendo abrazado por las paredes anales de su novio fue una locura, su interior se sentía tan bien, tan calentito, tan rico — voy a volverme loco dentro de tí.
Jodida mierda, no podía emitir algún sonido, su boca se encontraba medio abierta, estaba perdido en la noción del tiempo, apretando inconscientemente su culo, como le había dolido. El dolor punzante en su entrada se volvió nada cuando golpeó su próstata y vio el paraíso, quedando fuera de este plano terrenal.
No estaba preparado y el que Yoongi haya entrado de un solo, lo desgarró, lo tomó con tanta sorpresa que le costó volver en sí, acostumbrarse fue un completo martirio placentero, nunca había cogido con los ojos vendados y hacerlo por primera vez lo hacía sentir vulnerable, expuesto ante su novio, con sus nervios a flor de piel y sus sentidos en alerta, podía sentir la adrenalina recorrer su cuerpo, junto con esa dureza que lo seguía penetrando sin descanso, maltratando sus recto.
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𝐖𝐞𝐛
FanfictionLa necesidad lo llevó a trabajar como modelo Webcam, pero la lujuria lo llevó a enredarse con el mafioso más poderoso y despiadado. JiMin no tenía ni idea en lo que se había metido, lo único que sabía era que su vida pasó de ser aburrida a una fantá...