CAPÍTULO 10

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— Llegamos — avisó estacionando el auto frente del edificio. JungKook se giró a ver a JiMin y le sonrió extendiendo su mano hacia el canino, acariciándole su cabecita — un día de estos podríamos pasear a mi nubecita y a Yeontan, tu amigo también puede venir con nosotros.

— Seguro — asintió mordiéndose sus labios, se colocó a medio lado y observó a JungKook fijamente —. JungKookie.

Lo llamó no estando muy seguro, por un lado quería preguntarle pero por el otro no, no quería llevarse una sorpresa. Sólo quería sacarse la duda.

— Dime.

— ¿Alguien qué está preso puede salir de la cárcel por unas cuantas horas? No sé si me hice entender pero es como si yo estuviera preso y pudiera salir, hacer algo y volver a entrar. — trató de explicar haciendo ademanes con sus manos, queriéndole dar más transfondo a lo que quería llegar.

— Es imposible que un expresidiario tenga esas libertades  — respondió y JiMin asintió mordiendo su mejilla interna, sintiendo un alivio recorrer todo su cuerpo —, más sin embargo; quien tiene poder e influencia no solo dentro de la prisión sino fuera de esta, puede darse ciertos gustos como salir; coger, beber, hacer lo que se le venga en gana durante un cierto tiempo, porque la cárcel es como la escuela, llaman a lista a cada  hora. De hecho, llamaron a lista hace treinta minutos— dijo viendo la hora en el reloj que descansaba en su muñeca izquierda.

— Oh — fue lo único que pudo decir, asintió con su cabeza y tomó sus cosas. Con la información que JungKook le suministró no sabía que pensar, todo cuadraba y no tenía duda de que Taehyung estaba hablando con un expresidiario que sabrá Dios que hizo para estar preso. — Nos vemos otro día, JungKookie.

— Adiós Mini — JungKook se forzó en hacer una sonrisa, no tenía que ser tonto para llegar a una conclusión con respecto a lo que habló con JiMin. Jay lo iba a escuchar. — por mensajes te sigo contando sobre nuestro viaje.

— Ok — sonrió abriendo la puerta del auto, se enganchó su bolso en su hombro y cargó a Yeontan en sus brazos. — si hoy hay peda me avisas y pasas por mí, si hay pedo no, yo a eso no me entro.

— ¿Y a las drogas? — negó — ¿Mota? — movió su cabeza y JungKook se echó a reír apretando el volante —¿Vape? — volvió a negar y JungKook frunció el ceño — ¿Brownies mágicos?

— No he consumido nada de eso, JungKook. — dijo con horror.

— Bueno, un día de estos nos fumamos algo allá en algún hotel de Dubái — lo invitó guiñándole un ojo, teniendo una media sonrisa en sus labios.

— Seguro — cerró la puerta del auto girando sobre sus talones, tomó un respiro mirando el edificio antes de comenzar a caminar hacia la entrada.

JungKook se había ofrecido a traerlo al edificio donde vivía Taehyung, también se ofreció a llevar a Momo pero la fémina rechazó la oferta diciendo que su moto estaba en el parqueadero. Su salida no duró menos de una hora, todos tenían cosas que hacer, por lo que JungKook le dijo, su novio se iría de viaje y necesitaba unos papeles importantes que el único que sabía dónde estaban era él, también de ayudarle a arreglar la maleta entre otras cosas.

— Dime — contestó la llamada ingresando al elevador, presionó el botón número quince y esperó a que las puertas se cerraran. — ¿Ya estás en el hotel?

Ya estoy en el hotel — respondió con media sonrisa, JiMin lo observó y no pudo evitar sentirse nervioso — te llamé porque ingresé a la página y me sale que estuviste activo hace una hora ¿Tienes el día libre o no fuiste a trabajar por la resaca?

𝐖𝐞𝐛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora