Frotó sus ojos acostumbrándose a la luz del día, habían llegado en la madrugada a Paris, con sueño y el cansancio por las largas horas de viaje les impidió cerrar las persianas.
Bostezo rodando por la cama, escuchando a lo lejos su celular sonar con insistencia, no tenía ánimos, estaba tan cansado que solo buscó el cuerpo de Yoongi y se acurrucó en su pecho, dispuesto a seguir durmiendo por horas.
Yoongi lo abrazó de vuelta, acomodándose en la cama para esconder el rostro de su novio en la curva de su cuello, amaba dormir abrazado a él. Era su refugio y su lugar seguro, sentir su corazón latir contra su torso era lo único que necesitaba para que todo estuviera en orden.
— Me pasas mi celular, Yoongi — pidió somnoliento, abriendo un poco los ojos, quedando deslumbrado por esa vista, la torre Eiffel era impresionante, nunca se imaginó despertar con ella frente suyo. — Gracias — volvió a bostezar, respondiendo la videollamada —, hey, hola.
— Hasta que penerespondes esa porquería de teléfono, JiMin.
Vociferó con molestia, recogiéndose sus caballos en una coleta alta, JiMin lo miró con una ceja levantada, viendo cómo a su flequillo le ponía un ganchito de conejo.
— Lo siento — se disculpó pestañeando, el sueño estaba ganando y su batalla por quedarse despierto estaba fracasando — ¿Y eso qué me llamas?
— Peneperdón si te levanté, se me olvidó que haya todavía es de mañana — se disculpó riéndose, poniendo el celular contra la almohada — ya en unos días iré a Francia hacerte compañía, Yoongi me contó de la boda ¿Y quien mejor que yo y mi esposo para ser sus testigos?
— ¿Boda? ¿Quién se casa? — preguntó desconcertado, tratando de abrir los ojos, estaba luchando por no dormirse — ¿Tú te casarás, JungKook?
— ¿¡Qué!? No, ya lo estoy, que los medios hayan dicho que Nam y yo estamos comprometidos eso no quiere decir que sea verdad — negó poniendo sus ojos en blanco, riéndose por todo lo que a estado saliendo en las redes —. Estoy hablando de tu boda con el tonto de mi hermano.
— Oh — murmuró abriendo por fin los ojos, JungKook lo miró y sonrió esperando una respuesta que demoró minutos en llegar — no sabía que me iba a casar.
— ¿Cómo que no si llevas planeando esto desde hace dos meses? ¿Sabes en qué mes estamos? Estamos en agosto, llevas ya tres meses fuera de Corea, la boda por el civil es ahora a finales de mes ¿Qué no te acuerdas? ¿En qué mundo vives, JiMin?
Cierto, luego de que llegaron de Busan, Yoongi le dió la noticia de que se irían de vacaciones por unas largas pero no aburridas semanas, recorrieron varios paises y su último destino fue París Francia.
— ¿Tan rápido? — cuestionó sorprendido, el tiempo si que se había ido volando, en un abrir y cerrar de ojos, había perdido la noción del tiempo semanas atrás, cuando no se ha venido sintiendo bien y pasa más en cama que de pie.
Asintió desorientado, las semanas si que se fueron volando, habían estado planeando su casamiento y donde se llevaría a cabo, no había entendido cual era la prisa cuando lo podían hacer incluso el año que viene o dentro unos cuantos meses más, pero no cuestionó, solo cerró su boca y se dijo que si las cosas no funcionan solo se debían divorciar.
Francia parecía el lugar perfecto para su boda, Yoongi le había dicho que casarse en la ciudad del amor era una buena idea para que su matrimonio perdure y nunca se desvanezca el amor entre ellos. Él aceptó porque también pensaba eso.
— ¿Por qué estás tan flaco? — cambió de tema, verlo era raro, no se veía como días atrás, sus mejillas habían desaparecido junto con sus músculos — ¿Estás enfermo?
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𝐖𝐞𝐛
FanfictionLa necesidad lo llevó a trabajar como modelo Webcam, pero la lujuria lo llevó a enredarse con el mafioso más poderoso y despiadado. JiMin no tenía ni idea en lo que se había metido, lo único que sabía era que su vida pasó de ser aburrida a una fantá...