— Y si las cosas salen mal y ese hombre comolica las cosas, ¿Qué harás? ¿Le perdonarás o...?
— ¿Desde cuando andamos tan pesimistas? — Respondió con otra pregunta sin mirar a Louis, su mirada estab puesta en el escritorio y los círculos imaginarios que hacia con el dedo —, esperemos no llegar hasta ese punto, confío en que ese trabajo saldrá a la perfección de acuerdo al plan, y si no es así, ese hombre sabe lo que le espera, fallar no es opción si quiere que su familia salga ilesa.
— ¿Serías capaz de hacerlo? ¿No te va a temblar el pulso sabiendo que sus hijas y su mujer son inocentes y no tienen nada que ver aquí?
— Louis, ¿Qué te pasa hoy? — se echó a reír levantando la mirada para ver confuso a la mano derecha de su esposo — al momento en que él entro a este negocio, sabia a la perfección las consecuencias, además, yo solo te daré la orden y tu te encargarás de hacérsela saber a los matones de Yoongi si dado el caso de que las cosas salgan mal, ¿Es así como funciona esto, no?
Louis asintió con media sonrisa, JiMin estaba aprendiendo muy rápido y le sorprendía como su actitud había estado cambiando conforme los días pasaban, seguía siendo el mismo, pero cuando se trataba de trabajo, era una persona completamente diferente, su manera de trabajar no se comparaba con a la de Yoongi, sus métodos eran diferentes pero obtenian el mismo resultado.
Dos toques en la puerta se escucharon, y seguido de un pase por parte de Louis, la puerta fue abierta dejando a la empleada a la vista.
— Señor, en la sala hay alguien que lo busca — comunicó con su cabeza baja y sus manos detrás de la espalda —, no me quiso decir su nombre pero es una mujer.
JiMin miró a Louis antes de tomar un suspiro y ponerse de pie para caminar a la sala.
— ¿Quién eres tú? ¿Te conozco? — interrogó viendo a la mujer, en su puta vida la había visto. — ¿Se te ofrece algo?
— Pensé que ya me conocías, digo, con eso de que Yoongi me conoce tan bien — sonrió dejando su bolso en la mesa, recorriendo cada rincón del living. — la última vez que estuve aquí se veía diferente.
Comentó, poniendo ahora su miraba sobre JiMin, y, lo examinó de pies a cabeza con vanidad.
JiMin negó levantando los hombros, repitiendo la misma acción que la fémina, su vestido morado contrastaba con su piel, pegándose a su delgado cuerpo y resaltandole esa diminuta cintura. Los tacones eran del mismo color que el vestido, altos, puntiagudos y de tacón grueso, sus cabellos castaños llegaban hasta su cadera, portando pequeños moños.
— No, no me a hablado de tí ¿Eres una amiga suya? — preguntó dudoso, preparándose para lo que sea que le fuese a decir en los próximos segundos.
— Permíteme presentarme en ese caso, soy Jennie, Kim Jennie — se presentó con media sonrisa — la ex de Yoongi.
— La ex — asintió con una opresión en su pecho, el aire por un momento le faltó, que significaba eso? — ¿A qué has venido?
— ¿Quién te dejó pasar? No tienes permitido estar aquí — Louis interrumpió, agarrando a la joven por el brazo — acompáñeme a la salida.
— Louis, déjala — pidió JiMin, ¿Por qué sentía que le diría algo malo? Algo que acabaría con su paz, algo que lo haría llorar — ¿A qué has venido, Jennie?
— Ya escuchaste — se zafó del agarre, poniéndose de nuevo frente suyo, se inclinó y agarró su bolso, sacando su celular —, míralo por tí mismo, mira la clase de esposo que tienes.
Sostuvo el celular, dándole una mirada de desconfianza a Jennie antes de ponerla en la pantalla, el vídeo se reprodujo y en cada segundo que transcurría, su corazón se partía en miles de pedazos que se convirtieron en millones y su mundo se caía.
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𝐖𝐞𝐛
FanfictionLa necesidad lo llevó a trabajar como modelo Webcam, pero la lujuria lo llevó a enredarse con el mafioso más poderoso y despiadado. JiMin no tenía ni idea en lo que se había metido, lo único que sabía era que su vida pasó de ser aburrida a una fantá...