Capitulo 40.

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—¿Estás seguro de que podrás hacerlo?

—Puedo hacerlo.

—Percy, aprendiste a aparecerte hace tan solo dos semanas.

—Estoy listo, ___.

La chica asintió y luego la pareja se reunió con los hermanos mayores de Percy, luego de aparecerse y llegar los cuatro, con todas sus extremidades en su lugar, vieron una buena fogata, y olisquearon huevos y salchichas.

—Ahora mismo acabamos de aparecernos, papá —anunció Percy en voz muy alta —. ¡Qué bien, el almuerzo!

—Oye— el pelirrojo se giró a ver a su novia—. Lo hiciste bien.

—Gracias, aprendí por ti.

Estaban dando cuenta de los huevos y las salchichas cuando el señor Weasley se puso en pie de un salto, sonriendo y haciendo gestos con la mano a un hombre que se les acercaba a zancadas.

—¡Ajá! —dijo—. ¡El hombre del día! ¡Ludo!

—¡Ah, de la casa! —les gritó Bagman, contento. Caminaba como si tuviera muelles en los talones, y resultaba evidente que estaba muy emocionado—. ¡El viejo Arthur!

Percy se adelantó apresuradamente con la mano tendida. Aunque desaprobaba la manera en que Ludo Bagman dirigía su departamento, quería causar una buena impresión.

—¡Ah sí! —dijo sonriendo el señor Weasley—. Éste es mi hijo Percy, que acaba de empezar a trabajar en el Ministerio, ella es su novia, ___ Snape, y éste es Fred... digo George, perdona, Fred es este de aquí. Bill, Charlie, Ron, mi hija Ginny, y los amigos de Ron: Hermione Granger y Harry Potter.

___ estaba demasiado ocupada molestando a los gemelos de que ni su propio padre podía diferenciarlos, que se perdió gran parte de la conversación entre los hombres.

—Al menos mi padre me quiere— dijo George haciendo que ___ abriera la boca sin argumentos, los gemelos rieron conformes—. Golpe bajo, Snape.

—Que te den, Weasley.

—¿No te gustaría hacer una pequeña apuesta, Arthur? —dijo con entusiasmo, haciendo sonar en los bolsillos de su túnica negra y amarilla lo que parecía una gran cantidad de monedas de oro—. Roddy Pontner ya ha apostado a que Bulgaria marcará primero.

—Eh... bueno, bien —respondió el señor Weasley—. Veamos... ¿un galeón a que gana Irlanda?

—¿Un galeón? —Ludo Bagman parecía algo decepcionado, pero disimuló—. Bien, bien... ¿alguna otra apuesta?

—Son demasiado jóvenes para apostar— dijo el señor Weasley—. A Molly no le gustaría...

—Apostaremos cincuenta y siete galeones, veinte sickles y cinco knuts a que gana Irlanda —declaró Fred, al tiempo que él, George y ___ sacaban todo su dinero en común—, pero a que Viktor Krum coge la snitch. ¡Ah!, y añadiremos una varita de pega.

—¡No le irán a mostrar al señor Bagman semejante porquería! —dijo Percy entre dientes.

Pero Bagman no pensó que fuera ninguna porquería. Por el contrario, su rostro infantil se iluminó al recibirla de manos de Fred, y, cuando la varita dio un chillido y se convirtió en un pollo de goma, Bagman prorrumpió en sonoras carcajadas.

—¡Estupendo! ¡Hacía años que no veía ninguna tan buena! ¡Les daré por ella cinco galeones!

Percy hizo un gesto de pasmo y desaprobación, ___ se inclino en una reverencia a su novio con una sonrisa llena de ego.

—Muchachos —dijo el señor Weasley—, no quiero que apuesten. Esos son todos sus ahorros. Su madre...

—¡No seas aguafiestas, Arthur! —bramó Ludo Bagman, haciendo tintinear con entusiasmo las monedas de los bolsillos—. ¡Ya tienen edad de saber lo que quieren!
¿Piensan que ganará Irlanda pero que Krum cogerá la snitch? No tienen muchas posibilidades de acertar, muchachos. Les ofreceré una proporción muy alta. Así que añadiremos cinco galeones por la varita de pega.

Prefecto Perfecto.- Percy Weasley y Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora