Prefecto Perfecto.- Percy Weasley y Tú.

Capítulo 21.

__ iba caminando por los pasillos junto a Percy, tenían el día libre porqué la noche de Halloween había sido larga.

—¡RON!

Percy, con su resplandeciente insignia de prefecto, se había detenido al final de las escaleras, con una expresión de susto en la cara, __ aguanto la risa de nerviosismo.

—¡Esos son los aseos de las chicas! —gritó el pelirrojo—. ¿Qué estás haciendo?

—Sólo echaba un vistazo —dijo Ron, encogiéndose de hombros—. Buscando pistas, ya sabes...

Percy parecía a punto de estallar.

— Ya, chicos... fuera... de aquí... —dijo, ___ caminando hacia ellos con paso firme y agitando los brazos para echarlos—. ¿No se dan cuenta de lo que podría parecer, volver a este lugar mientras todos están comiendo?

—¿Por qué no podemos estar aquí? —repuso Ron acaloradamente, parándose de pronto y enfrentándose a Percy—. ¡Escucha, nosotros no le hemos tocado un pelo a ese gato!

—Eso es lo que dije a Ginny —dijo Percy con contundencia—, pero ella todavía cree que te van a expulsar. No la he visto nunca tan afectada, llorando amargamente. Podrías pensar un poco en ella, y además, todos los de primero están asustados.

—A ti no te preocupa Ginny —replicó Ron, enrojeciendo hasta las orejas—, a ti sólo te preocupa que yo eche a perder tus posibilidades de ser Representante del Colegio.

—¡Cinco puntos menos para Gryffindor! —dijo ___ secamente, estaba enojada con Ron, sabía que esos comentarios afectaban a Percy en gran manera.

— ¡Y espero que esto te enseñe la lección! ¡Se acabó el hacer de detective, o de lo contrario escribiré a mamá!

__ notó como las manos de Percy temblaban, ella tomo una de ellas y prácticamente arrastró a su novio hasta el otro lado del colegio. Percy se sentó en el pasto y apoyo su cabeza en un árbol.

—  ¿Estás bien?

— Estaba siendo un día genial.

—  Son sólo niños.

—  Nosotros no éramos así de niños, __.

La joven se sento junto al chico y sonrió.

—  ¿Recuerdas esa vez que rompí una de las tazas de Trelawney y le echaste la culpa a Oliver? O la vez que mi padre nos reto por haber tratado de escapar de Hogwarts, y la vez que fingiste romperte la pierna para que te dejarán entrar a la enfermería para verme tras mi caída en un partido de Quidditch.— Percy sonrió—. Aún somos sólo niños, Perce.

— Tal vez tienes razón.

— ¿Tal vez?

Ambos rieron, Percy estiró el brazo para arrancar una flor que estaba cerca, se la entrego a su novia la cual volvió a sonreir ante el gesto.

— Eres muy tierno, Perce.

— No lo soy.

— Claro que sí.

La joven se levanto y le tendió la mano al pelirrojo, él la tomó y caminaron nuevamente por los pasillos de Hogwarts, ambos estaban callados, pero no era un silencio incómodo, al contrario, ambos disfrutaban de la tranquilidad del otro.

— Percy, creo que perdí mi insignia.

El joven se giro a mirar la bata de la chica, __ hizo un leve puchero con los labios y el pelirrojo sonrió al notarlo.

— Seguro estaba suelta y se cayó por ahí, cariño. Ven, vamos a buscarla.

__ se giró para seguir a Percy que estaba atento a ver si encontraba la placa de prefecto en el suelo.

— Tal vez la perdí afuera, o quizás nunca me la puse.

El pelirrojo se giro a mirar a lo joven y entrecerro los ojos pensando si la había visto con insignia en la mañana.

— Creo que no te la pusiste esta mañana, __.

— Perdón por hacernos devolver.

El pelirrojo se acercó a la joven y dejó un suave beso en los labios de ella.

— Está bien, no te preocupes. Igual  deberíamos ir a comer algo al Gran Comedor, ya es tarde y va a comenzar la cena.

— Sí, tienes razón.

Percy tomó la mano de su novia entrando al comedor, tomaron asiento lejos de Ron y Harry al contrario de como era habitualmente.

— Oye, Perce. Me preguntaba si quieres pasar las vacaciones conmigo.

— Claro, amor. ¿En tu casa?

—  De hecho...siempre dices que te gustaría conocer Italia y pensé que quizás, querrías ir conmigo.

— Sabes que no tengo el dinero para eso, __.

— Y tu sabes que no debes preocuparte de eso, te estoy invitando.

— No me gusta aprovecharme de eso, cualquier lugar esta bien para mi si estas tú, __, no importa si es Italia, Viena, tu casa o debajo de un puente.

— Sólo di que si, Perce.

El pelirrojo miro hacía la pared tratando inútilmente de ignorar la pregunta, cerro los ojos tomando aire y soltandolo en un suspiro para luego asentir.

— Está bien, iremos.

___ soltó un pequeño sonido agudo de alegría haciendo reír a Percy, los que estaban cerca de ellos se giraron a ver confundidos.

— ¿Qué miran?— dijo __ con una expresión sería haciendo que todos voltearan a cualquier otro lugar.

Percy negó con diversión y comenzó a comer lo que tenía en su plato, __ imito la misma acción, al terminar ambos se levantaron y fueron a la sala común.

— ¿Quieres pasar a mi habitación un rato?

— De acuerdo.

La joven siguió a Percy hasta su habitación ambos se acostaron en la cama del pelirrojo, hablaron e hicieron mimos el uno al otro por largos minutos, __ le dio un beso a Percy antes de levantarse para ir a su habitación. Al salir, Fred y George se cruzaron por al frente, Fred sonrió traviesamente.

— ¿Te divertiste?

— Jodete Fred.

— Hey, recuerda que yo soy él que te entrega los globitos protectores, tratame bonito.

— Bonito tu trasero, Weasley.

— ¡Gracias por el cumplido!— respondio Fred.

— ¿Tendremos el mismo trasero?— preguntó George por lo bajo.

Los gemelos comenzaron a analizar si realmente se parecían en aquello también provocando una sonora carcajada en la joven Snape.

— Buenas noches chicos.

— Él mío es más bonito.—  dijo George.

— Pero el mío es más visto.— contestó Fred dando por terminada la conversación.

— ¡Ambos son iguales!— gritó __ desde la puerta de su habitación.— ¡Pero el de Percy está mejor!