Capítulo 6.

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— ¡Hey, __!

La joven se giró ante el llamado de Wood.

— Hola, ¿qué sucede?

— La profesora McGonagall me ha pedido decirte que esta noche a las siete debemos hacerle su primer entrenamiento a Harry.

— Genial, allí estaré.

— ¿Podrías ayudarme con la tarea extra de Posiones?

— Claro.

— ¿Ya la terminaste?

— Sabes que si, Wood.

— ¿Y Percy?

— Debe estar con los demás prefectos.

Justo en aquel momento sonó la campana para entrar a clases, __ se dirigió con Wood a su clase de Herbología, una de las asignaturas menos preferidas de la joven Snape. Percy llegó tarde a esa clase a lo cual __ le extraño en sobremanera.

— ¿Donde estabas?

— Tuve un inconveniente con Peeves.

__ aguanto una carcajada para no interrumpir la clase de Pomona Sprout, Percy miró de reojo a Wood, ya que, debido a una irregularidad de números en el curso, eran el único grupo de tres personas. El día transcurrió como normalmente y __ se alistó para el entrenamiento.

Cerca de las siete, __ salió del castillo y se encaminó hacia el campo de quidditch. La joven sonrio al ver que Harry estaba en el aire montado en su escoba. De cierto modo, le recordaba a ella misma, los jugadores de primer año no eran para nada comunes, ellos dos eran los primeros en un siglo, __ estaba cada minuto más entusiasmada de volver a jugar quidditch.

—¡Eh, Potter, baja! —Había llegado Oliver Wood. Llevaba una caja grande de madera debajo del brazo que ___ conocia bien, Harry aterrizó cerca de ellos.—Muy bonito—dijo Wood, con los ojos brillantes—. Ya veo lo que quería decir McGonagall, realmente tienes un talento natural.

— Vamos a enseñarte las reglas esta noche y luego te unirás al equipo, para el entrenamiento, tres veces por semana.

Abrió la caja. Dentro había cuatro pelotasde distinto tamaño.

—Bueno—dijo Wood—. El quidditch es fácil de entender; aunque no tan fácil de jugar. Hay siete jugadores en cada equipo. Tres se llaman cazadores, __ es una de ellos.

—Tres cazadores —repitió Harry, mientras Wood sacaba una pelota rojo brillante, del tamañode un balón de fútbol.

—Esta pelota se llama quaffle —dijo Wood—. Los cazadores se tiran la quaffle y tratan de pasarla por uno de los aros de gol. Obtienen diez puntos cada vez que la quaffle pasa por un aro. ¿Me sigues?

—Los cazadores tiran la quaffle y la pasan por los aros de gol —recitó Harry—. Entonces es una especiede baloncesto, perocon escobas y seis canastas.

—¿Qué es el baloncesto? —preguntó Wood.

—Olvídalo —respondió rápidamente Harry

—Hay otro jugador en cada lado, que se llama guardián. Yo soy guardián de Gryffindor. Tengo que volar alrededor de nuestros aros y detener los lanzamientos del otroequipo.

—Tres cazadores y un guardián —dijo Harry, decidido a recordarlo todo—. Y juegan con la quaffle. Perfecto, ya lo tengo. ¿Y para qué son ésas?—Señaló las tres pelotas restantes.

—Ahora te lo enseñaré —dijo ___—. Toma esto.— Dio a Harry un pequeño palo, parecido a un bate de béisbol. —Voy a enseñarte para qué son —dijo __—. Esas dos son las bludgers.

Enseñó a Harry dos pelotas idénticas, pero negras y un poco más pequeñas que la roja quaffle. Harry notó que parecían querer escapar de las tiras que las sujetaban dentro de la caja.

—Quédate atrás —previno Wood a Harry.

Se inclinó y soltó una de las bludgers. De inmediato, la pelota negra se elevó en el aire y se lanzó contra la cara de Harry.

Harry la rechazó con el bate, para impedir que le rompiera la nariz, y la mandó volando por el aire. Pasó zumbando alrededor de ellos y luego se tiró contra Wood, que se las arregló para sujetarla contra el suelo.

—¿Ves?—dijo Wood jadeando, metiendo la pelota en la caja a la fuerza y asegurándola con las tiras—. Las bludgers andan por ahí, tratando de derribar a los jugadores de las escobas. Por eso hay dos golpeadores en cada equipo (los gemelos Weasley son los nuestros). Su trabajo es proteger a su equipo de las bludgers y desviarlas hacia el equipo contrario. ¿Lo has entendido?

—Tres cazadores tratan de hacer puntos con la quaffle, el guardián vigila los aros y los golpeadores mantienen alejadas las bludgers de su equipo —resumió Harry.

—Muy bien —dijo __.

—Hum... ¿han matado las bludgers alguna vez a alguien? —preguntó Harry deseando que no se le notará la preocupación.

—Nunca en Hogwarts. Hemos tenido algunas mandíbulas rotas, pero nada peor hasta ahora. Bueno, el último miembro del equipo es el buscador. Ese eres tú. Y no tienes que preocuparte por la quaffle o las bludgers...

—A menos que me rompan la cabeza.

—Tranquilo, los Weasley son los oponentes perfectos para las bludgers. Quiero decir que ellos son como una pareja de bludgers humanos.

Wood buscó en la caja y sacó la última pelota. Comparada con las otras, era pequeña, del tamaño de una nuez grande. Era de un dorado brillante y con pequeñas alas plateadas.

—Esta dorada —continuó __— es la snitch. Es la pelota más importante de todas. Cuesta mucho de atrapar por lo rápida y difícil de ver que es. El trabajo del buscador es atraparla. Tendrás que ir y venir entre cazadores, golpeadores, la quaffle y las bludgers, antes de que la coja el otro buscador, porque cada vez que un buscador la atrapa, su equipo gana ciento cincuenta puntos extra, así que prácticamente acaba siendo el ganador.

— Por eso molestan tanto a los buscadores. Un partido de quidditch sólo termina cuando se atrapa la snitch, así que puede durar muchísimo. Creo que el record fue tres meses. Tenían que traer sustitutos para que los jugadores pudieran dormir... Bueno, eso es todo. ¿Alguna pregunta?

Harry negó con la cabeza. Entendía muy bien lo que tenía que hacer; el problema era conseguirlo.

—Todavía no vamos a practicar con la snitch —dijo Wood, guardándola con cuidado en la caja—. Está demasiado oscuro y podríamos perderla. Vamos a probar con unas pocas de éstas.

Sacó una bolsa con pelotas de golf de su bolsillo y, unos pocos minutos más tarde, Wood, ___ y Harry estaban en el aire. Wood  y la joven Snape tiraba las pelotas de golf lo más fuertemente que podía en todas las direcciones, para que Harry las atrapara. Éste no perdió ni una y los de quinto año estaba muy satisfechos. Después de media hora se hizo de noche y no pudieron continuar.

—La copa de quidditch llevará nuestro nombre este año —dijo Wood lleno de alegría mientras regresaban al castillo—. No me sorprendería que resultaras ser mejor jugador que Charles Weasley. Él podría jugar en el equipo de Inglaterra si no se hubiera ido a cazar dragones.

— A Charlie le iban más los dragones que el quidditch, cada uno con sus aficiones.

Prefecto Perfecto.- Percy Weasley y Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora