Estaba mirando hacia un barranco que recibía la lluvia de la tormenta, había muchas piedras de diferentes tamaños que empezaron a desprenderse por la riada y venían todas hacia mi. No pude moverme para salvarme, estaba paralizada ¿Un sueño? la roca de más tamaño chocó contra mí y me aplastó con todo el peso que tenía. No fui capaz de salir de su trampa y empecé a morir asfixiada.
Me desperté ahogada y asustada, pero igual que en mi sueño fui incapaz de moverme. Parpadeé confundida y me di cuenta que Darek estaba durmiendo encima mío, en su tercer sueño. Intenté despertarlo, lo pellizqué y lo sacudí pero no se movió ni un centímetro. Me dolían de verdad las costillas y me faltaba el aire. Al final me quejé en voz alta, asustada de verdad.
Un borrón me quitó a Darek encima y lo estrelló contra la pared, se desprendió la pintura y se formaron grietas profundas. No supe cómo pudo la pared continuar en pie.
Kylian me recogió, preocupado cuando empecé a toser y lagrimear. Empecé a respirar con dolor, me pasaba una mano por la espalda.
Darek se quejó, despertándose.
—¿A qué vino eso? —se molestó con Kylian —¿Así se trata a un herido? Sé que no tienes modales pero esto es...
Kylian rechinó los dientes.
Darek se sorprendió ya que Kylian solía ser bastante inexpresivo.
—Xaria, ¿Qué te sucede?
Yo no podía disimular cuánto me dolían las costillas, por un momento de pánico temí de tener alguna fisura pero seguramente sería el susto del momento.
—Nada, nada —dije sin voz, muda; pero no se le creyó.
Juntó las piezas, y abrió los ojos con terror.
Intentó acercarse pero Kylian otra vez rechinó los dientes. Parecía el sonido de dientes metálicos, chasqueando como si fueran de acero.
Sam apareció en ese momento cuando escuchó el sonido terrible que emitió Kylian. Se fijó en la pared. Estaba hecha un desastre, tras haber recibido objetos varios y cuchillos y por último a Darek mismo.
—Arnold va a dejarnos las cuentas a cero —se quejó Sam preocupado por su pared a pesar que él mismo provocó la mitad de los desperfectos.
Se fijó en la postura de Kylian agazapado a mi lado y la de Darek que intentaba acercarse como si estuviera delante de un animal salvaje que podía abalanzarse sobre él. Sam me vio como intentaba poner buena cara mientras respiraba.
—Bien hecho —le dijo a Kylian que asintió, muy serio —la próxima vez tienes permiso para que salga atravesado por la pared. Seguramente Arnold nos dé un buen descuento si le decimos el motivo.
No pude regañarlos, seguía esforzándome en capturar el aire. Darek los fulminó con la mirada y siguió dando pasos lentos.
—Kylian, déjame acercarme —Kylian me tapó los ojos y Sam empezó a sacudir algo entre sus manos, una especie de garrote —¡Kylian! Estoy preocupado de verdad.
—Ya basta —les recriminé a los tres con voz estrangulada y se detuvieron —fue un accidente, dejen de pelearse de esa forma pasiva-agresiva —me levanté aún mareada y Kylian me sostuvo por los hombros —vaya manera de despertarse. Fuera de mi vista todos vosotros.
No solía levantarme de mal humor por las mañanas pero hasta yo tenía un límite. Los espanté con movimientos enérgicos y me metí en el baño para tener unos minutos a solas conmigo misma. Al principio pensaba que no sería tan grave. Como alguien huérfano, era agradable la sensación de familia aunque no fuera convencional pero su protección era asfixiante. Sabía que no lo hacían con maldad pero es que el motivo más grave era que no eran lazos normales. No lo hacían porque querían, era culpa de la maldición. No era natural su preocupación, lloré un poco en silencio. No era verdad su cariño y su interés hacia mí. Y quizás nunca lo sería.
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La sombra del Alfa
WerewolfXaria decide mudarse al pueblo de Halemt, lugar de nacimiento de la abuela que nunca conoció. Se decidió tras leer sus diarios y comprender que ambas tenía un don para ver cosas que los demás no podían ver. Sin embargo, hay cosas que es mejor no ver...