Las flores de Atlixco

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joseᘛ

Toda la tarde ayude a los señores con algunas cosas hasta que Francisco llegó como si nada apoyándose de la pared, corrí a sujetarlo para que no se cayera de golpe y se abriera la sutura pero el me sonríe diciendo que no hacía falta que estaba mejor, le contesté que aún así debe cuidarse así que no me dijo nada y se sentó en una de las sillas así le di de comer para que recuperará sus fuerzas que estaba fuerte pero no lo suficientemente para hacer trabajos pesados, paso una semana así el se recuperó muy rápido, iba con el señor a traer unas flores para el jardín, el niño de ellos se estaba recuperando favorablemente y la señora me seguía agradeciendo por curar a su hijo, mientras ayudaba en la cocina me hizo una pregunta un poco obvia que no fue incómoda para mí...

-Digame doctor...¿A usted le gusta mucho ese chico pelirrojo, cierto?- me dijo sin pena

-Ehhhh bueno yo...no le mentire, el es mi camarero de un hotel donde estaba, yo llegue a México hace un mes una semana y me ha cuidado como no se lo puede imaginar- Sonreí

-Que lindo...en mi jardín tengo unas flores que le podrían gustar, ¿vamos?- me dijo

-Si está bien- dije

Fuimos a su jardín donde estaban unos trabajadores tomando su descanso debajo de un árbol así saludaron amablemente a la señora de la hacienda, llegamos dónde había un huerto de flores de la región así me señaló unas que eran hermosas, me dijo que se llamaban Lisianthus y que eran muy especiales ya que recuerda que cuando conoció a su esposo, el le dió unas flores blancas con rosa y con eso la enamoró así que ella espera que también se las de a Francisco, las tome las que ya había cortado y solo sonreí cuando me las dió y de un chiflido me voltee así ví a Francisco igual con su ramo de esa flor blanca con rosa en sus orillas así que cuando estuvo enfrente me dijo que eran para mí cómo agradecimiento así también le di de las mías y solo nos reímos de la coincidencia mutua.

Así estuvimos así un mes con ellos hasta que decidimos regresar al hotel así que nos dieron mucha comida para el camino así como Daisy me dió una medalla de la Virgen de Guadalupe para que nos protegiera de todo lo que nos pasé, con un fuerte abrazo le di las gracias así salimos de la hacienda, Julio iba enfrente de nosotros dos, Francisco iba muy callado y eso me preocupaba demasiado que también me puse a pensar sobre algo así mire su brazo izquierdo que estaba quemando que acerca mi mano a su brazo y me miró con una mirada tan gentil que no era molesta o amenazadora sino eran una mirada de empatía...

-Sabes...Yo tengo el brazo así porque me queme con agua hirviendo, es una historia muy absurda- ríe

-Cuentame...si no es mucha molestia- dije

-Bueno...cuando era más niño, mi madrecita linda estaba haciendo unas tortillas en un comal de barro así cerca del comal estaba una olla de barro con agua hirviendo ya que iba a poner Zacate de limón para tomar té, como era muy cosquilludo para las tortillas de mi madre trate de tomar una que estaba esponjadose en el barro y al momento de quererme agarra de la olla terminé tirando toda el agua en mi brazo y mi mamá si se espanto que me consoló...- suspira

-Vaya...de seguro tu mamá te quiere mucho- dije algo triste

-Ella es un amor conmigo y mi hermano- sonríe

Así me fue contando como era su vida en Guadalajara, realmente este joven no es para nada aburrido, me gustaría llevarlo a Bahía para que pueda salir un poco del ambiente este pero también es muy arriesgado pensar eso en plena década de los 10's donde todo mundo está en tu contra pero cuando pensaba justamente eso, el caballo se alboroto un poco y eso hizo que saltará de donde estaba hacía adelante abrazando a Francisco por el miedo de caerme del caballo así que este solo ríe de mi desgracia así le di un pequeño golpecito en su brazo y seguía riendo pero no se sentía como burla sino es una felicidad que puede compartir sin ofenderte o tomarlo a mal, llegamos a nuestro destino y claro que mi padre bajo a Panchito jalando de la camisa de el y dándole un puñetazo, julio me agarró para que no me metiera pero le di un codazo así al meterme también recibí un golpe en la cara, mi madre llegó con mi hermana a detenerlo y solo escuché salir de boca de mi padre "Maldito mal nacido, pobre de ti que le hayas hecho algo a José" así sentí la humillación de el y el personal solo susurraba cosas así que Francisco sin importarle me cargo y me llevo adentro para ponerme algo sobre ese moretón que tengo en la mejilla.

El Hotel De Los Secretos - PanJose Donde viven las historias. Descúbrelo ahora