El Hotel De Los Secretos - PanJose

Doctor José Carioca

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En cuanto amaneció, fui a conseguir sábila para curar un poco la herida fresca de el, Julio cuidaba mientras buscaba eso, fui poniendo unas piedras para no perderme en el camino, mi vida no fue siempre la más feliz con mis papá y quiero ser honesto desde ahora que nunca quise ser médico, yo solo quería triunfar en los escenarios como bailarín o cantante pero eso no nunca sucedió y la medicina era mi vida truncada pero no todo estaba perdido pues ahora que lo pienso le agradezco a esta carrera que pude salvarle la vida a mi ser amado en secreto así que tan pronto conseguí unas cuantas hojas de sábila fui con ellos así julio me encargo al cuidado de el miento iba a conseguir algo de comida, empecé a abrir las hojas para sacar el aloe vera de esta así Francisco despertó por fin y lo primero que hizo fue sonreírme, solo lo miraba de reojo así el solo miraba a su alrededor preguntando que si estábamos a salvó, yo le contesté que si y que ahora el debería descansar, me mira y me dijo "Estás cansado...debes dormir, estaré bien" con una voz un poco ronca lo dijo así le contesté que no estaba cansado así que se hizo el silencio un poco incómodo hasta que nuevamente nos hablamos...

-Gracias...joven José- dijo

-No...yo debería agradecerte de que arriesgaste tu vida por un tonto como yo- dije pero me agarró la mano con delicadeza

-No...eres un... tonto...eres...el mejor... doctor- dijo sonriente

-Es mi trabajo y además...tienes buena cicatrización...al parecer comes muy bien- dije haciendo una leve carcajada

-Claro...soy de campo...por eso- Se voltea a otro lado- Gracias...por...el beso

En ese momento apreté un poco la sutura así este se quejo un poco, me disculpé por eso pero me dió unas caricias en la mejilla y nuevamente se quedó dormido, no se porque pero me gusta verlo dormir, es como si me transmitiera paz a mi cuerpo y su facción de tranquilidad me daba un alivio de que ahora estaba mucho mejor, seguíamos estando en ese lugar pero para mí no era nada tenebroso pues antes me gustaba jugar aquí y claro que te comuna excelente memoria solo que pongo unas cosas por cualquier cosa, Julio regreso así nosotros dos comimos y para Francisco tuvimos que moler unas manzanas que encontró su amigo y como todavía no puede comer cosas sólidas, pusimos en un trapo limpio una manzana cortada así la machucamos haciéndola papilla así le dimos de comer a él en cuanto despertó, me preocupa mi hermana y mi madre que estaban ahí en ese lugar escuchamos que alguien estaba cerca de nosotros, Julio rápidamente se puso enfrente nuestro para protegernos así era un señor un joven rubio y de piel blanca, hablaba en un idioma muy diferente al de nosotros, yo trate de hablar portugués pero al parecer no me entendió así que le hable en español así si nos entendió, me preguntó que porque estabas aquí, le explicamos un poco lo que pasó así que se fue y en un rato trajo una tabla así que subimos a Francisco en ese tabla y caminamos a lo desconocido, al salir un poco del bosque estaba la carreta de ese rubio así subimos a Francisco ahí y me fui con el atrás y julio con el "Güero", tenía una voz un poco graciosa pero le agradecemos mucho por ayudarnos, nuestros caballos iban atrás caminando porque no los íbamos a dejar ahí.

Llegamos a su casa así salió una mujer igual de blanca que el y rubia, nos abrió paso para transportar a Francisco adentro de su casa, era un hacendado bonito así nos dieron una recamara y como paga solo nos pidieron que ayudaramos con uno de sus hijos que estaba enfermo desde hace dias, no dude y fui a verlo así note que tenía temperatura y gripa, su señora estaba preocupada así que le dije que me trajera unas cosas para hacer un remedio para la enfermedad de su hijo así ella fue corriendo a la cocina, así el joven solo consolaba a su hijo de al parecer 2 más que tenían, regreso la señora y me puse a hacer ese remedio natural para la gripa, se lo di al pequeño y este se sentía un poco más aliviado, me trataron de pagar con mucho dinero pero les dije que no se preocuparan por eso ya que no puedo aceptar tal cantidad de dinero que me daban por hacer mi trabajo de médico, me dijo que se llamaba Donald Duck y que no eran de México y eran estadounidenses, también les dije el mío para que supieran que médico los atendió y así me dijo el rubio que ahora estará en deuda conmigo así nos abrieron las puertas de su hacienda como forma de agradecimiento.