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----- Flashback 4  años atrás-----

La directora de la carrera de finanzas acallaba un sonoro gemido mientras mordía lo más cercano que tenía al alcance intentando no hacer ruido, enterrando sus dientes en el hombro masculino mientras sus piernas temblorosas, abandonando la cintura masculina que casi asfixiaba,  intentaron tocar el suelo, descubriendo que estaba todavía centímetros lejos de lograrlo. Adivinando su intención, su amante aflojó la presión sobre su cadera, ayudándola a resbalarse  por la pared de manera suave para que pudiera ponerse en pie.

-Esto no puede volver a pasar- susurró molesta y en un auto reclamo mientras el hombre sonreía divertido, subiendo sus boxers y abrochando su pantalón

-Hablo en serio- lo miró a los ojos- te expulsaré si vuelves a responder mi llamado

-Claro directora- mintió mientras recolectaba sus cosas- por cierto, me encantaron sus tacones ¿son nuevos?

La mujer sorprendida miró su calzado, no esperaba que alguien del género masculino los notara, eran de la marca Prada y había gastado en un capricho todo su sueldo en comprarlos. Negros, de terciopelo y con un tacón de aguja de 10 centímetros, sus nuevas adoraciones eran una obsesión para ella, pasando horas mirándolos después de descalzarse en casa.

-¿Los notaste?

-Sí- murmuró mientras salía de la oficina- aunque me gustaría más que la próxima vez fueran mis aretes- después de eso, salió silencioso, sin ver la reacción de la directora Smith.

Ataru salió del lugar procurando no ser visto, aunque en realidad, los encuentros sexuales con la mujer siempre sucedían tan temprano que nadie en la facultad estaba presente aún, si acaso, las personas de intendencia que rara vez se paseaban por el área destinada al profesorado. Pensó en que tenía urgencia por ir al baño, escogiendo su lugar favorito en toda la universidad, el sanitario de la sala de maestros.

La directora de la carrera, Karen Smith, era una mujer extranjera probablemente cerca de sus 40s y era increíblemente parecida a la madre de Lum, y aunque Ataru no podía recordar a ninguna de las dos, se sentía increíblemente atraído por ella. Antes del borrado de memoria, no tenía ningún pensamiento pecaminoso alrededor de su suegra, pero en alguna ocasión, aceptó con cara de idiota que si así se vería su novia de mayor entonces debería casarse en ese mismo momento.

Lum y su madre eran casi idénticas, con pequeñas diferencias que hacían de la joven una versión mejorada de la que ya era toda una diosa de la belleza y la sensualidad, por eso, Ataru siempre acudía a los llamados de la directora, porque había algo en ella que no entendía por qué, pero lo llamaba. Karen Smith no estaba casada, por lo que en realidad no había un impedimento moral por vincularse con él de esa manera, pero había uno peor, el ético y pero aún,  el legal, porque aunque era mayor de edad, seguía siendo un alumno.

El celular de Ataru comenzó a vibrar, anunciando el nombre de Kosuke.

-¿Qué quieres?- contestó Ataru aún sentado en el wáter

-¿Cómo que qué quiero? Son apenas las 6 y no estás en el dormitorio ¿te metiste nuevamente en problemas?- su voz sonaba preocupada

-Para nada, sólo estoy cagando en el baño de la sala de maestros

-Ataru- reclamó ofendido- sabes que los alumnos no podemos entrar ahí

-Qué raro, yo meo y cago aquí casi diario

-No te lo puedo creer, debe ser una de tus mentiras para sonar como el chico malo que...

Ataru dejó de escuchar a su amigo mientras tomaba una foto con el celular, mandándola por mensaje mientras en el auricular se escuchaba únicamente ante sus oídos, la voz de protesta de su amigo.

23 años | URUSEI YATSURA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora