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Episodio final: sí, hay sexo. Tomen precauciones

-DAAAAARLIIIIING

Ataru casi se cae al suelo al escuchar el grito de su esposa que venía de la habitación principal; corrió con celeridad maldiciendo en el camino pues estaba pisando sus agujetas, se tropezó dos veces y casi tiró todos los adornos del hogar con la acción

-Vooooy, voyyyyy- aseguraba mientras oía que ella continuaba llamándolo

-¿Qué sucede?- mustió con la respiración agitada examinándola de arriba abajo desde el marco de la puerta

Un puchero lo recibió, a la par de unos ojos color ámbar que parecían derretirse, gigantescos, con ese brillo excepcional que pensó toda su vida que se trataba de un mito. Suspiró esbozando una  pequeña sonrisa mientras recuperaba el aliento

-¿Nada? ¿Únicamente  me extrañabas?

Lum asintió con la cabeza mientras alzaba los brazos en su dirección

-Pero si me fui únicamente a la cocina por el dulce cubierto salsa que me pediste- la abrazó con ternura, acariciando sus hombros

-Tardaste mucho- mustió con su nueva sensibilidad- por cierto ¿dónde está?

-Lo dejé allá- murmuró con una gota de sudor en la frente- es que te escuché y- hizo una pausa-...ahora te lo traigo

-No- lo agarró por la espalda- ya no quiero, no me dejes sola de nuevo

Como sabía que hablaba en serio, no hizo ningún comentario, en cambio, la apretó con suavidad enfocado darle el confort que buscaba. Encontró con las yemas de sus dedos algunos puntos de su espalda que sabía que liberaban la tensión acumulada; lo hacía con mucho cuidado, como si su cuerpo estuviera hecho de cristal precioso. Ella recibía la atención con los ojos cerrados, aliviada por tener de manera diaria y en ocasiones en diversos momentos del día, la intervención de los dedos de alguien que fácilmente podría acreditar un curso en fisioterapia.

-¿Dónde más sientes dolor?- le preguntó con dulzura

-En los pies

-Ok- la recostó con sutileza mientras comenzaba a masajear las plantas

-Estoy reteniendo líquidos- dijo frustrada mientras veía al techo

-Es lo que veo- murmuró ejerciendo presión sobre los tobillos- mañana se lo comentaremos a tu doctora, aunque ya sabes que dijo que podría suceder

-Lo sé- intentó erguirse ligeramente en la cama, en una posición más cómoda para también poder ver a su esposo que se encontraba dándole un agradable masaje que contemplaba sus pies y la parte baja de sus piernas

El hombre la ayudó a sentarse, colocando dos almohadas grandes en su espalda, después de ello, volvió a la tarea de manera concentrada, con el objetivo secundario de también darle todo el cariño y los mimos que necesitaba más que nunca. Durante los últimos meses, pudo comprobar, que un embarazo oni y uno humano eran casi idénticos, no obstante, las diferencias más importantes recaían en aquella parte de Lum que adoraba pero también esa que les causaba  tantos problemas en el pasado: su temperamento.

Los desbordes emocionales eran tales que lo llevaban a salir corriendo de la oficina a media mañana porque ella estaba llorando, argumentando que se sentía triste, todo para encontrarla apenas llegar comiendo en la cama y viendo la televisión con un "¿Qué haces aquí?"  Ataru tuvo que redoblar su paciencia respecto a la montaña rusa afectiva que ahora era su esposa, especialmente, porque sabía que en el proceso de su labilidad, ella en verdad sentía de manera intensa todo lo que comunicaba.

23 años | URUSEI YATSURA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora