23 años | URUSEI YATSURA|

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////Flashback  3 años antes /////

Lum se arreglaba  sin muchos ánimos para ir a cenar con sus padres, estaba mucho más emocionada sobre el plan de invasión que tenía con su ejército, haciendo algunas ligeras modificaciones al algoritmo  de la máquina de selección, podría conseguir un candidato al juego de las atrapadas mucho interesante.

"¿Por qué lo quieres hacer interesante? Es sólo un juego, usualmente ganas" pensó para sí misma mientras se hacía una larga trenza formal que sabía que a su padre le gustaba; hoy lo quería sorprender, deseaba tranquilizarlo sobre su estatus de guerrera y próxima heredera al trono.

Lum tenía 20 años, ya no era una adolescente, había pasado sus años juveniles ¿? la verdad no lo recordaba bien pero seguramente continuó con esa etapa de rebeldía junto a Benten; ahora era lo suficientemente mayor para encargarse de toda la operación de invasión y no apareciendo únicamente en los juegos.

Cuando chica, ella no se tomaba en serio las funciones del imperio, sin embargo, en los últimos años de su vida había comprendido el verdadero peso que en su espalda recaía, aceptándolo como el único destino en su vida, conociendo en el camino la gran satisfacción de hacer aquello para lo que había nacido: dominar.

Lum salió del pequeño departamento espacial que su padre le había regalado para tener mayor intimidad, encontrándose casi siempre vacío de acuerdo a la ajetreada vida de la mujer que hoy lideraba casi por completo la operación de invasión general, dejando al rey Invader con demasiada libertad para ocuparse enteramente de asuntos administrativos del imperio.

Un taxi especial la estaba esperando ya para llevarla al palacio real de Oniboshi, feliz de regresar al lugar que la miró crecer decidió tener una actitud mucho más positiva hacia el evento, al final ¿qué podía salir mal? era solamente una cena con sus padres.

//////fin flashback/////

-Nadie puede hacer tal cosa en Oniboshi- respondió con la voz temblorosa- está prohibida la venta y compra de onis

-Pero no está prohibido el matrimonio arreglado que es básicamente lo mismo- apuntó furioso

-No es lo mismo- respondió Lum

-Dime 3 diferencias- pidió acercándose a ella

Lum no pudo contestar,  no porque no pudiera imaginarlas sino porque la cercanía de Ataru comenzaba a ponerla nerviosa.

-Yo te diré 3 semejanzas: 1. Es una práctica que vulnera los derechos y la libertad de al menos uno de los involucrados. 2. Es tan arcaica como la misma creación de las primeras sociedades por lo que podemos conceptualizarlas a ambas como las primeras herramientas del régimen de control paternalista y capitalista 3. Es aceptada y promovida aunque quizás en silencio, por las familias poderosas y nobles que desean continuar con las dinámicas de opresión y sometimiento.

Lum se quedó impresionada por la facilidad en que Ataru realizaba este corto análisis, recordando entonces que el hombre era especialista en economía y finanzas, lo cual lo obligó a estudiar las estructuras de poder a través de los tiempos.

Quiso salirse por la tangente, quiso justificar o decir algo que lo hiciera desistir de aquella teoría, encontrando en el final de la explicación una pequeña ranura para salirse con la suya.

-Además de que somos nobles, somos onis, creía que conocías de sobra nuestra naturaleza como para venir a conceptualizarla con teoría humana que únicamente considera la opresión o el sometimiento como un elemento social o político.

Ataru terminó por cortar la distancia entre ellos tomándola por la cintura, hablándole mientras la forzaba al contacto visual

-No me creas estúpido- comenzó- sé que biológicamente eres una depredadora en búsqueda del dominio- acarició su espalda de manera rápida- y sé que es algo que no puedes controlar, tampoco quiero que lo hagas, pero de ahí- sus manos ascendieron peligrosamente- a que me quieras justificar con tu raza este movimiento claramente político y económico- sus dedos envolviendo su nunca para impedir que desviara la mirada- no me la creo.