7

260 26 20
                                    

-¿Hablo con el licenciado Kosuke Shirai?

-Es correcto- contestó el joven abogado

-Le llamo de la estación de policía de Hokkaido, tenemos aquí a un hombre que lo identifica como su abogado y que se niega a ser remitido al área médica psiquiátrica

Kosuke supo inmediatamente que se trataba de Ataru, siempre temió por la llegada de un acontecimiento como este, sin embargo, también se encontraba preparado

-Sí claro, Ataru Moroboshi es mi cliente, voy para allá.

Manejó rápidamente hacia el lugar no queriendo imaginar por qué justamente querían que Ataru fuera al psiquiátrico aunque con aquellos comportamientos y actitudes temerarias, no resultaba raro pensarlo en situaciones de riesgo de todo tipo.

Al llegar a las oficinas, Kosuke se encontró con un Ataru muy distinto a lo que hubiera visto jamás, dejando de lado unas heridas evidentes en sus antebrazos y algunas partes enrojecidas y amoratadas de su rostro; lo que más lo atemorizó fueron sus ojos.

-Kosuke- habló lentamente y en un tono bastante áspero Ataru- por favor, diles a estos señores que no soy un suicida

Kosuke confundido preguntó por lo acontecido asombrándose con la narrativa francamente tan absurda que parecía que correspondía en efecto, a un Ataru fuera de juicio.

Debatió internamente la decisión que tomaría ante la defensa de su cliente que también era su mejor amigo, aceptando que de hecho podría ser algo bueno que lo remitieran a un centro psiquiátrico donde pudieran contener su autodestrucción inminente, por otro lado, aquello que le dijo brevemente cuando pudieron hablar en soledad lo dejó pensando.

-Sé que piensas que estoy loco, sé que nada parece tener sentido pero te prometo que te lo explicaré si me sacas de aquí

-Ataru ¿cómo voy a defenderte cuando literalmente decenas de ciudadanos te vieron auto electrocutarte por más de 5 minutos?- preguntó triste al imaginar que su amigo ya estaba completamente fuera de si mismo

-Kosuke por favor ¿recuerdas lo que me pediste hace algunos días? ¿que fuera feliz? sé donde está mi felicidad y necesito ir por ella, necesito salir- su voz comenzó a temblar- necesito recuperarla

Kosuke, sin entender el discurso de su amigo pero confiando en su instinto se dispuso a dar lo mejor de sí mismo con una carpeta que tenía previamente preparada para una emergencia de este tipo, la cual contenía toda aquella información que avalaba que Ataru de hecho era un buen ciudadano y un respetado profesionista.

Después de lo que pareció la discusión más larga de su vida, Kosuke consiguió que dejaran ir a Ataru con la promesa de que este se comprometía a no repetir jamás una actividad que comprometiera las buenas costumbres del país.

Ataru mantuvo una aparente cordura mientras su amigo se jugaba la vida en una magistral defensa, Kosuke sabía bien que esto era una máscara y temía por lo que iba a aparecer en el rostro de Ataru en el momento en que salieran de la estación de policía.

Kosuke dirigió a Ataru que pasivo se dejaba conducir hacia su auto, abriéndole la puerta incluso al comprobar que no podía hacerlo por sí mismo, no por las heridas en su cuerpo, sino por el temblor de manos que comenzó en aumento apenas salir del edificio.

-Ataru, te llevaré al hospital- dijo Kosuke bastante preocupado mientras manejaba observando a un Ataru que agitado y tembloroso sostenía su cabeza con ambas manos.

-No- solicitó Ataru- no es el lugar a donde necesito ir ahora

-¿a dónde necesitas ir?

-No lo sé- reconoció comenzando a llorar dejando estupefacto a Kosuke que jamás vio a su amigo hacer tal cosa- no sé a dónde ir, no sé qué hacer- su llanto comenzando a empeorar mientras Kosuke tomaba la rápida decisión de llevarlo a su casa, al menos por ahora.

Tuvo que ayudarlo también a subir las escaleras mientras Ataru continuaba pasivo llorando silenciosamente. Le preparó una taza de té no queriendo apoyar los vicios de su amigo que probablemente eran los causantes de su crisis.

Ataru tomó con las manos temblorosas el té sintiendo cómo el líquido caliente lo abrazaba por dentro, encontrando un ligero alivio que le permitió salir momentáneamente de su trance.

-Kosuke- inicio- necesito que me ayudes

-¿En qué?- solicitó su amigo

-¿Recuerdas a Lum?

-¿A quién?- preguntó tratando de recordar la amplia lista de conquistas de Ataru

-Tampoco la recuerdas- murmuró decepcionado- ni hay evidencia alguna de que estuvo aquí

-Ataru ¿de quién hablas? ¿es alguna de tus conquistas?

Ataru de pronto recuperó su fuerza interna dirigiéndose furioso a Kosuke

-¿Cómo puedes compararla con ellas?- gritó

-Ataru no entiendo un carajo de lo que estás hablando- se defendió Kosuke- y si no logro entenderlo en menos de 1 hora te llevaré yo mismo al psiquiátrico.

-¿Prometerás no pensar que estoy loco?

-Eso lo pienso desde hace mucho

-Entonces piensa que estoy loco, pero no mentiroso, no puedo mentir respecto a esto, créeme

-Vale pues, no eres mentiroso ¿quieres comenzar s contarme?

Kosuke quedó honestamente estupefacto al escuchar cerca de una hora una historia que parecía sacada de un libro de ciencia ficción, donde existían ¿alienígenas sexys? ¿alienígenas princesas de imperios que venían a la Tierra a comprometerse con Ataru?

Considerando que su amigo estaba total e inequívocamente en estado psicótico, Kosuke se sintió triste por el gran sufrimiento que veía en él, reconociendo que real o no, Ataru se encontraba en agonía, lo cual era comprobado por el mismo chico de manera verbal de la siguiente manera

-Si no puedo recuperarla- comenzó a decir con la mirada atormentada- yo...no podría seguir

Kosuke se sorprendía al escuchar a Ataru hablar de manera tan real y definitiva sobre una mujer, o bueno, una alienígena mujer, después de que por años se mantuviera en una actitud bastante misógina que lo hacía sospechar que en realidad las odiaba tratándolas como si de un objeto se trataran.

Al ver a su amigo tan afectado, Kosuke decidió intervenir tomando como cierta aquella fantasía, especialmente porque se reconocía incapaz de llevarlo realmente a un hospital psiquiátrico prefiriendo hablar con él en un inicio de manera neutral para después convencerlo de lo irreal que era todo aquello que decía.

-¿Y cómo estás tan seguro de que ella tampoco te recuerda?

-Porque entonces estaría aquí, a mi lado- respondió Ataru con expresión de frustración

-¿Por qué estás tan seguro de eso?

-Porque nadie la conoce como yo- respondió ocultando su rostro entre sus manos

-Bueno...mmmm ¿por qué no esperarla entonces?

-¿Eh?- preguntó Ataru confundido mirando a su amigo

-Si estás convencido de que ella te buscaría si te recuerda y tú recién pudiste hacerlo es la prueba de que lo que sea que haya borrado nuestras memorias no es infalible

Ataru escuchó atentamente lo que Kosuke le decía analizándolo en su mente dos veces encontrando así un pequeño rayo de luz en su desquebrajado corazón comenzando casi a sonreír

-Tienes razón, ella también podría recordarme o incluso, aunque no lo haga, si nos borraron la mente a todos, se borraron los datos que indican que gané el primer juego de las atrapadas, podrían venir a invadirnos de nuevo y yo podría ser el elegido también

De manera de nuevo inhumana e insólita, Ataru se recuperó en segundos dejando a Kosuke de espaldas cuando salió por la puerta principal diciendo lo siguiente

-Te agradezco mucho tu ayuda, ahora sé lo que tengo que hacer

23 años | URUSEI YATSURA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora