𝐋 𝐈 𝐋 𝐈 𝐔 𝐌 ║ 𖤓 ☣︎ ☢︎ ❃
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❝ Es bonito, pero si lo arrancas morirá ❞
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𝑳𝑰𝑳𝒀 𝑱𝑶𝑯𝑵𝑺𝑶𝑵. Nacida en la Tierra en el año 2000.
Se crió la mayor parte de su vida con una familia que la quería...
New year, new me... What do you say when it is a new centenary?
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All This Time. ⏯
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Me desperté lentamente, mi cuerpo se resistía a hacer frente a la nueva realidad. Parpadeé repetidamente antes de abrir los ojos del todo.
Aunque sentía como si solo hubieran pasado unas pocas horas desde que me durmieron, sabía bien que no era así. Seguramente habían pasado años. Aun así, una pequeña parte de mí agradeció el descanso, mientras otra se sentía culpable por ello.
Todo el agotamiento físico se había disipado, eso solo significaba que, de nuevo, tenia fuerzas para emplearlas totalmente en llorar hasta deshidatarme. Al incorporarme y mirar alrededor de la habitación, noté con pesar que solo Marcus Kane estaba allí.
Podría llorar después todo lo que quisiera, pero no delante de él.
—¿Qué año es? —El miedo surgió en mi estomago anticipándose a la respuesta.
—Es 29 de agosto de 2249. Han pasado cinco años desde la última vez —respondió Marcus, su figura imponente y su expresión estoica. Totalmente imperturbable, contrastaba con el remolino de emociones que brotaba en mi interior.
—¿Y Abby? —El miedo me recorrió de nuevo. En cinco años, tantas cosas podrían haberle sucedido, muchas de ellas malas.
—Está en la enfermería. Debo llevarte con ella. —Un suspiro de alivio escapó de mis labios. Al menos ella seguía aquí, una pequeña constante en mi vida que tanto necesitaba.
Tragué intentando disipar el nudo de mi garganta, enterrando todos mis sentimientos.
Sin más palabras, me levanté de la cápsula. El frío de la habitación me envolvió, atravesando mi ropa y calando hasta los huesos. Pero no lo rechacé; lo necesitaba, y más cuando un pensamiento concreto se escapó de lo más profundo de mí mente. Dejándome clavada sobre el suelo.
Todos están muertos.
—¿Estás bien? —preguntó Marcus, sus ojos recorriendome de arriba a abajo. Posiblemente por mi repentino parón. Aún así, sonó forzado, a deber más que genuinamente saber.
