𝐋 𝐈 𝐋 𝐈 𝐔 𝐌 ⸻ 𝘽𝙚𝙡𝙡𝙖𝙢𝙮 𝘽𝙡𝙖𝙠𝙚 ¹

「 𝟐𝟒 」

EARTH.
DROPSHIP CAMP.
03.33 A.M.
24.09.2249.

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Día 12 sobre la Tierra.

The questions, verses 19 to 22, were never asked, but they all would be answered with a yes.

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Questions...? ⏯

—¡Eh, mirad! —gritó alguien, despertándome de golpe.

Abrí los ojos y vi a Jasper y Monty saliendo apresuradamente de la tienda. Me incorporé sin pensar demasiado y los seguí, apenas consciente del ruido creciendo a mi alrededor.

Al salir, el campamento entero comenzaba a movilizarse. Las miradas se alzaban al cielo, llenas de curiosidad y confusión.

Un estruendo resonó y, al levantar la cabeza, vi una enorme bola de fuego descendiendo rápidamente.

—Bellamy, ¡ven rápido! —gritó Octavia, que estaba a mi lado, aunque ni me había percatado de su presencia hasta entonces.

Un segundo después, apareció apresurado, sin camiseta, y con el rostro lleno de confusión mientras miraba a su hermana.

—¡Mirad!  —señaló Octavia de nuevo hacia el cielo. Ahora, entre las llamas, se distinguía con claridad una pequeña nave.

—¡Vienen a ayudarnos! Por fin les partiremos la cara —vociferó emocionado un chico detrás de nosotros, contagiando parte de su entusiasmo al resto del grupo.

Una oleada de alivio recorrió mi cuerpo. Estabamos salvados.

—Espero que se hayan acordado de traer champú —dijo una chica, provocando que mi atención se desviase hacia ella. Era Roma y su figura envuelta en una manta.

De manera casi automática, mi mirada pasó de ella a Bellamy, sin camiseta, y de nuevo a Roma. Sin ganas de seguir deduciendo volví mi mirada a la nave, que ahora estaba mucho más cerca del suelo.

Bueno, lo del champú no es mala idea. Un poco de higiene no vendría mal si queremos evitar infecciones. Casi parece más probable que muramos por enfermedad antes que por culpa de los terrestres.

Rápidamente, un pequeño grupo comenzó a reunirse en la tienda grande, probablemente para decidir qué hacer cuando aterrizara.

—¿Quieres estar presente? —preguntó Bellamy, volviendose hacia mí. Había tenido el detalle de incluirme en la decisión, lo cual agradecí.

Asentí sin decir palabra. Él dio un paso hacia un lado y me dejó pasar primero.

Entré en la tienda y me detuve a un lado, mientras él se colocaba en el centro. Justo cuando abría la boca para hablar, Octavia irrumpió de golpe, empujando la tela de la entrada con más fuerza de la necesaria.

—No hay tiempo para esto, deberíamos movernos. Estamos listos —dijo atropelladamente, con la respiración acelerada.

—No vamos a ir a ninguna parte. No es seguro ir de noche. Iremos al amanecer. Comunicadlo —sentenció Bellamy con voz firme.