「 𝟑𝟏 」

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An object becomes special when someone special gives it to you.

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DEPOT.
28.09.2249
Día 16 sobre la Tierra

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—Solo quedan estas —indicó Bellamy, sacando dos bolsas más con rifles. Aunque eran menos voluminosas que las que llevaron al campamento el día anterior, aún parecían igual de pesadas.

—¿Y ya está? ¿Estáis seguros de que revisasteis bien todo? —pregunté mientras mis ojos vagaban por el almacén. Sin esperar respuesta, comencé a andar más hacia el fondo del lugar, impulsándome de la incredulidad de sus palabras.

El lugar estaba desordenado, con cajas abiertas por todas partes. Parecía que habían hecho un trabajo minucioso ayer, pero aún así, no podía evitar revisar por mi cuenta. Había algo casi instintivo en querer explorar cada caja yo misma, como si ellos dos no hubiesen sido capaces de hacer esa tarea tan fácil.

—Estoy seguro. Podemos irnos ya —comentó Bellamy desde la entrada, con ese tono áspero que lo hacía sonar como si estuviese constantemente enfadado con la vida.

Me mordí el labio, todavía queriendo alargar el tiempo allí, pero sabiendo que eso no era muy responsable de mi parte. Sin embargo, antes de girarme para seguirlo, algo llamó mi atención: una caja medio cubierta por una lona. Me acerqué a abrirla, sonriendo al instante al ver su contenido.

Cogí lo que había dentro, y volví hacia Bellamy, quien ya me miraba con expresión de ligera impaciencia mientras sostenía una de las bolsas.

—¿Qué llevas? —preguntó, arqueando una ceja al notar mi gesto de satisfacción.

—Hilos, de colores —respondí con obviedad, agitándolos en el aire un segundo para mostrárselos antes de guardarlos y colgarme la bolsa al hombro.

Bellamy me dedicó una de esas miradas largas y cansadas, debatiendo internamente si valía la pena gastar energía en pedir una explicación. Pero al ver que no añadía nada más, simplemente se dio la vuelta y comenzó a andar hacia el campamento.

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Al llegar al campamento, ambos nos dirigimos directamente hacia la nave. Apenas habíamos dado unos pasos cuando Clarke apareció frente a nosotros, con los brazos cruzados y el ceño ligeramente fruncido. No pude evitar esbozar una sonrisa tensa al verla con esa actitud que llevaba prediciendo encontrarme desde que salimos del almacén.

—¿Por qué habéis tardado tanto? —preguntó, con impaciencia.

Sentí la mirada de Bellamy sobre mí. Claramente esperaba que aceptara la responsabilidad de dar explicaciones, pero yo no estaba de humor para ello.

—¿Puedes limpiarme estos cortes? —dije, levantando el brazo herido y mostrando las marcas aún frescas de la persecución.

Clarke suspiró, ese suspiro que indicaba que no estaba impresionada. Se giró hacia una mesa llena de suministros médicos y señaló una silla improvisada con un movimiento de la cabeza.

—Siéntate —ordenó.

Me dejé caer en la silla, sintiendo cómo el esfuerzo que cargaban mis piernas empezaba a disminuir. Clarke comenzó a trabajar en mi brazo mientras yo observaba cómo Bellamy desaparecía hacia la zona de almacenamiento para guardar las armas.

𝐋 𝐈 𝐋 𝐈 𝐔 𝐌 ⸻ 𝘽𝙚𝙡𝙡𝙖𝙢𝙮 𝘽𝙡𝙖𝙠𝙚 ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora