「 𝟏𝟏 」

1.5K 147 55
                                    

EARTH.
DROPSHIP CAMP.
8.00 A.M.
14.09.2249.

────────────────────────────

Día 2 sobre la Tierra.

Survive the Earth, survive ourselves.

────────────────────────────

—Lily, despierta —escuché a Wells susurrar mientras sentía su mano sacudiendo suavemente mi hombro

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


—Lily, despierta —escuché a Wells susurrar mientras sentía su mano sacudiendo suavemente mi hombro. Parpadeé varias veces antes de abrir completamente los ojos, aún envuelta en la confusión del sueño. —Hay mucho que hacer, ayer apenas empezamos —agregó, cuando vio que estaba más despejada.

Me estiré con torpeza, sintiendo el frío de la mañana entrar a través de las aperturas de la chaqueta. No tenía una muda con la que cambiarme, ni mucho menos un baño en el que ducharme, así que me limité a coger la camiseta que había colgado para secar durante la noche. Aunque no estaba completamente seca, era lo mejor que tenía.

Fui a la entrada del campamento, donde Wells ya me esperaba.

—¿Quieres algo de ropa? —me preguntó, alzando un pequeño montón de prendas que llevaba consigo.

Miré el montón un segundo, y luego sacudí la cabeza.

—No, no, estoy bien —dije rápidamente, mientras tomaba la mitad de las prendas de sus manos.

Me fijé en que él seguía llevando lo mismo que anoche, y asumí que tampoco se había atrevido a usar la muda de los recién enterrados.

Nos dispusimos a caminar en silencio hacia donde estaban los demás. El campamento estaba lleno de vida: un grupo de chicos jugaba a perseguirse los unos a los otros, riendo y empujándose mientras pasábamos entre ellos; al otro lado, alguien había conseguido convertir unos trozos de metal en unos tambores improvisados, marcando un ritmo que resonaba por todo el lugar; más allá, un grupo simplemente charlaba, sentados en círculo, disfrutando del calor del sol de la mañana. A pesar de todo lo que estaba sucediendo, por un momento, parecía que las preocupaciones habían desaparecido. Era extraño verlos disfrutar en medio de esta situación.

De la nada, Atom apareció, deteniéndonos en seco con su brusquedad.

—¿De dónde habéis sacado la ropa? —preguntó, su mirada fija en nuestras manos.

—Enterramos a los que murieron en el aterrizaje —le respondió Wells con cierta incomodidad.

Atom ignoró los orígenes y se limitó a sonreir con malicia ante las nuevas posesiones.

—Muy listos. Ya me encargo yo, alguien querrá… —dijo mientras hacía el intento de arrebatarme las prendas. Sin embargo, en su intento solo consiguió toparse con la espalda de Wells, que se interpuso rápidamente.

𝐋 𝐈 𝐋 𝐈 𝐔 𝐌 ⸻ 𝘽𝙚𝙡𝙡𝙖𝙢𝙮 𝘽𝙡𝙖𝙠𝙚 ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora