𝐋 𝐈 𝐋 𝐈 𝐔 𝐌 ║ 𖤓 ☣︎ ☢︎ ❃
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❝ Es bonito, pero si lo tomas morirá ❞
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𝑳𝑰𝑳𝒀 𝑱𝑶𝑯𝑵𝑺𝑶𝑵. Nacida en la Tierra en el año 2000.
Se crió la mayor parte de su vida con una familia que la quería. Intel...
Scammed. Who was going to tell me that healthy people also have breakdowns?
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Written all over your face. ⏯
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Había pasado horas mirando cómo el pecho de Jasper subía y bajaba lentamente.
A pocos metros de mí estaban Fox, quien cuidaba al chico, y Monty, tratando de restablecer la comunicación con la nave. Si hubiese desviado la atención de Jasper en algún momento, me habría encontrado con las miradas discretas de preocupación de los otros dos. Pero no me atreví a hacerlo en ningún momento.
Un ruido rompió el bucle en el que estábamos atrapados. La escotilla se abrió, y una cabellera castaña ascendió ágilmente: Octavia, seguida de cerca por Eerik.
—Hola —saludó suavemente, casi en un susurro, mientras caminaba directamente hacia mí.
Se agachó hasta quedar frente a mí, colocando sus manos en mis rodillas y cambió su expresión a una más suave.
—Te dimos un rato para que te relajaras, pero ahora tienes que levantarte y seguir —dijo, apretando ligeramente el agarre en un intento de mostrar apoyo.
No encontré fuerzas para responder, así que usé toda la energía que me quedaba en negar con la cabeza una sola vez.
—Escucha Lily. Dijistes que tenías unas actividades que te ayudaban a sentirte mejor, ¿verdad? —comentó recordando nuestra conversación de esta mañana.—Como una especie de rutina. Ven, salgamos a hacer algo de eso. Juntas.
La miré sin mucha comprensión, sintiendo que sus palabras flotaban, lejanas, sin llegar a conectar. Todo el esfuerzo que podía juntar estaba agotado, ahora estaba anclada al suelo.
Intercambiaron una mirada y Octavia negó antes de alejarse y darle paso a Eerik. Este fue un poco menos delicado, simplemente me tomó del brazo y me levantó de un tirón.
—Vamos a sacarte de aquí, afuera estarás mejor—dijo, sin darme opción a quedarme.
Me dejé llevar, mis pies moviéndose casi por instinto. Una vez fuera, me soltaron junto a un tronco cercano, donde me dejaron sentarme.
—¿Qué te falta por hacer? ¿Qué quieres? ¿Qué necesitas? —preguntó Octavia con un haz de preocupación.
