𝐋 𝐈 𝐋 𝐈 𝐔 𝐌 ⸻ 𝘽𝙚𝙡𝙡𝙖𝙢𝙮 𝘽𝙡𝙖𝙠𝙚 ¹

「 𝟑𝟓 」

────────────────────────────

Slackline.

────────────────────────────

DROPSHIP CAMP.
05.10.2249
Día 23 sobre la Tierra

⸻ ❃ ⸻

—No, no. A mí no me volvéis a dejar —reclamé indignada, mostrándome segura ante mi decisión.

La idea de salir de esos muros me llamaba, ¿como no dejarse hechizar cuando alrededor tienes un bosque lleno de miles de cosas nunca vistas ni estudiadas? Pero lo que más me empujaba era la sensación de amargor de ser dejada de nuevo en el campamento. Una vez había sido suficiente, no pensaba quedarme atrás nuevamente, no cuando podía hacer algo útil fuera, o mejor dicho: cuando podía no ser un estorbo allí dentro.

La responsabilidad del terrestre escapando y la intoxicación del campamento me perseguían hasta ese momento. Aun me persiguen a día de hoy, aunque no lo haya confesado hasta ahora.

La expedición tenía la finalidad de ir a comprobar cómo había quedado la nave Éxodo, y tanto Bellamy como Clarke habían insistido en que me quedara. No me replanteé su propuesta ni por un segundo y me aseguré de hacerlo notar.

—¡Eh, tú! Miller, tienes suerte, hoy estás a cargo —grité al primer chico que vi pasar, por suerte era uno de los pocos en los que podía confiar. Mi mirada se cruzó con la suya, y sabía que él no me decepcionaría.

Miller, al principio un tanto sorprendido, buscó la aprobación de Bellamy, quien, tras un largo suspiro y una mirada resignada, hizo un gesto con la cabeza.

—Entendido —asintió Miller, acatando la orden sin objeción. Acto seguido, tras una última mirada a ambos, siguió su camino.

—Solucionado. Esperadme, que ahora mismo vuelvo —les dije al grupo, mirando específicamente a Bellamy con una sonrisa satisfecha. Lo mejor de todo había sido tener la oportunidad de poder llevarle la contraria una vez más.

Corrí hacia mi tienda para coger lo que necesitaba sintiendo el corazón latir fuertemente en anticipación. Mientras pasaba junto a la lona, vi a Fox, Charlotte y Eerik sentados charlando. No pude evitar fruncir el ceño al ver a Eerik, no me lo esperaba encontrar allí, y mi evidente reacción a su presencia así como esta misma provocaron una tensión incomoda en mis músculos.

Cogí lo que necesitaba sin demorarme mucho y me acerqué a despedirlas. Era una nueva costumbre que había adoptado cada vez que salía, una necesidad de asegurarme de que al menos me despedía propiamente, por si acaso no volvía.

—Me voy con la partida de expedición —dije, acercándome para abrazar a Fox y moviéndome con un suave vaivén en sus brazos, buscando algo de consuelo.

—Volveremos en un par de horas —terminé de explicar, pasando a despedir a Charlotte. Le di un suave apretón y un beso en la cabeza.

Verla apretarse fuertemente contra mi abdomen me revolvió las entrañas, inundándome de dudas. Antes de que me pudiese ahogar en ellas y dejarme arrastrar por el sentimiento de culpa alejé a la niña de mi. No podía quedarme otra vez.

Al subir mi mirada y ver a Eerik, me encontré con su rostro serio, ante su negatividad de despedirme yo tampoco pude hacer nada, así que le di una sonrisa y lo despedí con la mano sin esperar nada más.

Salí de la tienda, y en cuanto regresé con el grupo, mi corazón comenzó a latir con fuerza nuevamente. No solo era salir a explorar lo que me entusiasmaba sino poder tomar mis propias decisiones y recuperar el poco control que tenía últimamente sobre mi vida.