Narra Dante
Por fin, era fin de semana, mi primera semana de clases en el Instituto Pearson por fin había llegado a su fin, haciendo un balance de lo que había pasado puedo decir que fue una semana excelente, no pensé que haría amigos tan rápido ya que nunca se me ha dado bien eso, pero bueno, no puedo quejarme.
Encendí la pantalla de mi celular para ver la hora y vi que eran las 9:30 am, buena hora para despertarse en un sábado, anoche no pasó mucho, simplemente volvimos del restaurante, llegamos, nos cambiamos y nos fuimos a dormir, sin sobresaltos, una vez espabilado ligeramente bajé las escaleras para ver si mi mamá y Glorland ya se habían despertado, y efectivamente, ambas se encontraban platicando alegremente en el comedor.
-Buenos días.
-Buenos días dormilón.
-Me sorprende que te despertaras antes que yo Glorland, casi siempre es al revés.
-Ya ves, la vida te da sorpresas...
-Sorpresas te da la vida.
-Tú si sabes jajaja.
-Ustedes dos no han cambiado eh -dijo mi madre acercándose a la mesa con una taza de café-
-No mamá, sabes que sigo siendo igual, con ligeros cambios pero igual.
-Lo sé cariño, se nota -me dio un beso en la mejilla- Dime ¿Ya tienes abierto el apetito?
-Por supuesto que si ¿Qué hay en el menú del día de hoy?
-Panqueques con miel de maple.
-Eso suena delicioso mamá.
-Bueno, sírvete, y disfruta del buffet.
-¡Roger!
-¿Roger? ¿Quién es Roger? -preguntó Glorland-
-Es la palabra que usan los militares para confirmar que recibieron el mensaje.
-¿En serio?
-Si, joder, te he dado ese dato varias veces.
-Has dado MILES de datos inútiles durante años, Dante.
-Y te los tendrías que saber todos.
-Ya niños, es muy temprano aún para que se agarren de las greñas, coman y disfruten el desayuno en silencio.
-Para que Glorland no se ofenda no diré Roger.
-Haz caso a tu madre y come.
Después de molestar a Glorland un rato como era costumbre procedí a tomar unos cuantos panqueques y un poco de miel de maple para poder devorarlos a gusto, una vez teniéndolos en mi plato tomé los cubiertos y comencé a comerlos, la verdad que mi mamá tenía una habilidad especial para cocinar, no importaba que fuera un platillo que preparaba por primera vez le quedaba exquisito, toda la comida que mi mamá prepara tiene un toque que la hace especial, en medio de mi trance culinario Glorland llama mi atención dándome un ligero toque en el brazo.
-Oye ¿Tienes planes para hoy?
-¿Dormir todo el día?
-Hablo de planes reales.
-Dormir todo el día es un plan real.
-No tienes planes, excelente.
-¿Ahora en qué cosa me quieres entrometer, niña?
-Estoy chateando con Devin y me preguntó si quería ir a un parque de diversiones de acá con él.
-Cool, suena que le agradaste, deberías ir.
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Instituto Furry
RandomEn un mundo donde se llevó a cabo una guerra como el mundo nunca había visto, donde los instintos más primarios del ser humano afloraron, donde dos especies luchaban por sobrevivir, muchas veces teniendo que dar hasta su propia vida para ello, y que...