Narra Dante
Había llegado el día, el día en el que Anya, Taylor y yo debíamos reunirnos en casa de Rosé para hacer el trabajo de Lenguaje, el solo decirlo se me hacía un poco raro, digo, me agarró bastante por sorpresa que Rosé nos ofreciera su casa para hacer un trabajo que ni siquiera es de ella, sé que parece exagerado, pero aprecio mucho esos pequeños gestos de las personas.
Las clases habían terminado, nos encontrábamos fuera del instituto, estábamos en la parada de autobús esperando a que llegara uno para poder ir a la casa de Rosé. No vivía tan cerca como yo del instituto, pero comparándola con Taylor y sobre todo Anya sin duda era el mejor lugar para todos.
Todos nos alegramos al saber que los padres de Rosé no pusieron muchas trabas para cedernos su casa, se veía que eran buena onda. Pasados unos minutos un bus llegó, lo abordamos y nos dirigimos a la casa de Rosé. Después de un viaje relativamente corto nos bajamos en la parada que Rosé nos indicó y caminábamos mientras la seguíamos a ella.
Luego de una caminata llegamos a la casa, esta era bastante bonita por fuera, no sé cómo explicarlo, pero la apariencia combinaba bien con la personalidad de Rosé, era de un color blanco, igual a su pelaje, con algunas partes negras, y una vez entrando el interior era similar, era bastante minimalista, supongo que a sus padres les gusta ese estilo.
Carajo niña, nunca nos dijiste que tu casa era tan bonita —comentó Taylor.
—N-No es la gran cosa —respondió apenada Rosé.
—¿No es la gran cosa? Está mejor que mi casa, no jodas.
—Jajaja ¿Tanto así? —preguntó Anya.
—Sin mentirte, aunque quizás es cosa mía.
—Bueno Rosé, dinos ¿Tus padres te dieron alguna regla o advertencia que nosotros debamos saber?
—P-Pues no mucho, simplemente me dijeron que mantuviéramos todo ordenado y limpio, que no hiciéramos mucho desorden y que querían hallar todo en una pieza cuando llegaran de trabajar.
—Completamente razonable, nuevamente muchas gracias por esto, Rosé.
—N-No hay de que, Dante, e-es un placer.
—Basta Dante, abrumarás a la niña de tanto agradecerle, mejor empecemos el trabajo.
—Está bien pues, saquen sus libros y cuadernos chicas, es hora de trabajar.
—A la orden, mi capitán —dijo Anya mientras me hacía un saludo militar.
—Jejeje me gusta esa actitud.
Nos dispusimos a acomodarnos todos en la sala de la casa, nos sentamos en los sofás que había ahí y sacamos nuestras cosas para empezar la tarea.
La tarea en cuestión era leer un fragmento del mito de Prometeo Encadenado en nuestros libros de texto y redactar un ensayo grupal del mismo, tenía que proveer al menos un enfoque diferente por cada integrante del grupo, así que básicamente todos teníamos que aportar nuestra forma de entender lo que representa dicho relato.
Nos organizamos para leer el fragmento en cuestión, escribir lo que nos pareciera más importante y a partir de ahí cada uno daría su perspectiva del asunto.
...
Nos tomó un par de horas, pero por fin habíamos logrado leer el fragmento y sacar una reflexión o algo que nos llamó la atención del mismo.
—"Prometeo robó el fuego de los dioses y se los dio a los hombres, por esto fue encadenado a una roca y torturado por la eternidad"
—Bien ¿Por qué te pareció importante esa frase? —le pregunté a Anya.
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Instituto Furry
عشوائيEn un mundo donde se llevó a cabo una guerra como el mundo nunca había visto, donde los instintos más primarios del ser humano afloraron, donde dos especies luchaban por sobrevivir, muchas veces teniendo que dar hasta su propia vida para ello, y que...