9. Moneda al aire

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Narra Dante

El sábado ya había pasado, y el domingo daba comienzo, me había despertado hace ya algunos minutos, me encontraba desayunando con mi mejor amiga y con mi madre, lo que podríamos llamar una mañana tranquila.

—Denise, sé que lo he dicho miles de veces, pero en serio me encanta su comida —dijo Glorland degustando su desayuno con entusiasmo.

—Gracias querida, siempre me esmero a la hora de cocinar, más para los amigos de mi hijo.

—¿Cuál es su secreto?

—Te lo diré porque te considero parte de la familia —dijo mi madre al mismo tiempo que bajaba el tono de su voz— Mi secreto es que hago la comida con amor —y después de pronunciar esas palabras guiñó el ojo.

—Oh, entiendo, eso lo explica todo.

—Créeme, cuando uno hace las cosas con amor es capaz de mejorar y hacer grandes cosas si uno se lo propone.

—Otra cosa que no ha cambiado en usted, sigue dando las mejores frases motivacionales —pronunció mi amiga para dar otro bocado a su comida.

—Gracias cariño...¿Y tú? —preguntó mi madre— Has pasado todo el desayuno con el celular pegado a la mano.

—Claro que no, acabo de tomarlo porque ya terminé de comer.

—Tu madre tiene razón, has estado con el celular todo el rato ¿Estás chateando con quién creo que estás chateando? —dijo con un tono burlón.

—Si, por primera vez Glorland, le atinaste.

—Aún no puedo creer que ustedes dos estén juntos, prácticamente se acaban de conocer.

—Ya te dije mamá, no estamos juntos, simplemente...es complicado.

—Hijo, se besaron y se tomaron de la mano varias veces...

—¡Y por eso es complicado!

—Aquí vamos, otro de sus dramas —bufó Glorland mientras se desparramaba en la silla.

—No es un drama, simplemente que ni yo comprendo totalmente qué pasó ayer, si, nos besamos y nos tomamos de la mano, pero en ningún momento se mencionó la palabra "noviazgo" así que no termino de tenerlo el todo claro.

—Ay hijo, por eso siempre se tienen que hablar las cosas, de forma clara y asertiva.

—Lo sé mamá, eso es lo que estamos intentando, por eso estoy hablando con ella respecto al tema justo ahora.

—Me refiero hablarlo en persona hijo, esas cosas se tienen que tratar cara a cara, no a través del celular.

—Ay mamá, lo dices como si fuera tan fácil.

—Ya te lo he dicho, la salida fácil no siempre es la mejor.

—Tu madre tiene razón, Dante, si pueden hablar normal por chat háganlo, pero ese tema en específico trátenlo en persona.

—Bien, está bien, eso haré, tendré que pensar específicamente qué le diré y cómo se lo diré —procedí a beber un poco de mi jugo de naranja cuando noté que había recibido un mensaje de Taylor, abrí su chat para poder leerlo y me sorprendí un poco, lo cual tanto Glorland como mi mamá notaron.

—¿Qué pasa hijo? ¿Por qué tienes esa cara?

—Nada, recibí un mensaje de Taylor, dice que si puede venir acá para hablarme de algo importante.

—Vaya, si quiere venir acá para hablar contigo debe ser importante de verdad, dile que sí, no hay problema.

—Gracias mamá, en serio te lo agradezco.

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