23. Campamento

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Narra Dante

El resto de la semana fue bastante tranquilo, entregamos el trabajo de Lenguaje que teníamos pendiente, el día de celo acabó de forma tranquila, al siguiente día simplemente las cosas volvieron a la normalidad, como si nada hubiera pasado, le di las gracias a Ivonne por haberme ayudado, y acordamos no contarle de esto a nadie, ya que gracias a Dios ningún profesor se dio cuenta que yo había llegado ese día, y ella no me delató, así que tenía dos favores que regresarle a ella.

Después de haber cumplido mi primer mes en el Instituto Pearson las cosas se fueron asentando un poco más, mi mamá empezó su negocio sin mayores contratiempos, le iba bastante bien y poco a poco iba ganando su clientela, ella se veía bastante feliz y entusiasmada, y eso me alegra muchísimo.

Las cosas con Anya iban bastante bien, nos hicimos aún más unidos que antes, tuvimos tiempo para conocernos mejor, entre tantas tareas, trabajos y exámenes logramos tener alguna que otra salida.

La que me ayudaba a tener esas salidas con ella era más que todo su madre, que desde el principio siempre nos apoyó y se puso de nuestro lado al ver como su marido adoptaba una postura tan infantil con respecto a lo nuestro, postura que sigue manteniéndose a día de hoy, aunque ya no ha vuelto a pasar ninguna ridiculez como la de aquella noche.

Con Taylor todo va bien también, nuestra amistad ha seguido como si nada, de igual forma con Rosé, aunque bueno, todavía no saben que las vi teniendo un poco de acción en el gimnasio, no encontré la oportunidad y tampoco la busqué para ser sincero, supongo que nunca les diré, por mi bien espero nunca se enteren.

He seguido hablando con mi amiga Glorland, al parecer en su escuela también le va bastante bien, y poco a poco va perdiendo sus prejuicios contra los furries, tratándose de ella creí que no cambiaría nunca, pero veo que Devin le ha ayudado con eso, esos dos se llevan de maravilla, todavía no dan el siguiente paso, lo bueno es que siguen juntos al menos.

Mis notas van bien, no me quejo, increíblemente he podido manejarlo bien todo este tiempo, nunca he tenido ni un sobresalto en ese aspecto, lo que si me ha matado son los desvelos que he tenido varios días, por cosas de la vida me he dormido super tarde varias veces, y al siguiente día estaba muerto, a duras penas podía mantenerme despierto entre clases, el café se había vuelto obligatorio para mí, sin él no podría afrontar mi rutina diaria en absoluto.

Y así como si nada han pasado ya 3 meses, el primer trimestre de clases había llegado a su fin, y como es costumbre a estas alturas del año, el instituto organizó un campamento en una reserva natural que hay en la ciudad, está bastante alejada del centro por lo que dicen, nunca he ido, así que desconozco por completo si es verdad o no, supongo que lo averiguaré pronto.

Nos dieron la instrucción de que llegáramos antes de la hora habitual de llegada, porque el recorrido sería largo y por lo mismo debíamos salir temprano para no pasar todo el día de camino en lugar de en el sitio en cuestión. Me encontraba con Anya, Taylor y Rosé en el punto de salida del instituto esperando poder salir.

—Te gustará el Parque Nacional Redwood, es totalmente increíble —comentó Anya.

—¿Ya has ido?

—Si, fui con mis padres cuando era pequeña, es impresionante, tiene unos bosques increíbles, ecosistemas variados, una fauna diversa, una zona de praderas, y la costa tiene unas vistas espectaculares.

—Wow ¿En serio tiene todo eso?

—Si, créeme, será una gran experiencia para ti, Dante.

—Bueno, si tú lo dices te creo.

—Después de esa reseña me decepcionaría mucho si no me la paso de maravilla —dijo Taylor.

—Ya verás que sí, además, con Rosé pudiendo unírsenos sin duda la pasaremos genial.

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