C: 5 - UNA VUELTA A CASA

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Hogwarts-

-Las vacaciones de navidad casi llegaban. Faltaban solo unas cuantas horas para que el Expreso de Hogwarts llegará y todos los estudiantes que eligieran ir a casa con su familia y amigos pudieran viajar.

Hermione y Alarik eran dos de aquellos estudiantes que no veían las horas para volver a casa y celebrar esas fechas preciadas junto a Wendell y Jean; extrañaban mucho a aquellos adultos. Tenían mucho que contarles.

El frío había llegado, la nieve y las noches heladas también, incluso los días helados. Hermione había sido la encargada de recordarle a Alarik cada día de ponerse su capa, gorro, guantes y bufandas para no agarrar una gripa en el camino.

Todos se cubrían hasta el último cabello que podían, algunos valientes leones incluso se resguardaban en la sala común, frente a la chimenea que daba calor a esa acogedora y preciada alma que resguardaba a aquellos Gryffindor.

En esos estudiantes estaban Alarik, Hermione, Harry y Ron. Los cuatro se habían vuelto grandes amigos con el paso de los días y a la actualidad en la que iban podían decir que eran grandes amigos los cuatro.

Alarik y Ron estaban sentados en el suelo jugando ajedrez mágico mientras que Harry y Hermione los veían jugar sentados en el sofá frente a ellos y frente a la chimenea; era lo más interesante que podían hacer un sábado por la noche; no tenían trabajos, no podían salir, no tenían sueño y morían de frío. Era lo más interesante que se les ocurrió-

Ron: E cinco caballo. -sonrió-

-El caballo de Alarik cayó en pedazos al ser atacado por la pieza de Ronald-

Hermione: Eso es de bárbaros. -dijo en desacuerdo-

Ron: Esto es ajedrez mágico.

Alarik: Reina a F tres. -sonrió divertida-

Harry: ¿Cómo es que saben jugar? -preguntó curioso-

Ron: Mi hermano Charlie me enseñó. -se encogió de hombros-

Harry: ¿Y tú? -miro a la azabache-

Hermione: Papá le enseñó.

Alarik: Así es. -asintió- Mi piano se había descompuesto y lo habían mandado a reparar, así que para pasar las tardes Wendell me enseñó Ajedrez, damas chinas y a armar rompecabezas.

Hermione: Son unos locos con los juegos. -sonrió divertida-

Harry: ¿A ti no te enseñó?

Hermione: Ah si, papá quería que también aprendiera pero me negué.

Ron: ¿Por qué? -preguntó confundido-

Alarik: Hermione piensa que es una pérdida de tiempo aprender juegos de mesa en lugar de conocimiento básico de la vida. -sonrió divertida-

Ron: Que ridículo. -rió junto a la ojigris-

Hermione: No lo es. -se cruzó de brazos-

Harry: Me hubiera encantado aprender ajedrez. -sonrió- Mis tíos no me dejaban jugar con ningún juguete de Dudley. Los únicos que tenía eran los que él mismo tiraba a la basura porque le parecían aburridos. Tenía tres piezas de ajedrez. -sonrió-

Alarik: Te entiendo, cuando vivía en el Orfanato Prestok's tenía que esperar cada mes para leer un cómic que la biblioteca de la zona llevaba en donación. No teníamos juguetes o peluches.

A MIS OJOS, TU ERES  -  G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora