Casa Granger-
—Apenas Jean abrió la puerta de la casa, se giró para ver a sus dos hijas, quienes estaban agarradas de las manos y con expresiones distintas; mientras Hermione miraba a su madre con nervios y un poco de miedo, Alarik solo esperaba a que en la cena pudiera seguir comiendo aquellos panqueques en forma de dinosaurio que su madre le preparaba especialmente.
Pero al ver a la castaña mayor, darles a ambas una mirada tan seria como nunca antes lo habían hecho, aquel pensamiento de comida desapareció, pegándose más a su novia, intentando que ella pudiera entender aquella acción como una señal de ayuda.
Alarik podía jurar que esa mirada sólo era para ella, pero a pesar de intentar pensar en la razón por la cual sentía que su madre podría matarla en ese momento, no entendía y no lograba explicarse lo que estaba ocurriendo frente a sus narices-
Jean: Pasen y vayan a tomar una ducha cada una, en sus propios baños. -las miró fijamente-
Hermione: Claro. -suspiró rendida-
Alarik: ¿Cenaremos panqueques? -se atrevió a preguntar, pero al ver la mirada de impaciencia de Jean, agachó de inmediato la cabeza-
Jean: Cenaremos lo que yo cocine, ahora adentro. Alarik, adelantate.
Alarik: Pero yo quería... ¿Pulgita? -miró a la castaña menor-
Hermione: Ve y haz lo que mamá dice. -le dio una pequeña sonrisa- Te veré después.
Alarik: De acuerdo. -suspiró rendida, y camino para poder entrar a la casa. Al pasar junto a su madre, solo sonrió nerviosa, sin saber la razón del por qué Jean estaba de aquel humor con las dos-
-Alarik apenas entró a la casa y sus pasos se escucharon cuando subía las escaleras, Jean miró a Hermione y suspiró-
Jean: Me cuesta creer que mis dos bebés han dejado de ser mis bebés. -se acercó a ella-
Hermione: Seguimos siéndolo, madre. Es solo...
Jean: Que han crecido. -le sonrió- Toma esto y lee las instrucciones. -le entrego la bolsa con el logo de aquella farmacia- Subiré enseguida, solo prepararé un poco de té para cuando la hora de la verdad llegue.
Hermione: Tengo miedo, mamá. -la miró preocupada- Sinceramente no creí que este momento llegaría algún día.
Jean: Ni yo. -sonrió nostálgica- Pero debemos hacerle frente, y no te preocupes, hija, aquí estaré contigo para cualquier resultado que salga. -susurró en tono maternal, acercándose a la castaña y entrelazando sus manos- Siempre tendrás mi apoyo, las dos lo tendrán.
Hermione: Estoy feliz de saber que podemos contar contigo, mamá. -la miró con ojos cristalinos, sintiendo que aquel peso lleno de temor se iba-
-quizás solo un poco, pero el suficiente para que la castaña pudiera respirar tranquila, ya Jean le había dicho que no era nada malo, que tener hijos no debía de verse como un acto de error, pero con consecuencias, y ella por fin lo había entendido-
Jean: Vamos, ve a tu habitación. -la miró sonriendo- Ponte ropa cómoda en lo que hago té para calmar tus nervios, subiré para que veamos la prueba juntas.
Hermione: ¿Alarik también estará con nosotras? -la miró con un pequeño puchero-
-a pesar de saber que tendría a su madre en todo momento, también quería que Alarik fuese participe de aquel suceso, fuese positivo o negativo, al final de cuenta, también era algo suyo todo lo que pasaba.
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A MIS OJOS, TU ERES - G!P
FanfictionTodo comenzó aquella mañana de agosto, cuando el señor y la señora Granger habían tomado una decisión que cambiaría la vida de Hermione no sólo para evitar dejar de sentirse sola y excluida del resto de los niños, sino que también habían adoptado a...