C: 1 - PILOTO

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Distrito de Hampstead, Inglaterra. -
  Agosto de 1985   -
Orfanato Prestok's.

-Quién dijera que la vida sin padres era una total libertad y hermosa experiencia, estaba equivocado. Hacer lo que te gusta y divertirte sin ellos esta bien, pero tener a esos seres queridos que te dieron la vida a tu lado para apoyarte, aconsejarte, enseñarte y amarte... definitivamente eso no tiene precio.

Lamentablemente hay adolescentes que prefieren estar sin sus padres a estar con ellos, y no es malo; así como hay buenos padres, también lo hay malos. Esos que no estuvieron preparados para serlo y los hijos son los que sufren las consecuencias al final del día.

Habían padres bueno e hijos malos, habían hijos buenos y padres malos. Pero también habían adultos que buscaban hijos para ser padres e hijos que buscaban adultos para que pudieran ser hijos de alguien como tanto anhelaban.

Eso último era al menos el sueño de nueve de cada diez huérfanos que vivía en aquel tan famoso orfanato que tenía sus instalaciones afuera de la ciudad, El Orfanato Prestok's, o La Cárcel del Aburrimiento, como Alarik King solía llamarlo.

Aquella niña de casi seis años de edad era Alarik King, la protagonista de esta pequeña historia; Alarik era una niña de piel pálida, ojos grises y cabello azabache, sus piernas huesudas estaban llenas de raspones de tanto caer por las escaleras o cualquier pasillo del orfanato a la hora de querer jugar. Ella era especial, había nacido siendo intersexual, había nacido diferente y con una bendición entre las piernas que la hacía peculiar ante las demás niñas.

Era agradable para las madres temporales que cuidaban de aquellos revoltosos y huérfanos niños de aquel lugar. La señora Sandra podía incluso confirmar sin titubear que Alarik era rara y diferente a como todos los niños eran, y ella no hablaba sobre su condición; ella podía confirmar que aquella niña que estaba ahora sentada frente a la ventana de la habitación de música mirando a los otros niños jugar a las carreras o los aviones, era sin duda la más peculiar de los doce huérfanos que vivían en ese lugar.

Jugaba cuando quería, pero lo hacía sola, sin compañía de los otros niños. Y los otros niños, bueno, le tenían miedo; ellos decían que Alarik era mala, que incluso juraban haberla visto encender la vela de la habitación a mitad del día... y no hablaban de encenderla con un mechero, fósforo o un pedazo de papel con fuego de la chimena, no, la habían visto prender aquella vela con sus propias manos, solo con eso.

Ellos evitaban a aquella niña por lo mismo, tenían miedo de que algún día fueran ellos a quienes ella prendiera en llamas. Pero aún así, Alarik estaba mejor sola; se aburría como cada día, y pasaba sus días en la habitación de música del orfanato (donde no había más que un viejo piano y dos maracas, donadas por el alcalde del lugar), pero ella era feliz estando en aquellas cuatro paredes y tocando el piano; o leyendo aquellos cómics que no entendía, pero le gustaban.

A MIS OJOS, TU ERES  -  G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora