Casa Granger-
-Aquella noche en donde Alarik y Hermione habían llegado a casa, los cuatro integrantes de la familia Granger empezaron a hacer planes sobre lo que podrían hacer en la casa de Alarik.Todos estaban emocionados, querían darle la bienvenida a Sirius como se lo merecía, además de que Jean y Wendell querían que Alarik se sintiera en casa.
A ambos adultos les había sorprendido la forma en que Alarik había crecido tanto, y no hablaba de estatura (aunque también lo había hecho de esa forma) si no que ahora se veía más diferente, más radiante y aunque aún seguía adentrándose en su mundo de los pensamientos, Alarik Black parecía haber aceptado la pubertad.
Cuando la cena termino, Jean mando a dormir a ambas a sus habitaciones. Alarik se había dado un baño un poco largo al llevarse la revista junto a ella. Después de quitarse aquel estrés y cansancio que traía por el viaje, Alarik salió de la ducha con nada más que su toalla enrollada en sus caderas.
No contaba con que Hermione Granger había tardado menos en su baño al solo darse una ducha y colocarse su pijama. Había pensado en todo el viaje que debía actuar rápido antes de la posibilidad de perder el amor de Alarik.
Así que apenas termino de cepillar sus dientes y asegurarse de que sus padres ya estaban dormidos en su habitación, se adentro a la habitación de la ojigris. Suspiro aliviada al escuchar la llave de la regadera, Alarik seguía bañándose cuando entro a la habitación.
Miró por todos lados al darse cuenta de que el estilo de decoración de la azabache era diferente al de ella. Un gris oscuro cubría las paredes, póster de quidditch le hacían juego. Patroclo estaba en una esquina, dentro de su jaula y durmiendo cómodamente a la luz de la luna que iluminaba la habitación gracias a aquella ventana cerca del ave.
Hermione debía pensar cómo dar el paso que literalmente cambiaría la vida que conocía, no solo era de ella, también de Alarik, si besaba a la ojigris, no volverían a verse como antes. Solo esperaba que aquellos sentimientos fueran correspondidos.
Y cuando la puerta del baño se abrió, una Alarik semi desnuda y con aquella toalla enrollada en sus caderas salió con una sonrisa de alivio. Hermione ahogó un grito al ver a Alarik de esa forma, se había tapado la boca para evitar que sus padres escucharán.
Aunque Alarik fue quien dio aquel grito y aquel brinco del susto por verla en su habitación. ¿Qué hacía Hermione en su habitación? Cuando se dio cuenta de que no estaba presentable, intento taparse con sus manos aquel pecho plano que daba indicios de nunca crecer.
La castaña que estaba más sonrojada que nunca. Jamás imagino que vería a Alarik de esa forma-
Alarik: ¿Qué haces aquí? -preguntó mientras caminaba hacía el cajón de su ropa-
Hermione: Quería decirte algo importante.
-La castaña seguía con los ojos cerrados y sus manos sobre sus ojos, no quería volver a ver lo que vio, al menos eso pensaba en ese momento-
Alarik: ¿No podías decírmelo mañana?
-Alarik rápidamente se coloco los primeros bóxer que encontró y se los puso seguidos de un short pijama-
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A MIS OJOS, TU ERES - G!P
FanfictionTodo comenzó aquella mañana de agosto, cuando el señor y la señora Granger habían tomado una decisión que cambiaría la vida de Hermione no sólo para evitar dejar de sentirse sola y excluida del resto de los niños, sino que también habían adoptado a...