C: 40 - AUDIENCIA DE TUTELA

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Casa Granger-


-Noche buena había llegado a Londres, y específicamente en el distrito de Hampstead, donde Hermione Granger miraba con preocupación a la azabache sentada en el banquillo frente a su piano. Estaban en la habitación de Alarik, una noche lluviosa en pleno invierno, la castaña pensaba que el mundo de cierta forma estaba igual de triste que ella por el simple hecho de saber que sería la primer Navidad donde los Granger no pasarían las fiestas como siempre solían hacerlo.

Alarik tocaba lentamente una melodía bastante triste para hacer de aquel ambiente incluso un poco más devastador de lo que ya era. Hermione se puso de pie, estaba sentada en la orilla de la cama de la azabache, pero ya no podía soportar más el verla de aquella forma.

Así que cuando se sentó a lado de su novia, llevo su mano sobre la mano derecha de Alarik, quien seguía tocando sin parar aquellas teclas de su piano negro-

Hermione: ¿Cuál es esa? Jamás la había escuchado. -murmuró tímida, no queriendo hablar del tema-

-Pensaba que quizá podía hacer olvidar a Alarik de aquel tema de la audiencia que se llevaría acabo en unas horas, apenas el sol saliera en su punto exacto sobre Londres-

Alarik: Cuando estaba en el Orfanato Prestok's y me la pasaba encerrada en la habitación de música, Sandra una vez me llevó una partitura. Creyó que sería de una melodía alegre, ella no sabía. -sonrió nostálgica mirando de reojo a la castaña y siguió tocando-

Hermione: No sabía esa historia. -se sorprendió-

-aunque tampoco se sorprendía tanto. Alarik hablaba muy poco sobre lo que vivió en aquel lugar. Hermione jamás le obligó a hacerlo, quería que su ojigris se soltara y con confianza le confesara todo, así que a pesar de los años, ahora tenía una quinta historia de Alarik en Prestok's-

Alarik: Solo Sandra y yo sabemos. -la regresó a la realidad- En fin, cuando los niños se iban a jugar y me excluían, yo decidí quedarme y aprender esta melodía. Pasaron cuatro meses hasta que por fin lo logré y... bueno, no fue una melodía triste la que era.

Hermione: ¿Cómo se llama?

Alarik: Hoffnungslos. -suspiró-

Hermione: Tan rara como la nostalgia que emite en estos momentos. -suspiró-

Alarik: Lo sé. -sonrió- Pero quería tocarla. Si me voy con los Malfoy, yo...

Hermione: No te iras con esa familia. -interrumpió, deteniendo la mano de la azabache al apretarla con fuerza-

Alarik: Pulgita...

Hermione: No, yo... -suspiró- Ni siquiera sé por qué hiciste tus maletas. -miró el equipaje de la azabache a lado de la ventana- No es justo. -la miró mal-

Alarik: Sabes que si ellos ganan, debo irme de inmediato. Fueron los requisitos que mandaron en la carta hace unos días.

Hermione: Lo sé, pero no quiero dejarte ir. -la miró, sintiendo sus ojos aguadarse-

-Hermione estaba segura de que en algún momento iba a solarse a llorar y quizá no habría nada que pudiera detenerla. Ella en serio odiaba la idea de alejarse de Alarik de aquella forma tan horrible-

A MIS OJOS, TU ERES  -  G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora