El Teniente

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Min Yoongi era conocido por ser inexpresivo. Nadie sabía muy bien si estaba feliz o enojado o si simplemente la vida le daba igual.

Había visto el crecimiento de Hoseok desde el principio, sabía el esfuerzo que ponía, sus metas y aspiraciones. Lo quiso casi de inmediato aunque eso era extraño para él, pues nunca se apegaba a la gente.

Se sentía orgulloso pero también comprendía el cansancio físico y emocional que conllevaba subir tan rápido de rango. Por eso se sintió muy especial cuando Hoseok le contó sobre el Little Space, de acuerdo con lo que dijo era una práctica que llevaba a cabo desde antes de unirse a la milicia y no sabía como hacerle para poder hacerlo dentro de aquel ambiente.

Yoongi se ofreció a cuidarlo siempre, a que fuera directo a él cuando necesitara un descanso. Por las noches iba a su dormitorio donde cuidaba de él hasta quedarse dormido, solían dormir abrazados mientras Hoseok a veces balbuceaba entre sueños.

Le encantaba verlo tan en paz con chupete en boca o tomando su biberón, incluso con juguete en mano era precioso. Se había enamorado del pequeño Seokie y haría cualquier cosa por él, bueno por Hoseok en general.

No supo bien cuando se había enamorado de Hoseok, pero sabía que era un amor imposible. Si quisiera hacerlo realidad ambos tendrían que renunciar a todo lo que habían logrado hasta ese momento y no le haría eso cuando sabía sobre sus metas y sueños.

Por eso le bastaba con tan solo cuidarlo, abrazarlo y sostenerlo cuando la vida se le hacía difícil. Y también esa fue la razón por lo que casi lloraba cuando aquel Sargento le contó como había entrado en Little Space con aquel soldado.

— Te recomiendo que lo evites por un tiempo si no quieres problemas, Hobi. Me preocupa que le diga a alguien más – le había dicho.

— Jungkook prometió no decir nada sobre eso, pero no volverá a pasar. Lo trataré como cualquier otro soldado – contestó preocupado.

Al ver aquello Yoongi se acercó a Hoseok, quien estaba sentado en la cama. Al acercarse el Sargento había abrazado automáticamente la cintura del Teniente, quien le regresó el abrazo y un beso en la frente.

— Todo estará bien, bebé. No te preocupes, me aseguraré que nada malo pase. Próximamente iré a supervisarte y hablaré con él para que quede claro que no puede decir nada – dijo Yoongi con tono protector.

— No creo que sea necesario, Yoon. Confío en Jungkook.

El Teniente negó con la cabeza.

— Sabes que no puedes confiar tan fácil en alguien aquí, Hobi. – le recordó.

— Pero confío en ti – recalcó Hoseok.

— Es diferente... Nosotros tenemos tiempo conociéndonos y secretos que compartimos. A él lo acabas de conocer... Y no sabemos como es, ni que intenciones tiene... – insistió Yoongi.

— ¿Confías en mí?

— Claro que sí.

— Así yo confío en él aunque lleve poco conociéndolo... Es diferente... Puedo sentirlo. – y al decir aquello Yoongi pudo ver cierto brillo en los ojos de Hoseok que nunca había visto cuando hablaba sobre él...

Lo supo en ese instante... Jung Hoseok estaba enamorado de ese soldado... Y él estaba siendo puesto a un lado por su culpa. Aún así no se daría por vencido tan fácilmente.

— De acuerdo, pequeño. Confío en ti, aún así me gustaría conocerlo, ¿está bien? – le pidió amablemente, a lo que el Sargento asintió con la cabeza.

Aquella noche no pudo dormir muy bien sabiendo que estaba perdiendo a Hoseok de cierta forma... Pero daría su lucha.

Así que un par de días después de eso, llegó el día de la supervisión. Min Yoongi pasó verificando que cada soldado estuviera correctamente en formación, que trajeran bien el uniforme, que hicieran bien su entrenamiento... Y ahí fue cuando pudo notar quien era ese soldado.

Se paró frente a él con cara seria, como siempre iba de último en el entrenamiento.

— Tú debes ser Jeon Jungkook – lo acusó.

— ¡Sí, señor! – contestó correctamente.

— No te acostumbres a estar aquí. Por lo que he visto en el registro eres un desastre. No sirves para la milicia. – dijo sin importarle dañar sus sentimientos o verse mal.

Sin embargo, no se esperó la contestación de aquel chico.

— Está equivocado, señor. Con todo respeto, el Sargento Jung está haciendo lo mejor para corregir mi comportamiento y ser un buen soldado. Decir que no sirvo sería menospreciar su buen trabajo para hacer que todos mejoremos.

Odió el hecho de que tuviera razón de cierta forma y hubiese contestado algo más si no fuera porque en ese momento Hoseok intervino.

— Agradezco tus palabras soldado, pero nunca se contradice a tus superiores. Si quieres mejorar debes recordar lo que te digo, escucha bien al Teniente Min. Él es sabio y si te dijo aquello es porque sigue viendo deficiencias en tu desempeño, no debes tomarlo a mal – había dicho el Sargento.

Yoongi no pudo evitar sonreir porque... Aunque tal vez lo había dicho con maldad, Hoseok tenía razón. De hecho alguna vez le había dicho lo mismo a aquel Sargento.

— Lamento mucho mi atrevimiento, Sargento. Disculpeme, Teniente. Sigo siendo nuevo e inexperto. – admitió.

Hoseok le había sonreído y se retiró.

El Teniente se acercó a él y casi en un murmullo dijo aquello.

— Estarás en problemas si dices algo respecto a lo que viste la otra noche estando con Seokie. No creas que solo porque lograste ver ese lado de él lo tienes todo ganado porque yo tampoco me rendiré.

Con esa frase había dado pie a una batalla por el amor del Sargento Jung.

El sargento JungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora