Conociendo un poco más a Seokie

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Cuando el Teniente Min lo mandó a traer sintió el terror, sin embargo cuando llegó a la cabaña del Teniente y lo recibió un pequeño Seokie se sintió aliviado.

— Preguntó por ti, no podía negárselo – explicó aquel hombre con la voz más monótona que pudo.

— Gracias – contestó Jungkook.

— Lo hice por él, no por ti – dijo para dejarle claro su desagrado.

El pequeño comenzó a dar pequeños pasitos como corriendo por doquier de aquel pequeño lugar.

Miró a Jungkook.

— Opita otitos – exigió el pequeño.

Jungkook se le quedó viendo... No entendía que era lo que quería...

— Su pijama de ositos, está en ese cajón – tradujo Yoongi con experiencia y señaló el lugar donde estaba aquella prenda.

Jungkook se dirigió ahí y abrió el cajón. Maldijo en su mente... ¿Cuál era aquella pijama...? ¡Todo era de ositos!

— ¡Otitos! ¡Otitos! – volvió a exigir Seokie ahora un poco molesto.

— No sé cuál es... – admitió Jungkook.

Yoongi puso los ojos en blanco.

— La única azul  – dijo porque sabía que si no lo hacía pronto Seokie lloraría.

Jungkook urgó en el cajón hasta encontrarla y la sacó victorioso. Seokie aplaudió como felicitándolo.

Ahora... ¿Se suponía que él debía ponérsela...? ¿Cambiarlo...? Nunca había hecho eso, no convivía mucho con niños...

— También ponle pañal, por favor. Si moja mi cama te haré limpiar. – amenazó el Teniente, quien se había sentado en su mesa de trabajo a llenar algo.

— ¿Eh...? No sé hacer eso... – admitió el soldado.

Yoongi se paró molesto.

— Muevete – le ordenó.

Jungkook se hizo a un lado viendo como la expresión de aquel chico cambiaba por completo con Seokie. Le sonrió y comenzó a desabotonar la camisa militar que traía puesta, le puso la playera de su pijama rápidamente para después hacerlo acostar. Le dio un osito de peluche para que lo abrazara y comenzó a bajar sus pantalones y calzoncillos con habilidad, puso un poco de talco para después ponerle el pañal y pantalón.

— Wow... ¿Cómo aprendiste a hacer eso tan rápido? – dijo Jungkook sorprendido.

— Llevo dos años cuidándolo... Aprendes a comprenderlo y hacer todo –explicó para después añadir un poco enojado — Pensé que lo habías cuidado una vez.

— Uh... Aquella vez... Habló más claro... Y solo me pidió cargarlo y se quedó dormido.. – admitió.

— Entonces no estaba completamente pequeño... Seokie puede tener mentalmente 4 años pero se niega a hablar bien en unas ocasiones, sobretodo cuando tiene algo de pena y le gusta usar pañal siempre, así como los osos. Esas tres cosas son primordiales, aprendelo si es que piensas cuidarlo de vez en cuando.

Jungkook estaba algo confundido con todo el asunto aún... Hoseok pudo haberle explicado sobre el Little Space pero esta era la primera vez que lo veía así por completo y aceptaba que era adorable... Pero estaba dudoso de si podría cuidarlo de la misma forma que Yoongi.

Seokie pronto lo tomó de la mano y jaló hasta donde quería haciendo que se sentara. Sacó un par de cosas de un estante, eran liguitas para el cabello y maquillaje.

Fue entonces que intentó ponerle un par de liguitas al aún cortísimo cabello de Jungkook. Se rindió despues de que en varios intentos se salieran y mejor le sobrepuso un moño en la cabeza.

Comenzó a balbucear cosas ininteligibles para el soldado mientras decidía como pintarlo. Le había puesto corazones en las mejillas con lapiz labial y sombras de diferentes colores.

Sonrió en cuanto estuvo satisfecho con ello. Y corrió nuevamente a la cama por un par de ositos y los trajo de vuelta, le dio uno a Jungkook para que jugaran juntos. Quien sabe que historia se había inventado el pequeño pero se veía muy feliz aunque no hablara del todo bien, el soldado se preguntó si lo que le daba pena es que él estuviera ahí...

— ¡Bibi! – exigió de repente.

En cuanto escuchó eso, Yoongi volvió a pararse y comenzó a preparar algo en una parrilla electrica que tenía ahí. No tardó tanto en terminar y darle a Jungkook un biberón en la mano.

— Sientate en la cama, él se sentará en tus piernas, acomodalo un poco acostado y dale el biberón. No tardará mucho en dormirse después. –  le explicó.

El soldado se levantó y así lo hizo, sentía que aquel Teniente se aprovechaba de que ya se había acostumbrado a realizar las ordenes inmediatamente...

Tal y como le había dicho Seokie había trepado a su regazo, lo acomodó con mucha torpeza y comenzó a darle su biberón. Algo en ese momento pasó... Un poco indescriptible para el soldado... Pero en cuanto escuchó aquella pequeña succión de parte de Seokie... Supo que valía la pena cuidarlo, verlo tan en paz era muy lindo. No pudo evitar sonreír, Seokie lo vio por un momento a los ojos mientras tomaba su biberón y comprendió que estaba compartiendo un momento muy íntimo y lindo con él.

Olvidó por un momento la presencia de Yoongi y comenzó a tararear la canción que le había cantado anteriormente, no tardó en dormirse. Jungkook lo vio con mucha sorpresa, el pequeño era...

— Dejalo en la cama con cuidado y regresa a dormir con los demás. – le ordenó Yoongi sacándolo de sus pensamientos — Y despintate antes que alguien te vea así.

¿Lo estaba corriendo...? Bueno... Estaba bien porque ahora sabía más del pequeño con quien estaría en las vacaciones, no importaba si ahorita no podía convivir con él. Hizo lo que le ordenaron un poco a regañadientes y se retiró de la cabaña.

Ahora estaba un poco más emocionado por cuidarlo una semana.

El sargento JungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora