Capítulo 15

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Capítulo 15 | "La verdadera familia Barone"

Carissa Barone

**Pasado, siete años de edad**

No entiendo mucho como es que funcionan las cosas en nuestra familia, no entiendo por qué no somos como las demás familias.

Veo como son algunos niños en la escuela con sus padres, sus padres son amorosos con ellos tanto dentro como fuera del ojo público, mis padres sólo son así conmigo cuando alguien está mirando, cuando estamos en público.

Los niños de mi escuela pasan las tardes en el parque, jugando videojuegos, siendo niños, básicamente. Mis tardes luego de la escuela es cuando tengo que pasarme entrenando, manejando armas que según mi profesora jamás deben quedar al alcance de niños. Aprendiendo cosas que no debería aprender un niño de mi edad.

Las profesoras de mi escuela dicen que puedo ser una niña prodigio, dado que me consideran demasiado adulta para mi corta edad. Mis padres sólo sonríen. Claro. No pueden decirle a nadie que su hija parece mayor porque a su corta edad ha visto peores cosas que la mayoría de las personas adultas.

Corro escaleras arriba cuando los gritos del sótano comienzan a hacerse más fuertes, entro a la habitación de mi hermana Corinna, de apenas cinco años, que parece haber despertado por el ruido.

— ¿Cassi? — me llama por ese extraño diminutivo de mi nombre, de pequeña no podía decirlo, y al parecer se le ha vuelto costumbre.

— Cora — trato de sonreírle para calmarla.

— ¿Qué es ese ruido? — se queja tratando de volver a dormir.

— Papá y mamá tienen una pequeña reunión de negocios abajo.

— ¿De nuevo? — se queja mi hermana, ignorante de lo que realmente ocurre abajo.

— Sí — abro un poco sus mantas y ella no tarda en hacerme espacio en su cama — ¿Quieres que te cuente un cuento para dormir?

— Eso es cosa de niñas, Cassi.

— ¿Y tú que eres? — trato de reír.

— Una niña, como tú también — sonríe y puedo ver el hueco en su dentadura, se le ha caído un diente de leche — ¿No se supone que los cuentos deberían contarlos los adultos?

— Eso no es cierto — trago el nudo que tengo en la garganta — Te contaré un cuento yo, mejor de los que cuentan los adultos, ya verás.

**Pasado, diez años de edad**

— ¡Basta, mamá!

No importa cuando llore, mamá vuelve a impactar la regla de madera en mis manos.

— ¡Un tiro, Carissa! — me grita Greta Barone — ¡Era un tiro perfecto!

— ¡No puedo hacerlo!

No pude matar al hombre que mamá ha traído, por lo que ha intentado escapar, papá lo arrastra de nuevo por la bodega con un gruñido mientras lo vuelve a postrar sobre los pies de mamá.

No sólo es un hombre, es uno de los hombres de seguridad del señor Massimo, el que se supone es el jefe de mis padres. El hombre hincado frente a mí que me mira con nada más que lástima me ha visto crecer.

— Mátalo — gruñe mamá.

— Mamá... no puedo, yo...

— ¡Mátalo!

Flor ImperialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora